Más de tres semanas después de su doble reunión con la Generalitat, el club aún no ha enviado la información de su plan para retomar las obras que se le solicitó por registro de entrada pero tiene tiempo para hacerlo.
VALÈNCIA. El Valencia no ha presentado aún en el registro de entrada de la Generalitat su plan para retomar las obras del Nou Mestalla y tratar de salvar así los beneficios de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que se le concedió… pero tiene margen de sobra. Concretamente, casi dos meses más de lo que se pensaba inicialmente, por lo que el plazo para hacerlo se alarga hasta finales del mes de abril.
El pasado 18 de noviembre, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, dio cuenta de un acuerdo del Consell para iniciar la resolución temporal de la ATE por los incumplimientos del promotor, en este caso el Valencia, pero le daba 90 días para presentar un plan completo y con garantías para retomar y acabar el estadio y optar así a salvar esas concesiones urbanísticas que, en modo de aumento de la edificabilidad en la parcela del actual Mestalla, le concedió el anterior gobierno en 2015. En su día, desde el club calcularon que según la evolución del mercado inmobiliario esos beneficios pueden ser de entre 15 y 20 millones de euros.
La idea de la Generalitat era que aprovechara el dinero que iba a recibir del acuerdo entre LaLiga y el fondo cvc para desarrollar un plan que diera a la administración la seguridad de que el estadio de acabará. Es decir, que tuviera garantías financieras.
El anuncio llevó a pensar que el límite del Valencia para presentar ese plan se situaba a mitad de febrero pero no es así. El inicio de esa cuenta atrás no se produjo ese día ni el siguiente sino cuando se le notificó al club la decisión, algo que se produjo durante la primera quincena de diciembre. Además, no se trata de días naturales (porque no se especificó así en la resolución) sino de días hábiles, por lo que entre fines de semana y festivos casi hay otro mes más.
Aprobado el proyecto 'LaLiga Impulso', el club pidió cita con Ximo Puig y, tras una reunión entre el president y Anil Murthy y un segundo encuentro entre el presidente del Valencia y varios de sus directores generales con los consellers Arcadi España y Rafa Climent, se le pidió a la entidad que enviara por 'registro de entrada' unas intenciones que, según admiten fuentes que estuvieron en la reunión, lucían bien en el 'power point' que presentaron pero que no bastan para dar el visto bueno a la operación.
Este mismo lunes, Puig avisó que no se conformarán con cualquier cosa. "El Gobierno valenciano no tiene ninguna responsabilidad directa en el campo, pero no vamos a permitir más chuleos", apuntó en un foro de Las Provincias.
Para este martes esta prevista la reunión entre Murthy y el alcalde de València, Joan Ribó, en la que en principio no se espera que le concrete más de lo que ha concretado hasta el momento en las otras reuniones institucionales y de los datos que dio en la junta de accionistas del Valencia, donde anunció la intención de retomar las obras en septiembre.
Aunque la decisión final sobre los beneficios de la ATE es del Consell, la licencia de obras para el estadio depende del consistorio. De momento, sigue vigente la permitió arrancar las obras pero si como ha anunciado el club cambia el proyecto del estadio (con un diseño de tres anillos y menos localidades fijas), puede que haga falta una nueva y que también el consistorio deba dar el visto bueno.