Hoy es 11 de octubre
MADRID (EP). Los inversores minoristas en la bolsa española crecieron en 2023 hasta representar al 7,4% de los participantes en la misma, manteniendo así la tendencia alcista de 2022, en tanto que el volumen de compras sobre acciones del Ibex 35 fue de 20.600 millones de euros y el de ventas, de 25.200 millones, lo que refleja un saldo neto favorable a las ventas de 4.600 millones de euros, según ha informado este miércoles la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Por tanto, el volumen de compras decreció un 2,9% en tasa interanual, mientras que el dato de ventas creció un 5,5% respecto a 2022.
Los pequeños inversores se decantaron así por las ventas -al igual que en 2021 y 2022- en un año que, por contra, se caracterizó por las compras y las revalorizaciones, ya que el Ibex 35 -el principal indicador de la Bolsa española- concluyó el año pasado con un avance de más del 22%, su mejor resultado desde 2009. El supervisor bursátil español ha detallado en una nota de prensa que la proporción de los inversores particulares respecto al total de compras efectuadas en acciones del Ibex fue del 7,4%, dato cercano al de 2020 (7,7%), mientras que en el caso de la incidencia sobre el total de las ventas sí se supero al dato del primer año pandémico (entonces un 7%) al situarse en 2023 en el 9,1%.
De su lado, los inversores minoristas efectuaron 3,2 millones de operaciones de compra y 3,5 millones de operaciones de venta en 2023, lo que supone un descenso del 11,7% y el 3,6%, respectivamente, frente a las cifras de 2022, si bien continuaron siendo superiores a la cifra registrada en 2019. El volumen mediano de las operaciones totales efectuadas aumentó en la mayor parte de los grupos de edad, a excepción del grupo más joven (de los 18 a los 34 años); en este grupo, se pasó de un volumen mediano de 2.000 a 1.870 euros, mientras que en los demás grupos hubo subidas de alrededor de 300 y 400 euros por cada tramo de edad.
La CNMV ha mostrado que, en la misma línea de los últimos años -este estudio se lleva realizando desde 2019-, el inversor minorista suele ser un hombre de 50 años de edad y con una gran preferencia por las entidades bancarias. En concreto, los hombres representaron a casi el 80% de la población minorista frente a un 20% de mujeres, en tanto que la edad promedio fue de casi 52 años (en el caso de las mujeres fue algo más elevada, hasta rozar los 55 años). En lo referente al carácter sectorial, la mayor parte de los valores negociados pertenecieron al sector financiero, con lo que creció aún más su relevancia hasta el 49,1% del volumen total, frente a un 39,3% del año anterior. Esta coyuntura responde a la propia composición del índice, muy bancarizado de por sí por el peso de Banco Santander, BBVA, Caixabank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja.
Por contra, este crecimiento de las financieras supuso la disminución el volumen de negociación del resto de sectores, destacando la bajada del sector energético (con valores como Iberdrola, por ejemplo), que se situó en el 16,6% respecto al 21,4% de 2022, mientras que las cotizadas industriales (ArcelorMittal) cayeron tres puntos, hasta el 12,6%. De su lado, las compañías de materiales (Acerinox) captaron un 5,46% del volumen, las de sanidad (Laboratorios Rovi), un 4,97%; y las de consumo discreccional (Inditex), un 3,67%. Frente a esta corriente de decrecimientos generalizados, el sector de la comunicación (Telefónica) incrementó el volumen de negociación de los minoristas en casi un punto, hasta el 6,3%.