Octopus, acceso sur y otras grandes inversiones: Ibáñez afronta el reto de relanzar PortCastelló

CASTELLÓ. Era uno de los nombres en el candelero para ocupar la presidencia del Puerto de Castellón y final se ha confirmado. El Consell que preside Carlos Mazón ha nombrado al ondense Rubén Ibáñez como nuevo presidente de la Autoridad Portuaria. Una designación que, no por esperada, deja de guardar cierta relevancia porque el que fuera diputado y portavoz adjunto popular en Les Corts Valencianes pasará de un trabajo más político a otro de gestión al frente del recinto portuario. Así, el también abogado entrará a sustituir a Enrique Vidal, que fue nombrado por el anterior Ejecutivo valenciano encabezado por los socialistas para relevar a Rafa Simó, y que ha durado en el cargo apenas cuatro meses. 

Los retos que tiene Ibáñez por delante no son pocos: relanzar la infraestructura portuaria, que ha acusado la crisis de suministros y ha visto una caída sustancial de su tráfico, mediante la ejecución del megaproyecto Octopus en la dársena sur para atraer inversiones, el aterrizaje de la planta de amoníaco verde de Ignis junto a otras como las de Next Tuna o la portuguesa Lagoa, así como llevar a buen término el proyecto de Adif del acceso sur ferroviario y las obras internas que están pendientes. Todo ello al tiempo que se mejoran las relaciones con la ciudad y se continúa con el desarrollo de los proyectos de sostenibilidad.

Ibáñez coge el testigo en una situación que no es la más boyante en PortCastelló si se tiene en cuenta que es el recinto portuario, del 'top 10' de España, cuyo tráfico más ha caído en lo que llevamos de año. Entre enero y junio, el último mes del que ofrece datos Puertos del Estado, el Puerto registró un tráfico total de 8,8 millones de toneladas, un 20,1% menos que en el mismo período del año anterior, y ha perdido así la novena plaza frente a Gijón, con 10,5 millones de toneladas.

Proyecto Octopus: el aterrizaje de Ignis

Una de las iniciativas que tiene en manos el Puerto, ya con Simó al frente, y más tarde con Vidal y ahora con Ibáñez, es el conocido como proyecto Octopus, consistente en la ampliación de la dársena para ganar al mar 420.000 metros cuadrados y desarrollar 865 metros lineales de dársena. Un espacio que pretende servir de revulsivo para el recinto portuario dado que servirá para ofrecer nuevos espacios a inversores interesados.

Al dejar su cargo, Simó ya anunció que el Puerto estaba en conversaciones con diez empresas para implantarse en la zona, y el trabajo de Ibáñez en esta línea será amarrar inversiones para revitalizar la dársena sur aprovechando los nuevos espacios. Uno de los proyectos que ya se conocen es el de la multinacional Ignis, que pretende implantar una nueva planta de producción de hidrógeno y amoníaco verde en la ciudad de Castelló.

Este ambicioso proyecto ocupará, por una parte, 5.000 metros cuadrados del proyecto Octopus para el almacenamiento y posterior exportación de los combustibles. Y por otro lado, ubicará las instalaciones de producción en un suelo de 160.000 metros cuadrados adicionales anexos al Puerto y al polígono del Serrallo. Una inversión de 1.000 millones de euros que pretende estar lista para 2031 y que prevé emplear directamente a un centenar de personas, por lo que la llegada a buen puerto de la iniciativa será, en buena parte, responsabilidad del nuevo presidente.

A ello se suman otras iniciativas, como la de la alemana Next Tuna que promueve la implantación de una granja marina de atún rojo en el puerto de Castellón con una inversión privada de 70 millones de euros. Un proyecto que está a la espera de la concesión del espacio por parte del Puerto, que además debería realizar otra inversión de unos 10 millones de euros para la adecuación del dique de cierre de la dársena sur

Obras internas y acceso sur

Otra de las grandes obras en marcha es la del acceso sur ferroviario al Puerto de Castellón, que supondrá la conexión del recinto portuario con el Corredor Mediterráneo. En total, supone una inversión prevista inicial de 335 millones de euros realizada entre el Gobierno central y la Autoridad Portuaria gracias a la inyección de los fondos europeos Next Generation EU. El primer tramo de la conexión ya está en obras y el segundo esta en fase de licitación por parte de Adif.

A PortCastelló le corresponde la ejecución de la subestación eléctrica que debe proporcionar la energía para la circulación de los trenes y la construcción de la estación intermodal, cuyo proyecto constructivo ya ha finalizado y el Puerto debe trabajar para licitar cuanto antes la obra. El hasta ahora presidente previó sacar el concurso público "en el segundo semestre" y, "si no pasa nada raro", adjudicarla "a finales de año". Trabajo de Ibáñez será que se cumplan los plazos. En este caso, la obra asciende a unos 21 millones de euros.

Asimismo, el Puerto tiene pendientes obras en el interior de su recinto como la conexión entre dársenas, un vial de carretera que atravesará la lámina de agua del Puerto para unir las dársenas sur y norte para el tráfico de vehículos. Así pues, a la dársena sur llegará la vía ferroviaria hasta la estación de acopio y desde allí partirá la carretera que cruzará hasta la dársena norte. Una actuación que costará unos 6 millones de euros.