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los sindicatos negocian con la empresa diferentes soluciones

La EMT de València, primera empresa pública de la Comunitat en plantearse un ERTE por el coronavirus

25/03/2020 - 

VALÈNCIA. La EMT de València, como muchas otras empresas, se enfrenta a un futuro incierto provocado por el parón en la actividad económica a causa del estado de alarma, decretado por el Gobierno central para frenar la expansión del coronavirus. Los viajeros se han reducido sobremanera -el 90% de viajes-, se ha restringido el aforo de los autobuses a 20 viajeros, y se ha recortado de forma considerable el servicio de autobuses municipal, concretamente un 45%. Una situación cuyo final se desconoce y que, inevitablemente, repercutirá en las cuentas de la firma pública, presidida por el edil Giuseppe Grezzi y gerenciada por Josep Enric García. Y ante ello, se han planteado diferentes posibilidades, entre las que se encuentra la presentación de un ERTE.

Se estima que hasta pasado el verano no se podría recuperar la normalidad económica de la empresa y que el impacto económico podría alcanzar los 9 millones de euros, según cálculos internos. Proyección, no obstante, que se encuentra en la arena movediza de cómo se desarrolla la enfermedad y que, por tanto, podría cambiar conforme pase el tiempo. Todo ello ha hecho reaccionar a la directiva. Parece evidente la voluntad de reducir los costes en este escenario. "Estamos en constante comunicación con la parte social para ver cómo afrontar esta situación", señalaron desde la firma.

Es por ello que este lunes, el Comité de Empresa mantuvo una reunión con la firma para acordar las medidas a adoptar en esta delicada situación y que se quieren empezar a implementar a principios de abril. Por ello, hay premura en alcanzar un acuerdo con las organizaciones sindicales. 

Una de las que se comentaron fue la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) rotativo, según diferentes fuentes presenciales. Se trataría de un procedimiento que afectaría fundamentalmente al sector de los conductores y al que podrían acogerse, en principio, voluntariamente, si bien más tarde habría prioridades para aquellos que sean grupo de riesgo por contagio de coronavirus -especialmente los mayores de 55 años- y los empleados que tengan personas dependientes a su cargo.


Los servicios jurídicos sindicales sostienen que no se puede realizar un ERTE en una mercantil pública. En realidad, hay divergencia entre los juristas sobre la posibilidad de hacerlo: hay despachos que aseguran que las administraciones públicas no pueden llevar a cabo un ERTE, mientras que sí es posible aplicar un ERE. Lo cierto es que en otros territorios ya se ha presentado un procedimiento similar. Es el caso, por ejemplo, de Pamarsa, empresa pública de Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife).

La EMT, con todo, ha sido la primera empresa pública valenciana que se lo ha planteado, al menos que haya trascendido. Sin ir más lejos, la portavoz de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, fue preguntada por este mismo asunto en el sector público autonómico, y aseguró que como el personal "está haciendo sus funciones de una manera u otra", no se contemplaba ningún ERTE en alguno de los entes dependientes del Consell.

Según los sindicatos consultados, hay algunas dificultades de aplicación en el caso concreto de la EMT, puesto que la futura contención del coronavirus es incierta, y si hubiera un contagio destacable en la plantilla que no estuviera afectada por el ERTE, podría generar problemas a la hora de recuperar trabajadores que volverían a ser necesarios.

Esta herramienta es, dicen, "la más fácil para la empresa", si bien se quiere evitar a toda costa con la implementación de otras medidas sustitutivas, pero que no se descarta que se apliquen como complementarias al ERTE. A la postre, el propósito es cubrir el agujero económico con la conjugación de las distintas herramientas y con el menor perjuicio a los trabajadores. Preguntada la empresa en reiteradas ocasiones durante la jornada de este martes, no quiso manifestarse al respecto.

El presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, y el gerente, Josep Enric García. Foto: KIKE TABERNER

Rebaja de jornada y salario

Otras soluciones a adoptar son, por ejemplo, el recorte en las jornadas laborales y, por ende, también en los salarios, que podría ser de hasta el 10%. Es una medida que, señalan, sería equitativa y podría resultar menos gravosa para los empleados. En este sentido, también se ha puesto sobre la mesa la eliminación de algún complemento como el de Incapacidad Temporal (IT). Esto es, aquel que se percibe, según convenio, cuando se encuentra en situación de baja temporal.

En los sindicatos también están dispuestos a utilizar otros instrumentos para amortiguar el golpe de la crisis sanitaria. Por ejemplo, se ha hablado de la posibilidad de emplear los permisos no retribuidos: que aquellos que lo deseen puedan solicitar un permiso durante un período de tiempo sin percibir remuneración. Asimismo, se está dispuesto a utilizar incluso los días de vacaciones para cubrir la falta de trabajo en el servicio de autobuses.

El Comité de Empresa rechaza el ERTE y plantea alternativas

Este martes, con todo, hubo encuentro del Comité de Empresa para acordar una posición conjunta que ya se ha trasladado a la dirección. Así, el documento remitido expresa que el Comité "no acepta ni la negociación ni la imposición de ningún ERTE, al igual que tampoco se han planteado en ninguna empresa pública".

En ese sentido, continúa el Comité, "si los trabajadores de la EMT tenemos que hacer un esfuerzo económico por solidaridad ante la actual crisis generada por la pandemia de coronavirus, este debe ser el mismo que se realice por todos los trabajadores públicos del Ayuntamiento de València, desde el alcalde hasta el último de los estamentos laborales que lo comprenden".

Foto: EDUARDO MANZANA

En este sentido, los sindicatos plantean una solución: un calendario en el que cada empleado trabaje siete jornadas y descanse otras catorce. De este segundo período, la mitad correría a cargo de la firma municipal, y la otra mitad a cuenta del trabajador -agrupando descansos, horas de formación, o también días de vacaciones-. 

Por otro lado, "como medida para mantener la liquidez en las cuentas de la EMT, el Comité aceptaría que la compra masiva de autobuses se pudiera alargar en un tiempo máximo acordado", y como medida "extraordinaria" y "rotativa", pone sobre la mesa que el personal "excedente" se podría destinar a realizar tareas que hacen subcontratas. Ahora, la empresa deberá dar el próximo paso, que se prevé próximo, para avanzar en la negociación.

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