VALÈNCIA. Distintos sindicatos sanitarios estallaron este martes contra la gestión de la consellera del ramo, Ana Barceló, ante el empuje del coronavirus. Una serie de factores confluyeron hasta provocar varios comunicados incendiarios directos al corazón del departamento que lidera la dirigente socialista.
El primer motivo de protesta, como es lógico, gira en torno a la falta de material que viene denunciando el personal sanitario. Una circunstancia que médicos y enfermeros consideran clave en el altísimo número de contagiados de su sector: 414 infectados en la Comunitat (cifra de este martes), lo cual les sitúa en torno al 20% del total de positivos.
En esta línea fueron algunas de las quejas remitidas este martes. El Sindicato de Enfermería SATSE denunció que la falta de Equipos de Protección Individual (EPI) es "sistemática y afecta a todos los centros de salud y servicios de los hospitales", con lo que, a su juicio, está en riesgo "la salud y seguridad del colectivo" y, en consecuencia, "la de toda la población".
Mientras, el sindicato CSI·F presentó una denuncia ante la Dirección Territorial de la Inspección de Trabajo en la provincia de Valencia advirtiendo de "riesgos para la seguridad y salud de las personas trabajadoras de los centros sanitarios de Conselleria de Sanidad Universal". "No se está dotando de suficientes equipos de protección individual (guantes, batas, gafas, mascarillas, etc) a los profesionales de las unidades y servicios". señalaron en su comunicado, para añadir que ante la falta de estos equipos se están "reutilizando" lo que conlleva una "pérdida de eficacia".
Mas duro fue el Sindicato Médico de la Comunitat Valenciana (CESM CV), que acusó directamente la conselleria de estar llevándolos "al matadero". "Los médicos estamos cayendo como moscas", lamentaban en su comunicado, recalcando además que la cifra del 20% de sanitarios contagiados era "probablemente" superior dado que, denunciaron, no se están haciendo los test del coronavirus al personal sanitario.
Desde este sindicato, denunciaron además que, según la Conselleria, el material "llega mañana desde hace varias semanas". "Sin medidas de protección, un paciente contagia a alguien del personal sanitario. Entonces el personal sanitario contagia a todos los que ve esa mañana, al día siguiente, al otro... y a su propia familia", explicaron los médicos.
Ya con este clima de tensión, las protestas que se agudizaron posteriormente tras el grave desliz cometido por la consellera Barceló al ser preguntada en su rueda de prensa sobre si la falta de material podía ser una causa directa del número tan alto de contagios en los sanitarios. "No necesariamente", respondió la consellera, quien a otra pregunta similar replicó que existían "muchas fuentes del contagio" y admitía que, aunque algún sanitario se podía haber contagiado estando "en primera línea", la casuística era "muy elevada", señalando que podían haberse contagiado estando con la familia o en un viaje. Además recalcó que no existía, a día de hoy, "ningún hospital" que no tuviera material algo que terminar de enfadar al personal sanitario.
Unas palabras que, ante el revuelo causado, matizó en redes sociales, si bien esto no sirvió para apaciguar a los médicos: CCOO y el Consejo del Colegio de Médicos Valencianos le pidieron una rectificación y una disculpa, más allá fue el Colegio de Médicos de Castellón, que pidió su destitución, al igual que CESM CV, que además anunció que se querellaría contra la consellera por injurias y calumnias si no presenta su dimisión. Pasadas las 21.30 de la noche, Barceló pidió disculpas a través de un comunicado.
Ese reconocimiento por parte de la situación tampoco le exime de culpa. La confusión generada por su asunción de competencias generales en la distribución de material ha propiciado, para algunos, la pérdida de un tiempo precioso en la protección de los sanitarios. En esta línea, el presidente de la patronal de las residencias de dependientes (Aerte), José María Toro, explicaba este lunes en una entrevista concedida a Valencia Plaza que la intervención del Ministerio de Sanidad no ha agilizado la llegada de material. "Nos encontramos en una situación en la que las empresas no pueden comprar este tipo de materiales porque es competencia del Gobierno, pero ni el Ministerio de Sanidad ni la Conselleria del ramo nos lo están facilitando", lamentaba desde uno de los sectores, el de las residencias, más afectados por esta crisis sanitaria.
Tampoco contribuyó a calmar los ánimos la circular remitida por las direcciones de los departamentos de salud a sus empleados instándoles a que no difundieran por correos, grupos de Whatsapp ni redes sociales datos asistenciales en virtud del cumplimiento del Decálogo de Protección de Datos del Personal Sanitario.
Una misiva remitida por cada centro a su personal que enfadó aún más a los trabajadores del sector y que incluso llevó al CESM y la Intersindical a exigir el cese del gerente del Clínico de València.
La conselleria reaccionó enviando un comunicado en el que se recordaba la necesidad de "mantener la reserva sobre los datos de los pacientes" y que se han producido casos donde ha habido "denuncias" o "quejas" ante la "vulneración" de ese deber de confidencialidad. En esta línea, desde Sanidad recalcaron que se está informando de manera "continua" sobre la evolución de la pandemia y se está actuando con "transparencia".
Una dura jornada para la consellera Barceló que concluyó con la apertura de una cuenta en Change.org exigiendo su dimisión que reunió más de 30.000 firmas en apenas unas horas y con la responsable autonómica enviando el citado comunicado de la noche en el que pedía disculpas y admitía que sus palabras fueron "desafortunadas".