El Ayuntamiento maniobra para que deje de explotar el monte en 2017 y la empresa asegura que tiene firmado hasta 2030
VALENCIA. La cementera Lafarge de Sagunto cifró este jueves en 30 millones de euros su impacto en la economía de la Comunitat en 2015. La cantidad, calculada a partir de "la aportación de la planta a la comunidad vía impuestos, contratación de servicios, convenios, salarios y acciones de responsabilidad social corporativa", trasciende en medio del tira y afloja con el nuevo Ayuntamiento de la localidad.
El consistorio quiere que la mercantil deje de de explotar en 2017 la cantera ubicada en la zona del Salt del Llop del monte Romeu, mientras la empresa sostiene que tiene derecho a permanecer en el lugar haciendo uso de una prórroga y alerta de que su marcha pondría en peligro los 400 empleos de la cementera -entre eventuales y fijos-.
La compañía solicitó autorización para poder explotar 14 hectáreas contiguas -ubicadas en la zona de Margas- para garantizar la actividad futura de la empresa. También pidió la prolongación del plazo de explotación -que expira en 2017- hasta 2030, una ampliación que, según aseguran, fue acordada en la anterior legislatura, con el gobierno del PP.
No obstante, al tener conocimiento de la solicitud, el actual ejecutivo, liderado por el alcalde de Compromís Francesc Fernández -que gobierna con el apoyo de ADN Morvedre y Esquerra Unida- maniobró para impedirlo.
Por lo que respecta a la extensión de la actual zona de explotación, el Ayuntamiento mantiene que la petición va contra los Planes Generales de Ordenación Urbana de 1992 por no estar catalogadas en los PGOU como zona de explotación minera. Por contra, la mercantil sostiene que el documento firmado en 2013 habilita expresamente a la sociedad para ampliar los trabajos de extracción de piedra a una zona máxima de 14 hectáreas.
El consistorio añade otros argumentos contra la continuidad de la actual cantera, recogidos en siete alegaciones presentadas a la Generalitat. Entre ellas se encuentran cuestiones como que la petición de Lafarge incumpliría las cantidades de piedra acordadas en el contrato rubricado en 1988 o que la cantera está cerca de viviendas cuyos residentes sufrirían los perjuicios acústicos de las explosiones.
La cuestión medioambiental es otro escollo planteado por el actual consistorio, que antepone a toda costa el plan para convertir el perímetro protegido en un paraje natural. La firma, al respecto, sostiene que el convenio firmado hace dos años compatibiliza el paraje con la explotación.
La pelota está ahora en el tejado de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, que tendrá pronunciarse al respecto, si bien la sociedad se muestra optimista al contar "con todos los lo permisos requeridos".
Por lo que respecta a la marcha de la mercantil, la firma informó de que las exportaciones de la fábrica alcanzaron más del 70% de su producción en 2015, con principal destino a Argelia, Francia, Grecia, Malta, República Dominicana, Ecuador y Malasia, según transmitió Miguel Ángel Urbano, director de la fábrica de Sagunto.
LafargeHolcim (SIX Swiss Exchange, Euronext Paris: LHN) es el líder mundial del sector de materiales de construcción con una presencia equilibrada en 90 países y centrados en el cemento, áridos y hormigón. El grupo cuenta con 115.000 empleados en todo el planeta y una cifra de negocios neta combinada de 33.000 millones de francos suizos (27.000 millones de euros) en 2014.
En España, LafargeHolcim cuenta con cinco fábricas de cemento con una capacidad instalada superior a los 10 millones de toneladas anuales y una molienda, cuarenta plantas de hormigón, una planta de morteros, trece canteras, 5 terminales y 1 planta de residuos donde trabajan cerca de 1000 empleados.