VALÈNCIA (EFE). La planta de Ford en Almussafes (Valencia) vuelve este miércoles a la producción después de siete días de parón en la fabricación de vehículos y nueve en motores por el ERTE, que va agotando sus días de aplicación y únicamente tiene pendientes tres en la última semana de junio.
Desde el día 7 hasta este martes las plantas de vehículos y motores han estado paralizadas, si bien motores ya paró el montaje dos días de la primera semana del mes.
Con los tres días para vehículos y dos para motores pendientes entre el 28 y el 30 de junio, el ERTE vigente agotará las jornadas previstas para hacer frente a la caída de la demanda y a la falta de componentes semiconductores.
Según el presidente del Comité de empresa, Carlos Faubel, la falta de microchips no está resuelta a nivel mundial y este problema continúa impactando en la planta.
En la factoría, con 6.728 trabajadores, se da por hecho que va a haber otro expediente de suspensión de empleo, ya sea de aplicación inmediata antes de las vacaciones, o después del mes de agosto, puesto que el actual ya ha adelantado los días de aplicación de julio a junio.
Desde que comenzó la pandemia, la planta valenciana ha aplicado un ERTE tras otro y dos ajustes de empleo que conllevan la salida de un millar de trabajadores. En 2019 tuvo lugar un ERE para unos 350 empleados y recientemente se ha negociado otro para 650, a los que se suman algunos trabajadores que ya han cumplido 65 años y han abandonado la empresa.
La semana pasada se inició la vacunación en empresas en la Comunitat Valenciana y en Ford se desarrolla desde el pasado jueves, con lo que una parte de los trabajadores tuvo que acudir expresamente a la factoría a recibir la primera dosis de la vacuna contra la covid.