VALÈNCIA. Las familias españolas despidieron el pasado año con unas inversiones en renta variable por valor de 104.140 millones de euros, un 19,6% por debajo de los 129.457 millones que tenían al cierre de 2017. Ni que decir tiene que 2018 fue un año malo en bolsa donde el Ibex 35, el principal indicador de la bolsa nacional, cayó un 15%.
La inversión en renta fija a corto plazo (-26,3%) y la acometida en fondos de pensiones internos (-16,5%) tuvieron un peor comportamiento que la renta variable cotizada dentro de los activos financieros, según el informe 'Ahorro financiero de las familias españolas' de Inverco, la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones, correspondiente al cuarto trimestre de 2018.
Un informe que recoge que el ahorro financiero de las familias españolas -activos financieros que incluyen los depósitos bancarios y los seguros de vida, entre otros- se redujo el pasado año un 1,6% desde los máximos históricos de 2017, cuando totalizó 2,18 billones de euros, como publicó este diario el pasado Miércoles Santo. Y culpa de ello fue, tal y como advirtió la institución presidida por Ángel Martínez-Aldama, al notable ajuste de valor de la cartera de las familias por efecto mercado -en especial la de renta variable-, que se tradujo en una corrección del precio de la mayoría de los activos.
Precisamente, y volviendo a la renta variable cotizada, el porcentaje invertido por las familias españolas dentro de la estructura del ahorro financiero se situó el pasado año en el 4,8%. O lo que es lo mismo: el dato más bajo desde el 4,7% establecido en 2008, siempre según los datos de Inverco tomados del Banco de España como se recoge en la imagen superior. Además, desde 2011 no tenían tan poco dinero invertido en acciones cotizadas, dado que en aquel año contaban con 92.806 millones de euros frente a los 104.140 millones de 2018.
Ni que decir tiene que una vez más el producto más invertido por las familias españolas fueron los depósitos, concretamente los transferibles, es decir, las cuentas corrientes, cuentas de ahorro y depósitos a la vista, que coparon prácticamente el 30% del total al cierre de 2018 en lo que fue su nuevo récord histórico. A esa fecha totalizaban 643.147 millones de euros, lo que equivale prácticamente a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) doméstico... y eso que mandan los 'tipos cero' pero el carácter conservador de los españoles es el que es.
Por otro lado, y hablando de la riqueza nacional, las familias españolas redujeron su endeudamiento en casi dos puntos porcentuales de PIB y sus pasivos financieros representaron el 64,7% del PIB nacional desde el 66,4% de diciembre de 2017. No obstante, según Inverco, el ritmo de variación del saldo total de pasivos financieros se colocó en tasa positiva del 0,9% interanual.
Por último, la situación patrimonial de los hogares -financiera más inmobiliaria- en términos de PIB aumentó el pasado año hasta el 549,8% desde el 545,7% de un año antes como consecuencia de la riqueza inmobiliaria de los hogares, que repuntó hasta el 436% del PIB desde el 425%, ya que la riqueza financiera cayó desde el 121% de 2017 hasta el 113% de 2018.