el presidente quiere evitar una precampaña larga y apuesta por vender estabilidad y sosiego

Puig da la orden en el PSPV de centrar la batalla en la gestión y eludir las cuestiones electorales

16/01/2023 - 

VALÈNCIA. El próximo 28 de mayo se celebrarán, salvo adelanto sorpresa, las elecciones autonómicas y locales en la Comunitat Valenciana. Una fecha marcada en rojo en los calendarios de todos los partidos políticos, que se juegan continuar en el poder en el caso de las fuerzas del Botànic (PSPV, Compromís y Unidas Podemos), o seguir en la oposición en el caso de PP, Vox o Ciudadanos.

Pese a que la tensión preelectoral se percibe en el ambiente, distintas fuentes próximas al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguran que el también líder de los socialistas valencianos ha dado una orden clara y directa a su entorno y a la dirección del puño y la rosa: priorizar la gestión y eludir las cuestiones electorales.

Un mensaje interno que, así lo interpretan los dirigentes consultados, en que Puig quiere evitar una precampaña larga y sostenida que pueda traducirse en enfrentamientos políticos embarrados o en informaciones que centren el protagonismo en las luchas intestinas por escalar posiciones en las distintas candidaturas.

O lo que es lo mismo, el presidente de la Generalitat y su entorno consideran que reducir la agitación preelectoral y apurar la gestión en la recta final de la legislatura apuntalará la imagen de estabilidad que, a su juicio, potenciará la imagen presidencialista de Puig y contribuirá a no movilizar al votante de derechas. De hecho, en los últimos días se ha visto al jefe del Consell planeando nuevas medidas antiinflación; tratando de exprimir el éxito de la llegada de la gigafactoría de Volkswagen -el último paso, la venta de los terrenos-; viajando a la feria textil de Frankfurt o saliendo al cruce del Gobierno central con las alegaciones al trasvase Tajo-Segura, un asunto en el que hizo posicionarse también al PSPV en la Ejecutiva del pasado lunes. Cuestiones que, aunque con cierta mirada estratégica, pueden considerarse dentro de la gestión ordinaria.


Así pues, el mensaje es claro: cuanto menos se hable de candidaturas, campañas, mítines, encuestas... mejor. Un deseo dirigido a conducir la recta final de la legislatura sin sobresaltos -siempre mirando de reojo el caso Azud- mientras se engrasa la llegada a las urnas con anuncios del presidente de la Generalitat que trasladen sensación de normalidad y continuismo.

De hecho, este fue otro motivo que contribuyó a la solicitud del PSPV -aceptada por la dirección federal del partido- de retrasar la elaboración de las listas a finales de febrero, pese a que Ferraz las había programado para casi dos meses antes. Además, de evitar el conocido peligro de los 'brazos caídos' -cargos que bajan su rendimiento al saber que no repetirán en las listas- en los últimos meses de mandato, el presidente también quería evitar que el ruido de los clásicos conflictos por las listas empañaran la gestión de los últimos meses, en los que considera que aún puede mejorar su imagen ante los valencianos.

En esta línea, fuentes socialistas también recalcan que el retraso de las listas permiten que, si se producen nuevas o llamativas incorporaciones en las candidaturas, los 'fichajes' tengan mayor impacto al situarse más cerca de la visita a las urnas y un menor desgaste. Una estrategia que, en este caso, también parece estar llevando a cabo el PPCV liderado por Carlos Mazón, que hasta el momento también mantiene un silencio generalizado sobre las listas autonómicas pero también en otras importancias como la del Ayuntamiento de València.

Bielsa sí aprueba el Comité Electoral Provincial

En este apartado, el único que hasta ahora ha movido ficha es el secretario general de la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, cuya Ejecutiva sí aprobó esta misma semana el comité electoral para los próximos comicios.

Un equipo sin novedades llamativas que capitaneará el secretario de Organización, Vicent Mascarell, como coordinador general.


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