ALICANTE. Nuevas perspectivas de futuro para uno de los puntos icónicos en la escena cultural del Casco Antiguo de Alicante: los antiguos Cines Astoria. Inversores particulares de origen belga han adquirido la propiedad de los multisala con el propósito de dar una segunda oportunidad al inmueble, que permanece abandonado y en desuso desde que se precipitase su cierre como centro de exhibición cinematográfica, en el verano de 2009.
No obstante, los nuevos propietarios no habrían definido todavía cuál podría el proyecto a desarrollar sobre el edificio y seguirían barajando distintas opciones, según precisaron a consulta de Alicante Plaza. "Me gusta el Casco Antiguo de Alicante y el edificio tiene alma e historia de verdad. De momento, el proyecto no está definido", apuntó una de las nuevas titulares del inmueble.
En principio, el edificio admitiría tanto el uso terciario que mantuvo durante su etapa de funcionamiento como cine, como su posible reconversión hacia un uso residencial para que pudiese albergar viviendas, o incluso alojamientos turísticos. Eso sí, ese hipotético nuevo destino requeriría de una profunda transformación de su configuración actual. Y, por tanto, de una inyección económica adicional a la asumida con motivo de la adquisición, cuyo importe no ha trascendido.
El antiguo multisala, situado en el número 6 de la calle Cisneros aunque con acceso también desde la Plaza del Carmen, se distribuye en planta baja y dos alturas. Su funcionamiento como cine se remonta al año 1979, de la mando de su fundador, Paco Huesca. Desde sus inicios, quedó especializado en la programación de películas de cine alternativo, no taquilleras. No obstante, la crisis generalizada en la afluencia de espectadores motivó un primer cierre en 2006.
Un año después, reabrió de la mano del empresario valenciano Antonio Mansilla, que retomó el proyecto con el mismo perfil había mantenido desde el nacimiento del cine, exhibiendo películas en versión original, cine español e hispanoamericano y largometrajes de producción independiente, alejadas de los circuitos de exhibición convencionales.
Sin embargo, dos años después, se puso fin a ese intento de relanzamiento, a pesar de que se llegó a invertir en la modernización de sus medios de proyección y de que se promovió un ciclo de cine en valenciano con sesiones matinales para colegios en colaboración con la Universidad de Alicante (UA).
Ahora, el edificio queda sujeto a una nueva etapa, también en manos privadas, después de que, en la campaña electoral de las municipales del pasado mes de mayo, el entonces candidato del Partido Popular (PP), Luis Barcala, llegase a comprometer una posible adquisición por parte del Ayuntamiento de Alicante para convertirlo en un centro cultural dedicado a las artes escénicas, en el supuesto de que se revalidase la Alcaldía, como acabó sucediendo.
No obstante, la iniciativa privada se anticipó a esos planes en un acuerdo de compra que, según fuentes consultadas, se habría materializado hace cerca de seis meses. En todo caso, el Ayuntamiento seguiría teniendo a su alcance ahora la posibilidad de intentar su adquisición.