Hoy es 6 de octubre
VALÈNCIA. El coronavirus ha metido -y mucho- el miedo en el cuerpo a los inversores, que asisten estas últimas tres semanas a un desplome en toda regla de los mercados de renta variable. Y entre ellos a los partícipes de fondos de inversión, que están viendo como se está invirtiendo el excelente momento que atravesaban, tanto en rentabilidad como en patrimonio. Ni que decir tiene que el coronavirus tiene mucho que ver en ello por temor a que la ralentización económica derive en recesión y, por si faltaba algo, llega una nueva guerra: la del petróleo entre saudíes y rusos.
Las gestoras de fondos de inversión no son ajenas a la estampida de partícipes y de reducción de patrimonios -por el 'efecto mercado'-, pero algunas están llevándolo bastante mejor que otras por su selección de valores. Y ahí está el caso de la valenciana Nao Sustainable Asset Management (Nao SAM), fundada por Pablo y Ana Serratosa, no es ajena a estos vaivenes. Sin embargo su comportamiento está siendo mucho mejor que el de sus competidores.
Desde el comienzo de año hasta finales de febrero, el mercado europeo ha caído un 12,2%, mientras que el valor de Nao retrocedido un 8,6%, es decir, la mitad que sus competidores más directos como Bestinver (-13,6%), Magallanes Europa (-16,6%); Cobas Internacional (-20,3%) y AzValor (-22,1%).
Dicho comportamiento es determinante por la gestión de la cartera del mercado europeo con la que cuenta Nao SAM, que fue considerada la gestora más rentable de 2019 según VDOS. Una cartera orientada a temáticas con crecimiento y a escoger compañías en las que confluyan valor, ventajas competitivas claras y con alto potencial de crecimiento. "Tenemos en cartera compañías con muy poca deuda donde nuestra premisa es 'cuanta menos deuda mejor' y muchas de las compañías en cartera tienen caja neta, es decir, no tienen deuda", apunta Pablo Cano, director de Inversiones de Nao SAM, a este diario sobre la menor caída respecto a sus principales competidores.
Este reputado gestor tiene claro que hay que buscar "compañías con un negocio creciente. Las temáticas de eficiencia energética, envejecimiento de la población, tecnología o reciclaje son negocios que vana crecer por encima de la media. Huimos de negocios sin poder de precios como telecos, bancos, autos…"; como también reconoce a Valencia Plaza que "aplicar criterios de sostenibilidad ayuda a medir mejor el riesgo operativo de las compañías. La cartera tiene una volatilidad claramente más baja. Desde el inicio la volatilidad del fondo ha sido del 11,1 frente a una volatilidad del mercado del 14,5". Y no le falta razón.
El envejecimiento de la población, la mejora de la salud y los estándares de vida, las nuevas formas de generar energía, la eficiencia industrial, la gestión del agua, la economía circular o el comercio electrónico son temáticas que están muy lejos de la vieja economía europea que no termina de arrancar; y no lo hace por un exceso de regulación, limitaciones de negocio, excesiva madurez o como consecuencia de importantes disrupciones en los sectores de automóviles, bancos, telecomunicaciones e incluso utilities.
Además, Nao SAM ha considerado clave huir del excesivo endeudamiento y evitar las inversiones ilíquidas de forma que puede mantener una volatilidad más baja y contener, en parte, las pérdidas cuando los mercados sufren de forma agresivas una crisis como la actual.
Mientras tanto, la gestora valenciana presidida por Pablo Serratosa sigue con su objetivo a corto plazo de captar 1.000 inversores a través de su fondo de inversión Nao Europa Sostenible, que está domiciliado como en la 'city' local, estando actualmente cerca del 60% del mismo. Conviene recordar que Nao SAM tiene otro fondo, Protea Nao Sustainable Europe, depositado en Luxemburgo y que ya es traspasable tras superar el mínimo legal del medio millar de partícipes, orientado a institucionales; ambos cuentan con depositarios de primer nivel como son BNP Paribas en el caso español y Pictet en el de Luxemburgo.
Actualmente Nao SAM tiene bajo gestión más de 60 millones de euros de los que la familia Serratosa -rama Zriser- aportó 20 millones. El fondo luxemburgués tiene más del 80% del volumen total, concretamente 34,1 millones y unos 150 partícipes; mientras que el resto corresponde al vehículo financiero español, con un centenar de partícipes; pero eso sí ambos son espejos el uno del otro y se gestionan exactamente igual.