VALÈNCIA (EFE/Concha Tejerina). La brecha digital que ya existía antes de la pandemia debe combatirse especialmente para que las personas con discapacidad puedan acceder mejor a las nuevas tecnologías, según el director de la Cátedra de Brecha Digital y Diversidad Funcional de la Universitat Politècnica de València (UPV), Manuel Martínez Torán.
En una entrevista con EFE, Martínez Torán considera necesaria una "transformación digital" para caminar hacia una "sociedad inclusiva" tras constatarse que cerca del 60 % de las personas con discapacidad tiene problemas de acceso a las tecnologías.
"Ya había brecha digital antes de la pandemia, pero ésta ha despertado conciencias y nos ha llevado a abrir los ojos y ser conscientes, como sociedad, tanto de las carencias como de los aspectos positivos que aporta la tecnología", afirma.
La Cátedra de Brecha Digital y Diversidad Funcional, la única que existe respecto al mundo de la discapacidad, solo tiene dos años de vida pero sendos informes sobre la situación actual, vista desde las entidades y desde las personas con discapacidad, ha evidenciado el elevado porcentaje de afectados que tiene problemas de acceso a las tecnologías.
Según el director de la Cátedra hay un "gran desconocimiento" por parte de los desarrolladores de herramientas tecnológicas, aplicaciones o páginas web, de las necesidades que tienen las personas con discapacidad funcional para acceder a esos dispositivos.
"Más que falta de empatía por parte del desarrollador creo que hay una falta de conocimiento acerca de cómo solucionar los problemas que genera la brecha digital en sus desarrollos", afirma Martínez Torán, quien subraya que una "asignatura pendiente" en las universidades es "crear una materia transversal u optativa relacionada con la accesibilidad digital".
En este sentido, señala que la Cátedra que dirige quiere impulsar este año la generación de conocimientos en las personas que intervienen en los procesos de desarrollo de herramientas digitales, sobre todo de páginas web y de aplicaciones ("apps"), para que "de alguna manera sean lo más accesibles posible".
"Ya existen parámetros a tener en cuenta pero la gente no los conoce hasta que toca desarrollar el producto digital", explica para añadir que ese problema no ocurre solo en el desarrollador de la herramienta sino también en los elaboradores de contenidos, en las empresas y en la propia administración pública.
Recuerda que aunque a nivel nacional está en vigor el Real Decreto 1112/2018, que recoge los aspectos relativos a los requisitos mínimos de accesibilidad de los sitios web y aplicaciones para dispositivos móviles del sector público, "aproximadamente el 90 % de las plataformas de la administración pública no son accesibles".
"No es cuestión solo de sensibilidad, sino que hay un desconocimiento social sobre este tipo de cosas", afirma, aunque añade que empieza a haber "una sensibilización por parte de la administración, al menos en la Comunitat Valenciana, donde se trabaja en aspectos que incorporan necesidades para las personas con discapacidad".
"Soy optimista -admite-. Tenemos que caminar hacia una sociedad inclusiva y la parte digital, en relación con la transformación social digital, no nos queda más remedio que hacerla y tratar y que todo el mundo pueda tener o disponer de ese tipo de herramientas digitales que faciliten".
Martínez Torán señala que antes de crearse la Cátedra no había ningún dato sobre la brecha digital en personas con discapacidad y en todos los datos relacionados con el ámbito de las tecnologías en España, incluso desde la administración, "no hay ninguna referencia a tecnologías adaptativas o de accesibilidad".
Por ello, en 2020 realizaron el estudio "Brecha Digital y Discapacidad. Una visión desde las entidades", que reveló que el 57 % de las personas con discapacidad tiene problemas para acceder y navegar por internet, o que un 17 % no tiene en su hogar conexión a la red.
Un segundo estudio centrado en las personas con discapacidad y realizado a través de un muestreo de 400 encuestas, que en breve se hará público, incluye datos como que el 19 % de las personas con discapacidad no tiene cuenta de correo electrónico, el 58 % no tiene banca telemática y casi el 70 % carece de firma digital.
"Eso supone para ellos un problema como ciudadanos y de oportunidades. Clama al cielo el que hagamos algo", afirma Martínez Torán, que recuerda que en la Comunitat Valenciana hay cerca de 300.000 personas con discapacidad y, de ellas, entre 15.000 y 20.000 no tienen ningún tipo de acceso a Internet.
La brecha digital en el mundo de la discapacidad está muy relacionada con el gasto, ya que adquirir esa tecnología supone recursos; a su juicio, debería tratarse de reducir los costes de los aparatos, bien en forma de subvención o facilitando su acceso o compra.
También considera necesario seguir fomentando la inclusión de las personas con discapacidad a las tecnologías por la importancia que para ellos tienen las relaciones sociales, así como pensar en herramientas no digitales que faciliten su autonomía y su vida independiente.
Otro factor esencial es facilitar la gestión de la vida diaria a las personas que tienen dificultades, según Martínez Torán, quien también destaca la necesidad de la formación para adquirir mayores conocimientos digitales.