VALÈNCIA. Una de las principales lecciones que ha dejado la crisis de la covid-19 es la necesidad de políticas municipalistas, y la importancia de los Ayuntamientos como la primera institución a la que recurren los ciudadanos no solo para obtener información sino también asistencia. Los municipios de la Comunitat Valenciana llevan años reivindicando la necesidad de dotar a los consistorios con una mayor autonomía para poder abarcar sus propias políticas, en consonancia con las necesidades específicas de sus vecinos y vecinas.
Unas políticas que van más allá de las directrices que imponen otras administraciones como la autonómica y estatal. Para ello, piden que se les transfieran más competencias y, lo que es más importante, presupuesto y personal como para poder llevarlas a cabo. Los consistorios valencianos reivindican, en definitiva, su "mayoría de edad". Una mayoría de edad que debería venir acompañada de la confianza suficiente como para definir sus propios retos de futuro y la respuesta que se les da a ellos.
Esta ha sido la principal conclusión de la jornada 'El reto del municipalismo', organizada por Valencia Plaza con la colaboración especial de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la Diputació de València y la València Activa. También han copatrocinado el debate Waternology by Facsa y Caixa Popular. La jornada se ha celebrado en Mislata con tres mesas de debate. La primera de ellas ha sido 'El papel de las entidades supramunicipales en la lucha contra la covid', donde han participado Toni Gaspar, presidente de la Diputació de València, Rubén Alfaro, presidente de la FVMP, e Isabel Martín, vicepresidenta segunda de la Mancomunitat de l'Horta Sud.
La segunda mesa ha sido 'Los Ayuntamientos como primera administración para resolver problemas', que ha contado con las visiones de Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, Paco Gómez Laserna, alcalde de Massamagell, y Darío Moreno, alcalde de Sagunto. Por último, la tercera ha estado relacionada con la gestión de fondos europeos: 'Oportunidades que nos deja la nueva estrategia europea para los municipios', en la que han intervenido Bartolomé Nofuentes, presidente de la comisión de asuntos europeos para la Mancomunitat de l'Horta Sud, Toni González, alcalde de Almussafes, y Juan Ramón Adsuara, alcalde de Alfafar.
Durante la presentación Bielsa ha incidido en la importancia de la política municipal para cambiar las cosas: "Tenemos que mirar desde las pequeñas cosas, como hacemos desde el municipalismo, para conseguir un mayor crecimiento económico basado en los principios de la eficiencia y la sostenibilidad". En este sentido, ha considerado que los Ayuntamientos "han estado al pie del cañón" durante todo el tiempo que ha durado la crisis, manejando cuatro pilares fundamentales: proteger a la ciudadanía, atender y mejorar los servicios públicos para estar al lado de los más afectados, impulsar políticas que repercutan directamente en el beneficio económico de pequeñas empresas y autónomos y, finalmente, cambiar el modelo de ciudad para adaptar los municipios a las nuevas necesidades sanitarias y de seguridad.
"Aquí llevamos muchos años defendiendo fórmulas gobierno municipal: acercar servicios, política de proximidad, defender la autonomía municipal y crecer priorizando a las personas", ha remarcado. Así, finalmente, el alcalde de Mislata y también vicepresidente de la Diputació ha reivindicado el trabajo que durante los últimos años ha realizado la institución provincial a la hora de "dar mayor flexibilidad" a los municipios. "Es el momento de la cooperación y el diálogo", concluía.
La administración local es la más cercana al ciudadano, pero también la que menos recursos tiene. Por eso, en todos los casos pero especialmente en el de los municipios más pequeños, las entidades supramunicipales juegan un papel fundamental a la hora de coordinar acciones y de apoyar con presupuesto los servicios que los Ayuntamientos por sí solos no pueden ofrecer con la misma solvencia. Se encuentran, dentro de este grupo las federaciones, mancomunidades y diputaciones. Pero, ¿estaban preparadas para un reto como el del coronavirus?
"Nadie está preparado para algo así", aludía el presidente de la Diputació de València, Toni Gaspar. Aun así, considera que el trabajo realizado durante los últimos años ha facilitado mucho la tarea de los Ayuntamientos durante el embiste de la covid-19: "Desde hace 3 años decidimos que la Diputació iba a ser una institución más ágil y menos burocrática. En este sentido, redujimos la acción a dos líneas: más dinero para las inversiones y más dinero para los fondos de los consistorios". Por ello, destaca la importancia del plan de inversiones de 140 millones que diseñó el ente provincial durante el primer mes de pandemia, y que tuvo su primer impacto con el plan de emergencia de 20 millones que inyectó a los consistorios.
"Fuimos la primera institución que inyectó dinero en los Ayuntamientos, con el anterior modelo de Diputació no lo podríamos haber hecho, pero con el nuevo sí", resalta. "Lo que ha hecho la Diputació es reconocer la mayoría de edad de los municipios". Es decir, confiar en que ellos mismos sabrían identificar sus necesidades más acuciantes para invertir el dinero de forma eficiente en los riesgos más inmediatos. "Una institución rápida, discreta y poco burocrática ha ayudado mucho", concluía.
Por su parte, la vicepresidenta segunda de la Mancomunitat de l'Horta Sud, Isabel Marín, destacaba la importancia de la coordinación entre municipios ante una situación de crisis, sin importar el color político del gobierno: "La Mancomunitat ha sido esencial a la hora de poner en común las medidas que debían tomar todos los municipios", asegura. Y añade que los cambios de los últimos años en la concepción de qué es un Ayuntamiento ha ayudado mucho: "A partir de 2015 se empezó a ver ese cambio, tuvimos una primera legislatura en las que se introdujeron algunas medidas y en esta segunda ya se está trabajando en una estrategia".
Finalmente, el presidente de la FVMP, Rubén Alfaro, también reconocía que era imposible estar preparado para una situación así. Sin embargo, manifiesta que la covid-19 ha ayudado a reivindicar el papel de los consistorios como instituciones capaces y necesarias a la hora de gestionar un momento de crisis: "Lo que hicimos fue aportar nuestra sabiduría, talento y capacidad para sacar a la sociedad de esta situación". En cuanto a la federación, destacaba su importancia a la hora de asistir y asesorar a los municipios, especialmente a la hora de resolver dudas como la gestión de las medidas de seguridad a escala local o la interpretación de las normas sanitarias.
En cuanto a conclusiones y retos de futuro, Gaspar destacaba la importancia de actualizar las leyes que rigen el funcionamiento de los municipios, ampliar sus competencias y capacidades. Del mismo modo, también pedía una "clase política a la altura" y un mayor reconocimiento a la autonomía de los consistorios. Por su parte, Martín consideraba que la crisis ha demostrado la importancia de los servicios públicos, y de los profesionales que trabajan en ellos. También pedía, como el presidente de la Diputació, "altura de miras" y capacidad para hacer una política capaz de abordar situaciones de crisis con "serenidad y calma", alejada de las luchas partidistas. Su reto: devolver la dignidad a los servicios públicos.
Finalmente, Alfaro pedía más flexibilidad no solo en competencias sino en autonomía para los Ayuntamientos, para que puedan gestionar sus fondos sin la actual "excesiva" fiscalización de otras instituciones: "Algo tan simple como poner en marcha un bono consumo con fondos propios tiene una larguísima burocracia". Por eso, su reto de futuro es dar más herramientas y capacidad a los consistorios, lo que finalmente repercutirá en una mejora de su reputación.
La crisis de la covid-19 ha evidenciado la importancia de la gestión local para resolver los problemas del día a día en un escenario de incertidumbre. Sin embargo, las competencias limitadas y, en ocasiones poco definidas, la falta de flexibilidad, el exceso de burocracia y la financiación insuficiente, han dificultado la tarea de las administraciones municipales ¿Están infravalorados los ayuntamientos? Para el alcalde de Sagunto, Darío Moreno, esta pandemia le ha dado la vuelta a esa situación: "ha supuesto un shock de realidad, ya que a la hora de sacar determinados programas ha sido imprescindible de involucrar a los ayuntamientos".
Además, Moreno ha celebrado el carácter "municipalista" de la Generalitat Valenciana: "La forma en la que han desarrollado los programas de ayudas ha sido teniendo en cuenta a los ayuntamientos, gracias a eso hemos sido una comunidad referente". Y ha apostado por "no olvidar la lección" de cara a la gestión de los fondos europeos. Y en la misma sintonía se han expresado el alcalde de Mislata y vicepresidente de la Diputació de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, y el alcalde de Massamagrell, Francisco Gómez Laserna, quienes ha puesto en valor "el papel del municipalismo en la gestión de la pandemia".
El difícil equilibrio entre las tareas que han llevado a cabo los consistorios y los recursos asignados para ello también ha sido un punto de encuentro para los tres alcaldes: "Somos la institución más cercana, pero la que menos recursos y competencias tiene", ha criticado Laserna. Y es que, la pandemia ha puesto sobre la mesa la confusa línea que existe entre las competencias de que disponen los ayuntamientos y las que realmente ejercen y ha planteado el debate de si debería profundizarse en una mayor descentralización.
"Hay que hacer un análisis de aquellas competencias que realmente estamos prestando para evaluar en que ámbitos se pueden descentralizar competencias. Tanto los ayuntamientos como la Generalitat queremos actuar en el menor tiempo posible, pero nos encontramos con trabas burocráticas y una indefinición de las competencias", ha expresado Moreno, quien ha recordado que las competencias con las que cuentan las administraciones locales no representan "ni el 15% de las que realmente estamos desarrollando".
En este sentido, Bielsa, ha reivindicado un cambio de modelo que apueste por la descentralización "con una mayor autonomía de los municipios, más flexibilidad para realizar los proyectos de futuro, así como cooperación con las Diputaciones y Mancomunidades". Pero si en algo coinciden los tres ediles, además de la necesidad de avanzar hacia una mayor autonomía local y el reconocimiento a las competencias que, en gran medida, ya están ejerciendo, es en la urgencia de contar con la suficiente financiación como para poder asumir esas tareas.
La gestión de los fondos europeos, cuya llegada se espera en los próximos meses, supondrán no solo una gran oportunidad de transformación para la sociedad valenciana, sino también un gran reto para las ministraciones públicas y, especialmente, desde un punto de vista municipalista. Pero, ¿están las administraciones locales, las empresas y los ciudadanos preparados para esta lluvia de dinero?
"Estamos lejos de estar bien organizados, no solo las instituciones, también el tejido empresarial, las organizaciones sociales…", ha reconocido el presidente de la Comisión de Asuntos Europeos de la Mancomunitat de l'Horta Sud, Bartolomé Nofuentes, quien lo achaca a la falta de una estructura y un modelo de gobernanza para gestionar los recursos europeos: "hemos estado devolviendo miles de millones de euros por no ejecutarlos, vamos en el último vagón de Europa".
Ante la proximidad y la importancia de los Next Generation, tanto Almussafes como Alfafar ya están trabajando en varios proyectos. En el caso de la localidad de la Ribera Baixa, están trabajando en el proyecto e-AMIC (electric-Almussafes Mobility Industrial Cluster), para lograr "la transformación integral, consciente y participativa" del clúster industrial del municipio. "Hemos involucrado a todos los agentes sociales afectados, eso es la cogobernanza y Europa la tiene muy en cuenta", ha señalado González, quien apuesta "por la digitalización de la industria y de los procesos productivos".
Mientras que Alfafar ya tiene en marcha un programa de formación para que los jóvenes puedan hacer prácticas en Europa, y está trabajando en un proyecto de movilidad sostenible que pretender unir ciclopeatonalmente la localidad con el parque natural de la Albufera. Una filosofía, la de los fondos europeos, que el alcalde de Alfafar, José Ramón Adsuara, "viene para quedarse en la administración local, va a ser un cambio de paradigma en el municipalismo".
Eso sí, Nofuentes ha advertido de la importancia de trabajar para lograr objetivos y no únicamente proyectos individuales: "Europa no va a financiar proyectos, va a financiar objetivos. Es necesario tener un consorcio donde todas las entidades públicas y privadas formen parte, o no tendremos una estrategia agrupada para afrontar los retos que plantea Europa". Y, para ello, es necesario definir una buena estrategia.
La valenciana, que todavía se está concretando, ya cuenta con un "plan municipalista que mira a Europa" y con la colaboración activa de la FVMP, las diputaciones, la Delegación de Gobierno o los clústeres, entre otros. "Ya tenemos más de 20 partners que tienen un efecto locomotor, y eso es lo que hará que traigamos a la Comunitat Valenciana mucho más dinero del que podríamos estar reivindicando", ha concluido Nofuentes.