VALÈNCIA (VP). La actualidad mundial nos ha sumergido en una incertidumbre económica que, tras superada la pandemia y ya reincorporados en una normalidad rutinaria, nos supera con información que, continuamente nos hace estar en alerta. Si analizamos la situación actual, nos plateamos que todos estos retos a los que se enfrenta el tejido empresarial, donde el tamaño no exime de las obligaciones y, apostamos por ver oportunidades en todos los cambios a los que nos está obligando la situación geopolítica mundial, las roturas en las cadenas de suministros, los procesos de digitalización o la excesiva normativa, alcanzar el objetivo que nos traslada Europa puede ser tarea, que lamentablemente, enfrentara a las empresas con situaciones complejas y excesivamente burocráticas.
En esta parte y enfocados en las cadenas logísticas, la figura del Operador Económico Autorizado (OEA) será clave dentro de todas las amenazas que debilitan y tensionan las rutinas que se colisionan, originando debilidades continuas y duplicando actividades de todos y cada uno de los socios comerciales que, sin embargo trabajan con un único objetivo, agilizar y facilitar servicios, cada vez mas digitalizados, pero en escenarios con continuos cambios, sin olvidar los nuevos procedimientos de comunicación entre empresas y administración. Qué importante es la colaboración publico-privada, para generar oportunidades, avanzar de forma simplificada y unificando normativa.
Las empresas que quieran alcanzar cuotas de mercados en terceros países se enfrentan a los grandes retos que, actualmente, supone contratar servicios para el movimiento de sus mercancías y, lamentablemente, no hay previsión de cambio a corto plazo.
Frente a esta complejidad, las aduanas tienen una agilidad, que no podemos dejar de mencionar, para todos los despachos, favoreciendo los tramites y gestiones administrativas y, reduciendo tiempos. Pero, cuando las gestiones con aduanas suponen controles y seguimientos de seguridad, las empresas pueden ver frenada esa agilidad y ahí es donde se debe impulsar la importancia y los beneficios que los OEA pueden alcanzar para simplificar, reducir, agilizar y digitalizar el movimiento dentro de la cadena de suministro internacional.
Con una década de experiencia, el OEA se posiciona como la llave que las aduanas proporcionan para la facilitación del comercio y su logística.
En un marco global de cooperación europea, donde más de 17.000 empresas están certificadas y ya son OEA, solo un 5% son españolas. ¿No es ya el momento de posicionar a las empresas españolas y, junto al desarrollo de digitalización, buscar cómo optimizar sus tiempos?
La actualidad mundial, nos esta obligando a marcar pautas con situaciones de incertidumbre continuas. El OEA marcara movimientos seguros y fiables para rentabilizar el comercio internacional. Ser OEA es un reto, pero también, todo un generador de oportunidades.