VALÈNCIA. Los grupos parlamentarios de Les Corts registraron a última hora de este martes sus propuestas de resolución para el último Debate de Política General de la legislatura. Unas iniciativas parlamentarias a través de las cuales los partidos instan al Consell a acometer ciertas reformas o a dirigirse al Gobierno central para que aborde determinadas cuestiones si la competencia para hacerlo es estatal.
La experiencia ha demostrado que los textos, en la mayoría de casos, quedan simplemente reducidos a una mera declaración de intenciones o sirven para que las formaciones fijen su posicionamiento sobre determinadas cuestiones. Sin embargo, no dejan de ser clarificadores.
Una de las propuestas de resolución que ha despertado más interés en las últimas horas es la que han presentado PSPV, Compromís y Unides Podem en el ámbito de Hacienda -cada grupo, o en su defecto el Botànic, registra un total de 12 iniciativas que se circunscriben al ámbito de las consellerias que componen el Gobierno valenciano-. En ella, el tripartito manifiesta su intención de realizar una reforma fiscal que alivie las circunstancias de las familias de renta baja y media, mientras piden que las altas contribuyan más ante la creciente inflación.
"Continuar mejorando en la progresividad y redistribución del sistema tributario valenciano a través de una nueva reforma fiscal que beneficie a las familias con rentas medias y bajas, y con más contribución de las rentas altas, para soportar la carga derivada de la situación inflacionista como consecuencia de los precios de la energía", expone el texto firmado por las síndicas Ana Barceló (PSPV), Papi Robles (Compromís) y Pilar Lima (Unides Podem).
La propuesta fue registrada a última hora de la tarde del martes, después de que Puig anunciara una bajada de impuestos, concretamente del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para aquellos que cobren menos de 60.000 euros anuales. Una medida que se basa en un aumento del 10% del mínimo personal y familiar exento, una nueva escala autonómica del IRPF y un aumento también del 10% de las deducciones con más beneficiarios. Un reforma fiscal que crea una nueva escala de IRPF que, a pesar de Hacienda no quiso trasladar a los medios, no contempla a priori una subida de tipos para los que más cobran, lo que provocó el malestar de sus socios en el Consell.
La propuesta de resolución ha generado ahora desconcierto en las filas de Unides Podem (y juerga en la bancada popular) después del enfado que sembró la intervención del jefe del Consell en el Debate de Política General. Sin embargo, la reacción en la coalición valencianista va más allá porque en ella conviven dos almas: la de aquellos que, con sorpresa, señalan la incongruencia de Puig por anunciar una cosa y acordar otra horas después.
Pero también la de quienes quitan hierro a esta cuestión porque, advierten que sabían lo que iba a avanzar el president de la Generalitat en su discurso desde la noche anterior y leen su intervención en clave electoral: adelantarse al Gobierno de España con este anuncio ante la posibilidad de que el Ministerio de Hacienda hiciera lo propio, desmarcarse así del desgaste que comporta la marca Pedro Sánchez, colocar su mensaje en los medios regionales y nacionales, y con todo captar votos de cara a las elecciones de 2023.
Sin embargo, con todo esto sobre la mesa sostienen que el tripartito trabajará por validar una reforma fiscal que vaya en esta dirección de mejorar la progresividad. "Cada uno ayer hizo lo que tenía que hacer", resumían fuentes parlamentarias este miércoles a este diario. Con todo, la Ley de Medidas Fiscales del año que viene debería publicarse esta semana, por lo que la incógnita no tardará en resolverse.
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