VALÈNCIA. "La plaza del Ayuntamiento se convierte en un salón Ikea durante los días de Fallas". Con este titular, la Junta Central Fallera (JCF) daba a conocer la inauguración del bautizado como Saloncito Ikea, que se produjo el pasado 1 de marzo. Al acto acudieron el concejal de Cultura Festiva y presidente de la JCF, Carlos Galiana –este viernes será sustituido en el cargo por Pere Fuset–; las falleras mayores de València Laura Mengó y Paula Nieto; la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Alfafar, Empar Martín Ferriols, y la directora de Ikea Valencia, Diana Carrero.
Dos días después, el 3 de marzo, el propio Galiana firmaba con Diana Carrero el "Convenio de colaboración empresarial entre el organismo autónomo Junta Central Fallera y la empresa Ikea Ibérica SA para el patrocinio del las fallas 2023" por el que, como ha venido relatando en exclusiva Valencia Plaza, la multinacional sueca Ikea colocó en suelo público un pabellón con terraza con vistas a la mascletà formado por tres contenedores.
Con todo, el hecho de que el documento se firmara dos días después de inaugurarse el pabellón y un día después de que lo visitara el cónsul honorario de Suecia en Valencia, Rafael Ripoll, no es lo más preocupante en la gestión administrativa de este convenio. Así, el precio pagado por Ikea, solo 35.000 euros, se aceptó por parte de la JCF mientras se negociaban las contrapartidas, a saber: la cesión de suelo publico –30 metros cuadrados de instalación sobre un recinto vallado y reservado de 84 m2– durante 19 días, la presencia de las falleras mayores tanto en el Saloncito Ikea como en la tienda de muebles que tiene en Alfafar para actos promocionales, la cesión de 106 mupis municipales repartidas por toda la ciudad para una campaña de publicidad de la multinacional y la presencia del logotipo de Ikea en los carteles de las mascletaes.
Según el expediente al que ha tenido acceso este periódico, la cronología de los trámites fue la siguiente:
Uno de los contenedores que albergó el Saloncito Ikea, con la terraza, está 'aparcado' en un solar de la calle Conde de Montornés. Foto: VP
El Partido Popular, que este jueves criticaba la privatización durante Fallas de un espacio de la plaza, reveló que en la autorización a Ikea no participó el Servicio Municipal de Dominio Público, a diferencia de otras instalaciones del mismo tipo, como las de las televisiones públicas.
Según el concejal Santiago Ballester, la instalación de À Punt, que presta un servicio público con las retransmisiones de las Fallas, cuenta con informes de Policía, Movilidad, Bomberos y Dominio Público y se tramita desde este último Servicio Municipal, dirigido por Lucia Beamud (Compromís), mientras la autorización de cesión de dominio público a Ikea se tramitó desde la Concejalía de Cultura Festiva. Según el edil popular, "en este expediente no se solicitó ni un solo informe a ningún Servicio municipal".