MADRID (EP). El Rey Felipe VI ha defendido en su tradicional mensaje de Navidad la necesidad de que todas las instituciones cumplan y respeten la ley y de que sean "ejemplo de integridad pública y moral" en un momento en que todas las miradas están puestas en el posible regreso de su padre, Don Juan Carlos, al que no ha hecho mención en ningún momento.
Los desafíos que ha traído consigo la pandemia plantean una "auténtica encrucijada" para España pero también "una oportunidad histórica" para "actualizar y modernizar nuestro país", ha sostenido, recalcando que en esta tarea las instituciones tienen una gran "responsabilidad".
Las instituciones, además de "tener siempre presente los intereses generales y pensar en los ciudadanos", "de estar permanentemente a su servicio y atender sus problemas", deben "estar en el lugar que constitucionalmente" corresponde a cada una de ellas, ha subrayado Don Felipe.
También debemos "asumir, cada uno, las obligaciones que tenemos encomendadas; respetar y cumplir las leyes y ser ejemplo de integridad pública y moral", ha añadido el monarca, incluyendo a la Casa Real en esta obligación y sin mencionar expresamente a su padre.
Sus palabras van en la línea de su discurso de hace doce meses, el primero desde que el Rey emérito había partido al exilio en Emiratos Árabes Unidos. Entonces recalcó que desde su llegada al trono en 2014 ha defendido que los principios éticos y morales "nos obligan a todos sin excepciones" y "están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares".
No obstante, el contexto ha cambiado en el último año puesto que aunque la Fiscalía del Tribunal Supremo ha prorrogado recientemente las diligencias en relación a las tres investigaciones abiertas en torno a Don Juan Carlos, fuentes jurídicas ya han apuntado que la previsión es que estas se archiven en los próximos meses.
Las dos regularizaciones fiscales efectuadas por el Rey emérito han allanado el camino para que esto ocurra junto al hecho de que los fiscales han llegado a la conclusión de que algunos de los presuntos delitos que se investigan ocurrieron mientras aún estaba en el trono y era inviolable, otros han prescrito y en otros hay falta de peso probatorio.
Así las cosas, las especulaciones en torno a un inminente retorno de Don Juan Carlos, que el 5 de enero cumple 84 años y ya ha expresado por distintas vías su deseo a regresar a España, se han disparado en las semanas previas al mensaje de Navidad de Felipe VI. Desde el Gobierno echan balones fuera y aseguran que la decisión compete a Don Juan Carlos y a la Casa Real. Finalmente, las expectativas de que Don Felipe pudiera dar alguna pista sobre el futuro de su progenitor en su mensaje no se han cumplido.
Por otra parte, Felipe VI ha aprovechado nuevamente para apelar al entendimiento y el consenso institucional y para reivindicar la Constitución de 1978. "El entendimiento y la colaboración son actitudes necesarias que dignifican las instituciones", ha subrayado. Más aún, ha acotado, "las fortalecen, porque generan la confianza de los ciudadanos".
Las diferencias de opinión, ha incidido Don Felipe, "no deben impedir consensos que garanticen una mayor estabilidad, mayor bienestar en los hogares y den la necesaria tranquilidad a las familias ante su futuro".
España, ha proseguido, ha experimentado en las últimas cuatro décadas de "democracia y libertad" un cambio profundo y extraordinario que "no ha sido fruto de la casualidad". Ese cambio "se ha basado en el esfuerzo y el sacrificio de muchas personas, de millones de españoles" y se ha debido, entre otras cosas, al "sentido de la historia, grandes acuerdos, generosidad, responsabilidad y visión de futuro".
Si algo representa la transformación vivida es la Constitución, ha aseverado, "cuyo espíritu nos convoca a la unidad frente a la división, al diálogo y no al enfrentamiento, al respeto frente al rencor, al espíritu integrador frente a la exclusión". También "nos convoca permanentemente a una convivencia cívica, serena y en libertad", ha agregado.
"La Constitución ha sido y es la viga maestra que ha favorecido nuestro progreso, la que ha sostenido nuestra convivencia democrática frente a las crisis, serias y graves de distinta naturaleza" vividas por España y por todo ello, ha reivindicado, merece "respeto, reconocimiento y lealtad".
El momento que vivimos "es difícil", ha reconocido el monarca, "pero detenernos hoy es quedarnos atrás, es retroceder". Por ello, ha apostado por "seguir adelante" ya que si algo ha enseñado la Historia es que los españoles han sabido reaccionar y sobreponerse ante las adversidades.
El futuro que se abre ante nosotros, ha añadido, exige a todos "responsabilidad, voluntad de colaborar y entendernos" y también requiere que "confiemos más en nuestras propias fuerzas como nación". En este punto, Don Felipe ha asegurado que no tiene dudas del compromiso y la capacidad de los españoles y de que "con decisión, con empuje y carácter lo conseguiremos".