Adaptar las ciudades: manual para evitar inundaciones en la Ribera
Adaptar las ciudades: manual para evitar inundaciones en la Ribera
VALÈNCIA. Las calles inundadas, los campos anegados y los vecinos y vecinas de la Ribera salvando los muebles de sus casas. El último episodio de lluvias torrenciales, ocurrido en noviembre del año pasado, todavía está presente en el recuerdo de quienes lo vivieron y despierta de nuevo con cada amenaza de lluvia. De hecho, dar con una solución que evite estos episodios cada vez más frecuentes ha sido una reivindicación histórica de los vecinos y las administraciones locales y comarcales.
Adaptar las ciudades: manual para evitar inundaciones en la Ribera
Ahora, tras años de lucha, parecen atisbar algo de luz al final del túnel con la adjudicación por parte del Ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Xúquer de un estudio de alternativas para la reducción del riesgo de inundaciones en la Ribera del Xúquer que, según ha explicado el presidente de la CHX, Miguel Polo, tiene como objetivo "conocer lo que está ocurriendo en la zona y priorizar actuaciones" para proteger a la población y los bienes frente al riesgo de inundación, recuperar el espacio fluvial y mejorar la conectividad ecológica entre los espacios naturales protegidos.
Cabe recordar que este nuevo paso llega tras dos décadas de estudios y planes fallidos que se iniciaron en el año 200 con un Plan Global, al que le acompañaron en 2006 dos proyectos que concretaban las actuaciones. Sin embargo, estas hojas de rutas se consideran de "difícil viabilidad" por el alto coste económico, el importante impacto ambiental y la compleja gestión del territorio. A lo que se suma el paso del tiempo que obliga a adaptar estas hojas de ruta a "las nuevas sensibilidades desde el punto de vista social y ambiental". Todo ello, junto a una realidad que muestra que aún existe alto riesgo de inundación en la comarca, ha derivado en la adjudicación de este estudio a la empresa Typsa por un importe 822.679 euros.
La alegría por este avance, sin embargo, ha sido contenida tras conocer los detalles del estudio. La principal reticencia entre los vecinos y algunos de los representantes municipales de municipios afectados por esta problemática ha sido la duración del estudio: dos años. Una controversia que Polo ha querido matizar explicando que el estudio contempla la creación de cinco grandes proyectos: "no necesariamente se tiene que tardar dos años en hacer un proyecto, alguno lo podríamos tener antes y mandarlo al ministerio para que se inicie el expediente de contratación de las obras. Yo confío en que eso va a ser así".
Según ha concretado el director técnico Confederación Hidrográfica del Xúquer, Javier Ferrer, esto cinco proyectos aspiran a ser "viables y eficaces desde el punto de vista técnico, económico, ambiental y social de manera individual". "La idea del gobierno es que, por lo menos, se obtengan cinco proyectos constructivos que no tienen por qué resolver todo, pero si avanzar en la mejora y reducción del riesgo", ha indicado.
Antes de llegar a la redacción de estas propuestas, eso sí, deberán hacer una planificación, unos estudios hidráulicos en detalle, un análisis de las distintas alternativas y elaborar un listado de las actuaciones que, bajo la opinión de Ferrer, "es lo más complicado en cuanto a la gobernanza". "Seguimos pensando en canalizaciones con excavaciones, en diques longitudinales o motas, pero estamos hablando siempre de actuaciones lo más respetuosas posibles con la naturaleza", ha asegurado el director técnico de la CHX.
Además, también se propone redactar 10 proyectos pilotos para reducir el riesgo de inundaciones "reduciendo la vulnerabilidad o los posibles daños". Para ello, Ferrer ha indicado que se deben identificar donde se producen estos daños y, por ejemplo, elevar determinadas infraestructuras. Incluso ha ido más lejos y ha advertido que no se debe "descartar la alternativa de abandonar, es decir, hay cosas que no pueden estar ahí porque es imposible protegerlas". Así pues, el objetivo de estos proyectos piloto serían, no tanto controlar la peligrosidad del agua, sino que si el agua llega a las ciudades los daños que cause sean mínimos.
Otra de las reticencias entre las asociaciones vecinales y algunos alcaldes frente a este estudio ha sido la falta de concreción y urgencia en las actuaciones. Así pues, frente al "enfoque global" defendido por la CHX, algunos representantes municipales como el alcalde de Carcaixent, Paco Salom, han reivindicado hacer compatibles "como sea" las actuaciones de largo recorrido con las actuaciones puntuales. "Pasa el tiempo y tenemos estudios, pero la ciudadanía es la que todos los años afronta un problema importantísimo con las inundaciones", ha denunciado.
"Me parece muy bien que se plantee este estudio, creo que es necesario y fundamental, pero no hay que olvidar que en los pueblos tenemos actuaciones muy concretas y creo que las están dejando para más adelante. No podemos esperar tantos años solucionar, en nuestro caso, la problemática en Cogulla y el barranco del Barxeta", ha criticado el primer edil. "En el caso de Carcaixent, creo que el tema está igual que estaba y me voy un poco decepcionado", ha sentenciado Salom, quien reconoce que han mejorado en la gestión del riesgo de inundación, pero reclama actuaciones "urgentes".
Por su parte, el alcalde Alzira, Diego Gómez, se ha mostrado más esperanzado con el paso que supone meter en la agenda del Ministerio de Transición Ecológica y de la CHX el problema de las inundaciones en la comarca, pero sin dejar de lado su principal reivindicación como alcalde: actuar en los barrancos del Casella y el Barxeta. "Pedimos que se priorice una obra hidráulica importantísima para nuestra ciudad que es controlar el caudal de aguas del barranco de la Casella y el Barxeta, que son los dos más conflictivos que tenemos".
Además, y con la intención de que este estudio no sea uno más de los que quedan olvidados en un cajón, el primer edil de Alzira ha hecho hincapié en la responsabilidad del ministerio de aportar los recursos económicos necesarios. Así como la tarea de la CHX y Delegación de Gobierno de "presionarles para que, tras el estudio, estas obras sean las primeras en realizarse".
Respecto a esta falta de entendimiento sobre el enfoque de las actuaciones, Polo ha matizado que "lo que es global es el análisis, pero las actuaciones serán locales". "El estudio tendrá en cuenta lo que ocurre en los barrancos del Casella y del Barxeta", ha explicado el presidente de la CHX, eso sí, también ha remarcado que el estudio no se centrará "en problemas concretos que ocurran en algún municipio".
Una postura mucho más tajante ha tenido la Delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, quien ha asegurado que su prioridad son las zonas inundables y ha insistido en "su compromiso": "¿Cuánto vamos a tardar? No lo puedo decir, pero el compromiso es apostar por este proyecto en la mayor brevedad posible para que los ciudadanos y ciudadanas de Alzira sufran lo menos posible. Vamos a tener dinero de la UE y tenemos que aprovechar este impulso y todos los recursos que podamos", ha valorado.