VALÈNCIA. La ley que da vida al Consejo del Audiovisual -órgano que debe velar por la calidad de la información que se emita en la nueva À Punt para que sea imparcial- fue aprobada en el pleno de Les Corts de este jueves. Eso sí, peligró hasta el último minuto y el transcurso de la negociación entre los partidos fue, cuanto menos, digno de analizar. La exigencia de Podemos de que se aprobara una enmienda suya para dar apoyo al texto legislativo, derivó en toda una serie de carambolas parlamentarias y debates dentro y fuera del hemiciclo entre los grupos casi comparables a los que se dan en las negociaciones de los presupuestos.
La formación morada que dirige Antonio Estañ planteaba como condición sine qua non para validar la creación de este órgano que todos los miembros que lo integrasen fueran designados por Les Corts. También reclamaban que el presidente de este Consejo Audiovisual no fuera designado por el jefe del Ejecutivo valenciano, Ximo Puig, sino por el parlamento para garantizar su neutralidad y evitar un organismo mediatizado por el Consell.
Ahora bien, PSPV y Compromís no estaban dispuestos a apoyar esa enmienda redactada por los morados en solitario. Los partidos que integran el Botànic querían que cinco de los consejeros fueran nombrados por Les Corts y dos por el Consell, y la presidencia que fuera designada por el president de la Generalitat. Sin embargo, pese a contar con el apoyo de Ciudadanos para tumbar la enmienda de Podemos y aprobar la suya, la suma de socialistas, valencianistas y naranjas no alcanzaba los tres quintos requeridos -60- para aprobar la ley completa si los morados se oponían, pues los tres partidos juntos reunían sólo 51 votos. El ambiente se calentó. Y el grupo de Estañ tenía la sartén por el mango y no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer.
Con la ley en el aire, la diputada del PSPV, Mercedes Caballero, solicitó a Enric Morera un receso para negociar con Podemos. Y de cinco minutos -el tiempo establecido por el president de Les Corts para que llegaran a algún acuerdo-, nada. Casi media hora estuvieron los socios del Botànic tratando de encontrar un punto intermedio entre la propuesta de PSPV, Comrpomís y Cs y la que había registrado el diputado de Podemos, Antonio Montiel.
Finalmente, se consiguió redactar una enmienda transaccional. Las cuatro formaciones acordaron un texto alternativo en el que fijaban que cinco de los consejeros serían nombrados por la cámara valenciana, y otros dos por el Consell pero superando previamente un "examen de idoneidad". Además, el presidente del Consejo sería designado también por el 'número 1' del Ejecutivo valenciano, pero debería comparecer previamente en Les Corts para que el arco parlamentario pudiera comprobar exactamente lo mismo: su idoneidad para ostentar el cargo.
No obstante, hallado ese denominador común, la piedra para que este texto se pudiera aprobar estaba ahora en el tejado de los populares. Si el PPCV no firmaba el documento a efectos de tramitación, la enmienda no se podía debatir. Y no lo hicieron porque consideraron que habían tenido meses "suficientes" de trámite parlamentario como para que los partidos llegaran a un acuerdo y no tuvieran que hacerlo a última hora.
¿Conclusión? Podemos apoyó finalmente la ley como la planteaban PSPV y Compromís. Eso sí, con la condición -por escrito- de registrar "al día siguiente" una Proposición de Ley de modificación de la norma del Consejo Audiovisual que acababan de aprobar que incluyera la enmienda que no habían podido debatir por la negativa popular. También quedó previsto -sobre el papel- que hasta que este texto no se apruebe, la ley validada no entre en vigor.