El pasado 27 de diciembre, festividad del evangelista Juan, se registró Izquierda Española como partido político. Esta misma semana ha dado a conocer su decisión de presentarse a las elecciones europeas. El primer puesto de la lista lo ocupará el abogado Guillermo del Valle, anterior promotor del grupo de pensamiento El Jacobino y autor de la La Izquierda Traicionada, un libro cuyo título es suficientemente expresivo. En el segundo lugar irá Soraya Rodríguez, que fue portavoz socialista en el Congreso. Para no que los tilden de machistas sería deseable que obtuvieran escaño ambos, y no solo el varón.
Como su nombre indica, Izquierda Española es un partido socialista. Eso significa que no es un partido liberal, ni conservador, ni democristiano, ni siquiera centrista. No aspira, pues, a actuar como bisagra, a diferencia del periclitado Ciudadanos. Aspira a ocupar el espacio abandonado por el PSOE y Sumar más que a competir electoralmente con el PP. Nadie se equivoque en ese punto.
Se trata, en suma, de un partido que defiende la igualdad. Pero no solo la igualdad de oportunidades, sino que aboga por una disminución de las desigualdades económicas y sociales. En ese sentido, planteará en el Parlamento europeo la necesidad de establecer unas normas fiscales comunes. No se puede avanzar hacia una mayor igualdad si persisten los paraísos fiscales en ciertos enclaves europeos y la tributación sigue pautas muy distintas en los diversos países. La movilidad de los capitales y de los trabajadores debe ir acompañada de unas reglas de juego estatales más homogéneas que en la actualidad, que no otra cosa significa la tendencia a la igualdad real social.
"Izquierda Española SE DIFERENCIA de las otras izquierdas de nuestro país en que no cree que España sea una nación de naciones"
Se diferencia Izquierda Española de las otras izquierdas de nuestro país en que no cree que España sea una nación de naciones. Se opone por completo al sofisma que, ideado por el socialista Anselmo Carretero, popularizó el presidente Zapatero y exacerbó el presidente Sánchez. Según Guillermo del Valle, la fragmentación de España en varias naciones acarrea una desigualdad social todavía mayor de la ya existente. Aunque nominalmente uno de los valores principales de los partidos socialistas sea la igualdad, casi toda la izquierda de nuestro país, tanto la socialista como la neocomunista, defiende las desigualdades económicas y sociales entre las diferentes regiones. Así, se entienden con los separatistas vascos en congelar su arbitrario cupo fiscal, máxima expresión de la insolidaridad (mejor sería injusticia) territorial. Y también se entienden con los separatistas catalanes, tanto los de izquierdas, como IRC, como los de derechas, como Juntos por Cataluña, en su declarada intención de recaudar y administrar todos los impuestos. Ya sabemos que esa fuente de desigualdad no se corrige por más que luego contribuyan a la caja común, pues suele estimarse muy a la baja esa contribución. Y, para colmo, ya han avisado su donación de solidaridad sería mucho menor que la actual y, en todo caso, transitoria. Si, con la ayuda del PSC y los Comunes, fuerzas homólogas de PSOE y Sumar, eso se materializase, varias regiones españolas, entre ellas Murcia, tendrían que recortar sus servicios públicos, notablemente la Sanidad y la Educación.
Es más, los dirigentes socialistas de TVE a lo mejor no podrían contratar a Broncano, que hace a sus entrevistados la misma pregunta que los curas de mi generación a los adolescentes: ¿cuántas veces te has tocado en el último mes? La diferencia es que los curas resolvían la papeleta imponiéndonos un par de oraciones, mientras que Broncano nos cobra millones de euros por confesarnos. ¡Manda huevos!, que diría Trillo. Menos mal que Martín Medem, nombrado por Izquierda Unida, se ha abstenido (de votar a favor de Broncano, no de lo otro).
Hablando de temas sexuales, Izquierda Española no comparte la delectación de sus colegas por las políticas subjetivistas, esas que están arrumbando al movimiento feminista clásico al considerar como mujer a cualquiera que así lo diga. De ese modo, las izquierdas reaccionarias que nos gobiernan liquidan de raíz la condición objetiva de mujer, con lo que privan de su base material al movimiento feminista. Las feministas de Izquierda Española lo son de verdad. Llamadlas sosas, pero creen que hay unas fructíferas, y potencialmente placenteras, diferencias anatómicas entre los hombres y las mujeres. Y que nadie ose hablar de transfobia, pues comprenden la necesidad de atender a los escasos transexuales genuinos que existen, sin por ello borrar las diferencias entre los dos sexos más frecuentes.
"Al menos Felipe González convocó un referéndum cuando pasó del 'OTAN, de entrada, no' al 'OTAN, de salida, tampoco'; Eso lo honró y debería repetirse ahora con la amnistía"
En tercer lugar, Izquierda Española rechaza el trueque de amnistiar a los delincuentes separatistas catalanes a cambio de sus votos para gobernar. Eso no es más que otra forma de desigualdad, en este caso judicial. La cosa es sencilla: si eres un separatista catalán puedes malversar impunemente; si eres un cargo político murciano serás penado si malversas. Además, Izquierda Española pide un referéndum nacional sobre la amnistía, único modo de corregir el engaño masivo al electorado que supuso presentarse a las elecciones diciendo que la amnistía era inconstitucional para, en una semana, afirmar que era impecablemente constitucional. ¿Cómo es que pasó a ser constitucional en una semana? Por los votos de los separatistas; no hubo más. Al menos Felipe González tuvo la decencia de convocar un referéndum cuando pasó del "OTAN, de entrada, no" al "OTAN, de salida, tampoco". Eso lo honró y debería repetirse ahora con la amnistía. Ha preguntado Zapatero si alguna democracia prohíbe las amnistías. La respuesta es sencilla: la Constitución española prohíbe los indultos generales y, como es bien sabido, el que prohíbe lo menos, prohíbe lo más.
Puede que lleven razón los que dicen que el programa de Izquierda Española suena anticuado, pero yo creo que es muy novedoso. Es obvio que hay partidos separatistas que se dicen de izquierdas, como BNG, IRC y Reunirse (Bildu), pero también apuestan por la plurinacionalidad Compromiso, Más Madrid, los Comunes y, en general, todas las formaciones de Sumar. ¿Y el PSOE? El mero hecho de que no exista en Cataluña, donde lo sustituye el PSC, ya indica que no cree que Cataluña forme parte de España en igualdad de condiciones con Murcia. Y lo mismo le ocurría al PCE, sustituido por el PSUC en Cataluña. Si ustedes se lo piensan, descubrirán que Izquierda Española es una absoluta novedad en el panorama político español: es el primer partido de izquierdas que se llama igual en todas las regiones españolas y que cree que España es una nación. Una oportunidad, pues, para los socialistas y neocomunistas que se sientan defraudados por las políticas antiigualitarias en materia territorial del PSOE y de Sumar. No la desaprovechen.