Óscar Bataller entró como concejal del PP en La Pobla del Duc hace unos meses, mientras que Claramonte se ha asentado como tercer teniente de alcalde de Torrent
VALÈNCIA. Unión Progreso y Democracia (UPyD) vivió su cénit como partido político entre 2007 y 2015. En las elecciones nacionales de 2011 logró cinco diputados, de los cuales uno de ellos (Toni Cantó) lo obtuvo por la circunscripción provincial de València. La irrupción de Ciudadanos y la negativa de su presidenta, Rosa Díez, a una fusión de ambos, desencadenó el principio del fin de la formación, consumada con el trasvase de militantes de un partido al otro.
En el ámbito valenciano la marca desapareció tras los liderazgos del camaleónico Alexis Marí y la bregadora abogada Alicia Andújar. No contaba con una amplia militancia, entre otras cuestiones porque no la buscaba. Optaba por cuotas más elevadas e incorporación de un talento cualitativo en lugar de una presencia cuantitativa.
Aquel movimiento generó una simiente política que hoy se mantiene y que, en algunos casos y en otros partidos, rebrota con fuerza a escala municipal. Los dos citados, Marí y Andújar, se retiraron (el primero ya después de su ascenso vertiginoso y final convulso en Ciudadanos) de la primera línea pública, al igual que lo hizo anteriormente el que fuera secretario de organización, Rafa Soriano, otra de las personas que destacó de aquella época.
En cambio, en Massanassa ha emergido la figura de Fran Raga. Ejerció de secretario de comunicación bajo la dirección de Andújar. Se implicó en la segunda campaña de Toni Cantó a diputado nacional hasta que se produjo la deserción de este escasas semanas antes de las elecciones. Raga se recuperó de la decepción y ahora desarrolla su vocación por la política local en su municipio. Concurrió como independiente en la candidatura del PSPV y logró acta. Activo abogado y apasionado del municipalismo, en principio repetirá en una candidatura que aspira a ganar la alcaldía.
El propio Partido Socialista ha incorporado a su primera línea local orgánica a Esther Puntero, docente universitaria, investigadora del mundo árabe y coordinadora de campaña de UPyD en 2011. Ocupa desde hace un par de años la secretaría general en Massalfassar con la misión de recuperar la marca en un municipio donde el PSPV únicamente consiguió en 2019 un concejal (Ismael Gimeno) que, además, fue expulsado en 2020 tras respaldar una moción de censura junto a Cs, PP y Demòcrates pese a no ser necesario su voto.
También ha surgido Óscar Bataller, militante de aquel histórico UPyD, en otra circunstancia curiosa. Entró como edil del PP en La Pobla del Duc hace menos de un año tras renunciar el ex alcalde Natalio Navarro y, a continuación, hacer lo propio el resto la candidatura con el objetivo de llevar a cabo una renovación completa De esa forma, Bataller, que no formaba parte de la lista, ahora ejerce de portavoz y presidente local popular, con la perspectiva de ser aspirante a la alcaldía en 2023.
En cualquier caso, después del diputado autonómico por la provincia de Alicante Fernando Llopis, el cargo más importante entre ex militantes destacados de UPyD lo ostenta en la actualidad el tercer teniente de alcalde de Torrent, Raúl Claramonte. En su caso lo hace tras optar en el pasado a la alcaldía local bajo las siglas upeydistas y hacer lo propio, en 2019, como abanderado de Ciudadanos. En el término más poblado de la comarca de l’ Horta su partido gobierna en coalición con el PSPV. En los últimos dos años Claramonte y el primer edil, el carismático Jesús Ros, han estrechado su relación con la gestión de un municipio que maneja un presupuesto de más de 60 millones. De momento, y pese a la marcha de algunos compañeros de partido, Claramonte afirma que seguirá en Cs.
Raga, Claramonte, Puntero y Bataller se enrolaron en partidos distintos, aunque a los cuatro les une un pasado en el que nació su vinculación a la política. Ese nexo invisible aunque muy sentido para ellos se extiende, ya en la provincia de Alicante, a María José Costa, otra ex que ahora ejerce de edil de Ciudadanos (en el pasado de UPyD) en San Miguel de las Salinas, o a Mari-Carmen Mascaró, portavoz socialista en Callosa y también candidata años atrás por la formación que dirigía Rosa Díez. O a Joel Noche, igualmente concejal unionista en 2015 y en el presente integrado en el grupo municipal del PP en San Fulgencio.
Observan con simpatía al último guerrillero político de aquel proyecto, a Luis Miguel Polanco, todavía, en la actualidad, concejal bajo las siglas de UPyD en la localidad madrileña de Mejorada del Campo. Constituye el lejano faro cuya luz no pierden de vista, a pesar de que cada uno haya rehecho su vida pública con otro partido. De aquella época aprendieron parte de las herramientas y estrategias que les permiten progresar en diferentes formaciones. No obstante, su base, su vocación, la han preservado.