VALÈNCIA. Los ajustados tiempos y las mayorías con las que tiene que salir adelante la presidencia de À Punt han llevado a que desde el Botànic ya se manejen dos escenarios posibles: uno en el que Miquel Francés acabe como presidente de la radiotelevisión valenciana y otro en el que no.
El primer paso se dio este miércoles tras un acuerdo entre las formaciones de la izquierda al que sumaron a Ciudadanos. Pero el lío no está resuelto definitivamente. El profesor titular de Comunicación Audiovisual en la Universitat de València fue elegido como candidato a la presidencia del Consell Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) en comisión. Lo hizo con los apoyos del PSPV, Compromís y Unides Podem y los votos en blanco del PP y Vox frente a Pau Vergara y Mar Adrián. Ahora, sin embargo, tiene que ser ratificado por el pleno del Parlamento autonómico en un ajustadísimo calendario.
Debido a un cambio en la ley de À Punt introducido por el tripartito, ya no es necesario contar con los votos de la oposición para que exista un nombre de consenso entre la mayoría de partidos del Parlamento autonómico, aunque sería lo deseable. La norma dice que, en una primera votación en pleno, el aspirante a presidente tendría que obtener 66 apoyos (el Botànic más 14 de la oposición); en una segunda 60 (el Botànic más 8 de la oposición); y en una tercera mayoría absoluta (es decir, sería suficiente con PSPV, Compromís y Unides Podem).
En el 'pleno escoba' (extraordinario) del 29 y 30 de marzo habría de incluirse la primera votación. Pero, seguidamente, se tendría que celebrar un pleno más para la siguiente. En definitiva, entre el 30 y el 31 de marzo se habilitarían nuevas sesiones a dos días de la disolución de Les Corts si se quiere aprobar la presidencia de À Punt esta legislatura.
Aunque hay quien apunta a que existen restricciones a la hora de convocar plenos con poco margen de tiempo, las fuentes consultadas por este periódico señalan que el reglamento sí permite hacerlo. Por lo que se podría colocar uno tras el 'escoba'.
Lo que harían falta, desde luego, son los votos necesarios dentro de los grupos. Y tanto los tiempos como los cálculos de los apoyos no generan una confianza absoluta en que la elección de Francés salga adelante.
La pregunta es, por tanto, qué ocurriría en ese escenario, en el que ya emerge un plan B con nombre y apellidos: Lola Bañón. Este viernes, en otra celebración de la comisión de la radiotelevisión en Les Corts, los grupos han de dar luz verde a los nuevos miembros del Consell Rector de la CVMC a propuesta del Consell de l'Audiovisual (Lola Bañón y Javier Marzal) y de los partidos a los que les tocaba el recambio. Unides Podem quiere mantener a María Lozano, mientras que Ciudadanos propone a Luis Gil-Orozco, actual jefe de Gabinete de la portavoz de este partido en el Parlamento, Mamen Peris.
Con ellos ya elegidos y la automática salida de la hasta ahora presidenta de À Punt en funciones, Mar Iglesias, una vez se publiquen los nombramientos, el nombre de Bañón surge con bastante fuerza como posible vicepresidenta del Consell Rector. Algo que, en todo caso, tendrá que ser decidido por este órgano.
La ley de la CVMC marca que el Consell Rector se reunirá para escoger a una persona titular de la vicepresidencia, que podrá asumir la presidencia en funciones en caso de incapacidad sobrevenida del presidente. Situación que finalizará con la reincorporación de éste o con el nombramiento de uno nuevo por Les Corts. Y aquí es donde viene la opción alternativa a Miquel Francés por si no saliera: Bañón asumiría las funciones de la presidencia hasta que se eligiera a uno nuevo.
La periodista y doctora en filología, traducción y comunicación de la Universitat de València, donde ejerce como profesora, figuró en las listas de Podem a Les Corts en 2019. Allí ejerció las labores de directora de Comunicación del grupo durante una temporada de la pasada legislatura y declinó ocupar su escaño tras las diversas salidas en la formación morada. Además, formó parte de la plantilla de RTVV durante 25 años. Su perfil parece que generaría cierto consenso.