MADRID (EP). El Ibex 35 ha cerrado la sesión de este lunes con una caída del 0,99%, amortiguando así el descenso de más del 5% que registraba en los primeros momentos de la jornada, pendiente de los acontecimientos de la guerra de Ucrania tras la invasión rusa. El analista de XTB, Joaquín Robles, señala que la incertidumbre y la volatilidad van a seguir siendo los factores predominantes en los mercados bursátiles, con un conflicto bélico "que está durando más de lo esperado" y que, cuanto más se alargue, "más se van a encarecer las materias primas".
En este sentido, tanto Robles como los analistas de XTB señalan la inquietud de los inversores ante una posible prohibición de comprar a Rusia, incluyendo el petróleo, lo que ha hecho disparar el precio de ciertas materia primas, como el crudo, el paladio o el cobre. Así, el precio del petróleo de calidad Brent, de referencia para Europa, subía hasta 123,05 dólares (+4,18%), aunque al inicio de la sesión ha llegado a dispararse casi un 20% y superar los 130 euros, su nivel máximo desde 2008. En el caso del crudo West Texas Intermediate (WTI), el precio del barril se situaba en 118,60 dólares (+2,53%).
Por otro lado, la cita clave para los inversores será el jueves, 10 de marzo, cuando se celebre una nueva reunión del Banco Central Europeo (BCE) en la que hará una actualización de su cuadro macroeconómico. Robles recuerda que este mes de marzo terminará el programa de emergencia de compra de activos que el BCE aprobó en 2020 para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 (PEPP), y quedará en cambio el programa de compra de activos (APP) que, hace pocas semanas, se especulaba con que terminaría en septiembre, como paso previo a una subida de tipos de interés.
"Ahora la situación ha cambiado, estamos ante un entorno en el que es muy complicado hacer pronósticos y es probable que veamos cómo el BCE adopta una posición más cautelosa", ha señalado el analista de XTB. "El dato de inflación de la zona euro del mes de marzo fue de 5,8%, el triple del objetivo oficial. El gran problema es que la subida de los precios de las materias primas podría seguir incrementando la inflación de tal forma que precipitara una recesión antes de que se implementen medidas para tratar de frenarla", agrega.
Así, espera que el BCE continúe enfatizando la necesidad de conocer más datos sobre la evolución de la economía para tomar decisiones. "El organismo europeo se encuentra ante una situación muy complicada en la que no se descartan nuevos instrumentos, ya que un endurecimiento monetario prematuro corre el riesgo de provocar una desaceleración", señala.
En este contexto, el Ibex 35 ha cerrado en los 7.644,6 enteros, marcando mínimos desde noviembre de 2020, con más de la mitad de sus valores en negativo. Han destacado las caídas de Sabadell (-6,95%), BBVA (-6,54%), IAG (-6,44%), Aena (-5,94%), CIE Automotive (-5,30%), Bankinter (-5,11%) e Indra (-4,71%). Por el lado positivo, Solaria ha despuntado con una subida del 10,64%, seguido por Siemens Gamesa (+7,71%), Grifols (+5,84%), Acciona (+4,74%), Cellnex (+4,26%) y Repsol (+4,03%).
Sin embargo, afirma que la compañía "sigue con los mismos problemas", con posibles flujos de caja futuros "muy exigentes", los fondos Next Generation EU que "todavía no han llegado, y cuando lleguen, habrá que ver cuantos proyectos logran", mientras que una subida de tipos para frenar la inflación "podría encarecer el coste medio de la deuda y reducir beneficios". Cabe destacar también la subida del 23,68% de Deoleo en el mercado continuo ante la falta de existencias de aceite de girasol en los supermercados españoles derivada de la guerra de Ucrania, lo que podría derivar en un aumento de la demanda del aceite de oliva.
En cuanto al resto de bolsas europeas, han conseguido moderar su caída, después de desplomarse igualmente al inicio de la sesión, de forma que Londres ha cedido un 0,21%, París, un 1,31%, Fráncfort un 1,98% y Milán, un 1,36%.
Por último, la cotización del euro frente al dólar se colocaba en 1,0865 'billetes verdes', mientras que la prima de riesgo española se situaba en 103 puntos básicos, con el interés exigido al bono a diez años superando el 1%.