MADRID. Parece que otro aumento de 75 puntos básicos (pb) en su tipo de interés de referencia es prácticamente un hecho para la próxima reunión de la FED de noviembre, que concluye el miércoles día 2. La gran incógnita es qué hará el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) en su reunión de diciembre. Si bien la serie habitual de datos económicos respalda claramente otro gran paso en noviembre, la FED ha comenzado recientemente a difundir de nuevo la idea de que las subidas de tipos necesitan tiempo para desplegar su magia. Por tanto, podría ser el momento adecuado para recalibrar.
En julio y agosto, esta línea de pensamiento hizo que el mercado esperara un giro importante de la FED hacia menos subidas de tipos. Pero estas esperanzas se desvanecieron rápidamente, y los mercados se desplomaron en septiembre como resultado. Esta vez el mercado no se ha apresurado a proclamar un giro de la FED. Creemos que su presidente Powell y sus colegas merecen el crédito por esta reafirmación de las expectativas del mercado.
Reiteraron con vehemencia su mantra de tipos más altos durante más tiempo, a pesar del probable alto coste. Sin embargo, la siguiente tarea en el libro de jugadas de la FED podría resultar un poco más complicada. La Reserva Federal necesita abrir una vía hacia subidas de tipos de interés más reducidas sin parecer demasiado dovish. Y, en última instancia, necesita lo que podríamos llamar una pausa hawkish.
Es posible que haya algunos primeros signos de éxito en las agresivas subidas de tipos de la FED. Los sectores de la economía sensibles a los tipos de interés, como el inmobiliario, están cayendo en picado, lo que genera esperanzas de un enfriamiento de la inflación en los costes de la vivienda, que es uno de los principales impulsores de la inflación general. Por lo tanto, las expectativas de que los precios de los bienes duraderos se moderarán son realistas. Los inventarios siguen siendo elevados y las interrupciones en la cadena de suministro mundial han disminuido recientemente.
En segundo lugar parece que el exceso de demanda de mano de obra se está enfriando, mientras que los datos anecdóticos apoyan la opinión de que las empresas están reteniendo a los trabajadores, ya que la oferta de mano de obra sigue siendo limitada. Esto puede conducir a un menor aumento de los salarios.
Y, por último, la idea de que la economía estadounidense entrará probablemente en una recesión (leve) en los próximos trimestres ha cobrado fuerza. Dado que las propias perspectivas de la FED sobre el crecimiento económico para 2023 son actualmente relativamente optimistas, podría replantear su visión hacia una desaceleración leve, incluso una recesión, en la que persistan las presiones inflacionistas. Ello justificaría que la FED hiciera una pausa en las subidas de tipos, pero que los mantuviera altos para acabar con la inflación, y por si acaso fuera necesario subirlos aún más.
La Reserva Federal podría empezar a dibujar un escenario de este tipo, pero lo más probable es que no lo haga antes de la reunión de diciembre, en la que está prevista la actualización del resumen de proyecciones económicas. Para la inminente reunión, esperamos que se discutan algunas ideas de recalibración de las futuras subidas de tipos y la cuarta consecutiva de 75 puntos básicos.
Christian Scherrmann es economista para Estados Unidos en DWS