Ha tenido que cambiar de estación para poder escribir sobre ello. Se acabó el verano. Comienza el otoño. Después de la tempestad viene la calma. El lema, Agua para todos, utilizado en el pasado de manera perversa, generó confrontación, llegué incluso a marcharme de la tribuna de Mestalla antes de iniciarse el encuentro Valencia-Murcia, por utilizar al Club de mi patria, mi infancia, el slogan para dividir a los valencianos por un tema tan sensible y necesario como es el agua. Mi viejo se disgustó por tal irreverencia. Los jugadores no tenían la culpa. No lo entendía. Al final de la corrida lo comprendió.
Llegó a veces a ser pesado y difícil. Me gustaría focalizar el debate político en torno a una factura del agua. Privatizada. Es otro bien tan esencial como la luz. Ya cansa. No voy a examinar el ticket de Emivasa. No es el debate. Me interesa opinar sobre un asunto que ha estado en el candelero y calendario de los bañistas de los Poblados del Sur, Recatí, durante los meses que el calor ha pesado sobre nuestra piel. Hemos sudado lo insufrible.
Hoy escribo sobre la digna labor que realizan las torres principales de L' Albufera, las compuertas, entrando y saliendo el agua que bebe L' Albufera para poder saciarse. No soy ecologista. No soy nada. Solo soy un coherente defensor del Medio Ambiente. Algún amigo me animó a escribir. A denunciar. Lo sopesé un tiempo. Dubitativo, lo he acabado materializando. He tenido que recabar información de unos y otros. De unas y otras. Aunque repito, es mi opinión. Si importa bien. Sino importa también.
Tan solo me ha molestado escuchar de algunos colegas sentirse enfadados por la calidad de las aguas al tomar el baño. No hay que ser egoístas. Por el contrario, mis colegas, tengo hasta en Catalunya, ni se han preocupado en manifestarse contra la ampliación del Puerto de València. Esa acción de supuesta prosperidad, afectará al baño en el futuro de varias generaciones de bañistas. Sí Hernry David Thoreau levantara la cabeza, ardería otra vez Troya y hasta el Faro de Alejandría.
Al escuchar la frase el arroz está antes que el turismo, valoración que se puede estar de acuerdo o no, pero la décima es certera y razonable. He tenido que comprender la función del agua que recibe L'Albufera de los barrancos y los ríos Júcar y algo del Turia. Si perdemos L'Albufera, lo digo por los acérrimos e incondicionales que creen que el turismo nacional evitará engordar las colas del Inem, se equivocan. L`Albufera necesita protección. Soy animalista. No podemos forzosamente para nuestro gozo y regocijo, ocupar el hábitat de la fauna que lo habita. Los animales tienen derechos. Los humanos obligaciones. Si perdemos L'Albufera, se irán muchos sectores tradicionales a la mierda. El turismo y el de la alimentación por ejemplo. Hay que sacar pecho de nuestro arroz y sacar menos a rodar la tartana.
Y eso, que mi segunda pareja sufrió cistitis a causa de tomar el baño cerca de una playa que linda con una de las compuertas. L'Albufera necesita una severa intervención. Dragarse de los pies a la cabeza. Me parece de puta madre que representantes políticos saquen pecho de la primera barca eléctrica, señores, ya que está de moda el debate sobre la financiación, hay que echarle huevos a la meseta y decir ¡basta! L'Albufera requiere un presupuesto adicional. Porque L' Albufera es visitada por miles de paracaidistas, la frase no es mía, es de Alberto Chicote. Dejemos trabajar a los técnicos y profesionales y tomemos con seriedad el futuro de L' Albufera. A mis amigos y amigas bañistas, deciros que lo siento. Los responsables buscan el equilibrio entre naturaleza, el baño y el turismo.