VALÈNCIA (VP). Tal y como se temían los ecologistas de Agró, el Gobierno de España renovará la licencia del Hotel Sidi Saler y abre la posibilidad de la reapertura del establecimiento. El Ministerio de Medio Ambiente ha aprobado que se le dé a sus propietarios, el BBVA y Caixabank, una concesión para 60 años del hotel, según informa el diario Levante, por lo que ahora los bancos podrán traspasar el edificio para reanudar su actividad.
De esta forma el Gobierno de Pedro Sánchez ha seguido los pasos del de Mariano Rajoy. Puede que incluso haya llegado más lejos. Hace tan solo un año y medio se especulaba con que el anterior ejecutivo del PP estaba dispuesto a renovar la concesión del hotel Sidi Saler al BBVA y Caixabank un mínimo de 30 años, avalado por un informe de la Demarcación de Costas con el que se pretendía legalizar la reapertura del hotel. El ejecutivo socialista ha concedido el doble.
Pese a las peticiones del Ayuntamiento de València y de diferentes entidades ecologistas, desde Madrid se mostraba esta predisposición hacia la petición de las dos entidades bancarias para que el establecimiento vuelva a estar a pleno funcionamiento en pleno corazón de la Albufera. Una decisión en cierto modo previsible, ya que el expediente favorable de la Demarcación de Costas, sólo necesitaba el visto bueno definitivo del Ministerio de Medio Ambiente.
Desde que se planteó esta posibilidad, en el consistorio no existe la certeza de que la intención final sea abrir. Si bien se han detectado movimientos por parte de operadores, en el Ayuntamiento se consideraba que esta maniobra era una estrategia para encarecer el valor del inmueble en caso de una hipotética expropiación.
Una idea que también se planteó desde Agró en su día. Citando al Servicio de la Devesa-Albufera del Ayuntamiento, la asociación advirtió en su día que la concesión planteada por Costas no había tenido en cuenta que la actividad del hotel se paralizó en enero de 2011. Por lo tanto, renovar la licencia implicaría rehabilitar el derecho de los bancos a la explotación económica del inmueble, “aumentando el valor de expropiación del Sidi Saler, con perjuicio para el erario público y dificultando así la ejecución de esta medida alternativa a la renovación de la concesión", aseguraban.
Ahora el único que puede impedir que reabra el hotel es el Ayuntamiento, que es quien ha de dar las licencias de actividades y para obras. Y aquí los propietarios del hotel se enfrentarán a un problema porque los informes de los técnicos municipales son contrarios a su apertura. El de Medio Ambiente es muy duro y pide incluso la demolición. Mientras, el de Urbanismo califica al hotel como “fuera de ordenación sustantivo”.
Esta calificación significa que el hotel se encuentra a expensas de lo dispuesto en el artículo 60.2 de la Ley del suelo. Y la norma legal dice que en los edificios que están calificados de este modo no pueden realizarse “obras de consolidación, aumento de volumen, modernización o incremento de su valor de expropiación, pero sí las pequeñas reparaciones que exigieren la higiene, ornato y conservación del inmueble”. Sólo se puede reparar lo básico. Y sólo puede ser hotel.