VALÈNCIA. (EFE) Más de mil salas de fiesta, baile y discotecas desaparecerán con la pandemia y con ellas miles de empleos y riqueza tras un año de cierre. Ese es el balance que hace la Federación de ocio, turismo y juego (Fotur), que espera que llegue "una nueva era donde los QR, los pagos por teléfono, tarjetas y las nuevas tecnologías" les lleven "de nuevo al éxito".
En un comunicado la patronal del ocio nocturno en la Comunitat Valenciana ha señalado la importancia de seguir manteniendo esta industria del ocio y de la música, que es "el complemento diferenciador necesario para la industria turística de la Comunitat Valenciana y de España", según su secretario general, Juanjo Carbonell.
"Nuestras salas de fiesta, baile y discotecas se encuentran cerradas desde antes de la declaración del estado de alarma, aquel fatídico 14 de marzo de 2020. Se encuentran muertas, desocupadas, llenas de un enorme vacío y de un escalofriante silencio", lamenta la federación.
Los DJ han llevado "el sonido de Valencia por todos los rincones del mundo", pero ahora "la consellera de Sanidad, Ana Barceló, dice que escuchar música con dj hace que la gente se mueva demasiado"; los pubs, cafés teatros, cafés conciertos y cafés cantantes están "sin música, sin café y sin cantantes"; y el tardeo que empezaba a despegar y a introducirse como un nuevo modelo de ocio "no ha sido capaz de resistir a la pandemia", indica Fotur.
También se refiere a las empresas de espectáculos que "llenaban los espacios de las ciudades y las plazas de los pueblos" y que "siguen existiendo pero se encuentran abandonadas por la Administración y sin ayudas directas", y los festivales, "una industria que estaba en pleno auge" y que la covid se ha llevado por delante.
Las salas de bingo, que se habían adaptado al bingo electrónico, están "sin salida y las pérdidas se acumulan"; y los salones de boda y eventos se han quedado sin celebraciones por la suspensión de las bodas, primeras comuniones y actos sociales.