Es difícil imaginar, en el mundo global en que vivimos, un país sin infraestructuras o con infraestructuras precarias por las consecuencias negativas que tendrían para la sociedad, para las empresas, para la movilidad de las personas, en definitiva, para el crecimiento demográfico y económico de un país, porque las infraestructuras son la base del crecimiento económico. Sin infraestructuras no hay desarrollo social ni económico.
Las infraestructuras son necesarias en todas y cada una de las facetas de la economía. Para que un sector industrial se pueda desarrollar en condiciones, es determinante que éste tenga infraestructuras adecuadas, que permitan elevar la calidad de vida de la sociedad y promover el crecimiento económico y, en consecuencia, el empleo.
Alcanzar ese futuro económico positivo es una tarea de todos, no sólo de los municipios perjudicados por la falta de inversión en infraestructuras, también de las diferentes administraciones supramunicipales. Todas las instituciones implicadas debemos remar en la misma dirección y aunar esfuerzos para conseguir nuestros objetivos. Objetivos que son comunes y nos benefician a todos. Dinamizar el territorio y conseguir su expansión no es viable sin una red de cooperación y coordinación entre administraciones.
Debo recordar, que el Área de Actividades Económicas de la A-3, el área industrial que formamos Loriguilla, Ribarroja y Cheste, es un punto logístico importante no sólo a nivel provincial, sino también, a nivel autonómico, nacional e internacional. Un área logística con más de ocho millones de metros cuadrados de suelo industrial consolidado, donde se encuentran radicadas más de mil empresas que dan trabajo a más de doce mil personas.
Necesitamos soluciones para acabar con los obstáculos que impiden nuestra expansión y crecimiento. Encontrar fórmulas de colaboración que permitan modernizar nuestros parques industriales, impulsar la actividad económica y el equilibrio territorial. Invertir en infraestructuras adecuadas y eficientes.
Necesitamos armonizar los factores para transformar nuestras infraestructuras precarias en infraestructuras de calidad, para ofrecer a las empresas radicadas en nuestra zona la máxima competitividad, eficiencia y mejoras tecnológicas.
Y para conseguir esa transformación estructural y ser más competitivos, necesitamos el compromiso de todas las administraciones. El área A-3 es una apuesta clara y firme por el progreso, que aspira a convertirse en una de las principales plazas logísticas de España y del arco mediterráneo.
Es tiempo de sumar, de remar en la misma dirección, es tiempo de colaboración y sinergias.
Sergio Alfaro es alcalde de Loriguilla y presidente de la Asociación de Municipios del Eje A3