El otoño huele raro

Este pasado fin de semana, la ciudad de Castelló ha vibrado con la continuidad del festival MUT, que promoviera la concejala de Cultura, Verónica Ruíz, en el contexto del mandato municipal de Amparo Marco. Ha sido espléndido. El nuevo Ayuntamiento lo ha bautizado de regreso a la ciudad, pero la ciudad ya regresó hace tiempo. Mucho tiempo. Porque la ciudad hace muchos años que no se va y, por lo tanto, no regresa.

El festival MUT, con una calidad extrema, contrastada autonómica e internacionalmente, y efectiva, ha cumplido ocho años, precisamente este pasado fin de semana. El Festival d'Arts Escèniques Sense Text ((Ojo al acento abierto que está amenazado y cuestionado por los nuevos gobiernos PPVOX)).

Dirigido por La Fam, con Sergi Heredia al frente, y coordinado por la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Castelló. Un festival que cada año era más atractivo y masivo, una joya de la programación anual bajo la excelente batuta de la concejala de Cultura, Verònica Ruiz. Con el mandato de Amparo Marco,  la alcaldesa socialista en estos últimos ocho años, con el mandato del acuerdo de gobiernos progresistas, la ciudad se quitó la caspa de aquello de 'Regreso a la ciudad'.

Como vecina castellonense desde hace casi cuarenta años, hoy la ciudad ya no se traslada masivamente a ningún sitio. Doy fe. La ciudadanía ya no representamos a quienes veraneaban hace décadas en Benicàssim. Hoy Castelló es, afortunadamente, una ciudad multicultural. Y el verano es otra historia. 

El Festival MUT está amenazado y desprotegido. Y todas las programaciones vanguardistas que se desarrollaban en la ciudad. Ojalá predomine el arte y la cultural el próximo año. Pero es imposible. 

La programación del nuevo ayuntamiento para este otoño está vendiendo por todo lo alto un concierto de José Manuel Soto, ese vomitivo personaje que está recibiendo subvenciones dudosas de la Junta de Andalucia y que, sobre todo, ha sido denunciado por graves insultos contra Pedro Sánchez y contra la ciudadanía votante de izquierdas. Qué vergüenza ver la publicad municipal, que todos pagamos, para un individuo que emite odio, enofobia, machismo y homofobia. Debe ser una consigna del PPVOX en todos los ayuntamientos que gobiernan. El nuevo ayuntamiento de Castelló está compartiendo su marca con el señor Soto. Tremendo. Imagino, además, que también será un contrato para el Ayuntamiento de València. 

Esta semana ha sido triste y contundente. La rueda de prensa de la selección española femenina de fútbol ha situado en su lugar la dignidad de las mujeres. Frente a otras ruedas de prensa de los hombres futbolistas de la selección nacional, las mujeres han sido tremendamente inteligentes, con un lenguaje exquisito, con un múltiple vocabulario, con una elegancia y cultura que no expresan los machitos futbolistas. Ha sido un placer escuchar a las muna gran mujeres futbolistas. Ellas representan a la sociedad.

¿Por qué los futbolistas nunca apoyan lo que declaran las mujeres futbolistas?. Es denigrante que la élite del fútbol no quiera respaldar a su compañeras. Pero todo tiene su respuesta y evidencia. Se trata de dinero y del machismo ambiental, del aire que respiramos, del machismo sistemático que sigue maltratando a las mujeres. 

Mi vecina Carmen decidió que este fin de semana pasearemos a Pancho. Ella, con su andador, yo con el bebedor. En la madrugada hemos sido invadidas y despertados por los mejores aromas de ollas y pucheros, pero, vaya, nada que nos quite el sueño y los deseos. Tremendo el despertar de aquellos futbolistas que ahora nos parecen machitos. Y, qué cojones, esperamos defender la dignidad y la igualdad. Y no lo harán. Muy fuerte.