VALÈNCIA. (EFE) Varios centenares de personas de entidades vecinales del barrio de Benimaclet de València se han concentrado ante la Delegación del Gobierno para protestar por la posible infiltración de un agente de Policía Nacional en los movimientos sociales, ante lo que han exigido "consecuencias" y "explicaciones de verdad".
Así lo ha afirmado el portavoz de Cuidem Benimaclet, Carlos Marco, que ha afirmado que, además de la protesta social, que ha contado con varios centenares de personas, el movimiento vecinal ha puesto el asunto en manos de abogados para estudiar la posibilidad de emprender acciones legales.
Con presencia de miembros de Podem y Compromís, los representantes de la asamblea vecinal Cuidem Benimaclet y el Centro Social Okupado Anarquista (CSOA), entre otras asociaciones, se han concentrado en la sede del Gobierno en València, en la plaza del Temple, donde han coreado lemas como "Marlaska, devuelve a Ramón", en referencia al nombre del presunto infiltrado.
"Para que, como Ministerio o como Policía, tengas un infiltrado en un movimiento tiene que existir una justificación muy grande", ha destacado Marco, que solo concibe esta estrategia en "casos como los de terrorismo".
Por eso, ha dicho, le preguntaría al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, si ve al movimiento vecinal "tan peligroso" como para utilizar estas tácticas.
"Para saber que estamos en contra del PAI de Benimaclet no hace falta un infiltrado, ni para saber que no apoyamos a las grandes compañías como Metrovacesa", ha añadido el portavoz de la asociación, que ha recalcado que todas sus posturas y actividades son "absolutamente abiertas".
"Esto tendría que tener consecuencias, y alguien tendría que salir a dar explicaciones de verdad", ha reivindicado Carlos Marco, que ha considerado paradójico que esto ocurra con "el Gobierno, en teoría, más progresista de la historia".
Ha considerado "evidente" que se trataba de un infiltrado por los casos anteriores en Cataluña, pero ha añadido que "lo que hizo saltar la alarma" fue cómo el presunto infiltrado "se fue, despareció", de forma "muy extraña".
Ha subrayado que están "recibiendo una solidaridad brutal, mucho cariño y cuidado" y "la gente más afectada por el caso está muy acompañada", lo que a su juicio demuestra que "la comunidad que siempre proclamamos está siendo efectiva".
"Lo que tenemos claro es que vamos a seguir trabajando como lo estábamos haciendo", ha destacado, y ha concluido que "si el movimiento le ha abierto las puertas de su casa a un policía infiltrado, lo seguirá haciendo para todos" puesto que, de otra forma, "el espionaje de Estado estaría ganando la batalla".