Así será la falla municipal de 2020
Así será la falla municipal de 2020
El centro impulsa el proyecto 'El Centre del Carme Crema la nit', con el que se vincula con las Fallas a través de conciertos, una plantà y la exposición de Escif
VALÈNCIA. Escif. Centre del Carme. Fallas. No importa el orden, sino el fuego. El artista valenciano inaugura esta misma semana su nueva exposición, Qué pasa con los insectos después de la guerra, una muestra que busca generar un puente entre su proyecto para la falla municipal de 2020 y el centro expositivo, una experiencia que sigue a la protagonizada en años anteriores por Okuda o el dúo Pichiavo. Pero este proyecto, impulsado por Cultura de la Generalitat y Cultura Festiva del Ayuntamiento de València, no será una exposición al uso. Pocos días antes de que queden inauguradas oficialmente las Fallas, el Centre del Carme pone en marcha una fiesta con la que dará el pistoletazo de salida a unas fiestas que este año quieren saltarse todos los muros… y pintarlos. Así es, pues el artista valenciano está creando un mural expresamente para el centro, ubicado en su muro exterior trasero, una obra que conecta de una manera explícita el interior del espacio que acoge su exposición con ese exterior que verá arder su falla.
La primera parada del proyecto es ‘El Centre del Carme Crema la nit’, evento que tendrá lugar este jueves 20 de febrero y que dará por abierto el periodo fallero. Aunque la falla todavía no estará plantada, este mismo día la ciudad contará con un nuevo recorrido, un camino dibujado en el suelo que conecta la plaza del Ayuntamiento con el centro cultural, un trazado que “tendrá un sentido pleno cuando se plante la falla” y que tendrá sorpresa, un juego de pistas y regalos en el que tendrán mucho que ver las redes sociales. El final del recorrido de este jueves nos lleva a la inauguración propiamente dicha, que tendrá lugar poco antes de las 20 horas y que contará con la actuación del músico, compositor y cantante belga Manu Louis, que traerá a València una propuesta que indaga por distintos géneros como el jazz, canción francesa, clásica y música electrónica. Pero no será la única actuación de la noche, pues como guinda se reservan una sorpresa.
Con este evento se pone en marcha la maquinaria de Qué pasa con los insectos después de la guerra, que se podrá ver hasta el 26 de abril en la Sala Dormitori del Centre del Carme. La exposición revela, desde el romanticismo inquieto de un jardín mecánico, el diálogo entre pulsiones de creación y pulsiones de destrucción que subyace a todas las propuestas del mundo. Así, desde el relato de la guerra, Escif articula un concierto ruidoso en el centro de un espacio de silencio que muestra que, a pesar de todo, es posible continuar naciendo.
Pero esta no es la única conexión entre las Fallas y un Centre del Carme que se convertirá en un 'casal' fallero con intervenciones artísticas, conciertos y espectáculos de luz y sonido. El centro sumará también en estos días una muestra centrada en las fallas Innovadoras y Experimentales, vinculadas en gran medida al arte contemporáneo o el mundo del diseño, y vivirá su propia plantà, con la instalación de una falla infantil experimental. Este último proyecto viene a cargo del colectivo valenciano Milimbo, que creará una instalación que invita al juego y a la experimentación inspirada en los juegos de construcción que presenta la muestra Viaje a Corfú (que se exhibe en el Centre del Carme desde el 7 de febrero), un homenaje a la trayectoria vital y profesional de Carlos Pérez, pedagogo, escritor, museógrafo y experto en las vanguardias artísticas del siglo XX.
La exposición de Escif será uno de los extremos de un proyecto que se conecta directamente con Esto también pasará, la falla municipal de 2020 que ha diseñado y que está siendo levantada por los artistas falleros Manolo Martín y José Ramón Espuig. De este proyecto dijo el jurado que la seleccionó que era una falla “del siglo XXII”, un proyecto que es móvil y que ocupa toda la plaza del Ayuntamiento. El corazón de la falla lo conforma la figura de una mujer que se muestra meditando, con los ojos cerrados, una pieza que girará sobre sí misma, dando una vuelta completa al día. La falla salpicará toda la plaza, con ninots que no renuncian a la crítica social, entre los que se incluye un oso polar en referencia al cambio climático o un grupo de inmigrantes.
“Aceptar el carácter efímero de nuestra fiesta, también nos revela una de las grandes leyes universales de la naturaleza. Todo cambia todo el rato”, explican desde el estudio de Escif sobre el proyecto. Esta no es la primera vez que Escif, que ha intervenido espacios como el Palais de Tokyo de París y ha participado en proyectos como Dismaland de Banksy, se sumerge en el universo fallero. Fue en 2015 cuando firmó proyecto para la comisión Mossén Sorell-Corona, un Todo lo que sobra que venía cargado de mensajes. La falla consistía en ‘ocupar’ el espacio urbano que cada año se cede a las fallas con elementos habituales de la calle. Bolardos, contenedores o bicicletas que luego arderían como si la ciudad anocheciera en llamas. Como hará también este 2020.
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