VALÈNCIA. La ampliación del Hospital Clínico de València, proyecto estrella del millonario plan de infraestructuras sanitarias declarado de interés general por el Consell para agilizar al máximo su ejecución, va camino de convertirse en uno de los principales quebraderos de cabeza para la Conselleria de Sanidad, con permiso de la pandemia.
Al retraso en la ejecución de la primera fase de este proyecto, la construcción de un nuevo edificio de nueve plantas que debería entrar en servicio a finales de este mismo año, se ha sumado recientemente la interrupción durante varias semanas de los trabajos de demolición y cimentación que se desarrollaban en el solar donde se levantará ese nuevo bloque de hospitalización.
El motivo, según explican a este periódico fuentes del departamento que dirige Ana Barceló, ha sido la necesidad de tramitar informes adicionales de la Dirección General de Patrimonio y el Ayuntamiento de València para la actuación sobre la fachada norte del edificio de la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Agrícola (EUITA), un edificio protegido del que se van a respetarlos elementos definitorios.
Esta circunstancia "sobrevenida" con las obras ya avanzadas obligó a suspender los trabajos hace algunas semanas, como evidencia la actual falta de actividad en la parcela. Tras el parón para indagar la mejor solución técnica para resolver este problema, explican las mismas fuentes, la Dirección General de Patrimonio y el Ayuntamiento ya han avalado los informes presentados para la rehabilitación de esta fachada, por lo que Sanidad confía en reanudar las obras de cimentación en breve para poder finalizarlas.
Pero el contratiempo que más preocupa en la Generalitat porque impedirá cumplir los plazos previstos en la ejecución de la primera fase de la ampliación, cuyo presupuesto total se eleva a 110 millones de euros, no es solo el de la cimentación, sino la imposibilidad de encargar la obra de la que aún no tiene ni el proyecto.
La primera de las tres fases de la ampliación del Clínico incluye la construcción de un edificio de nueva planta y nueve alturas en el área que deja libre la demolición de las antiguas naves de la EUITA de la calle Menéndez Pelayo que, según prometieron Ximo Puig y Ana Barceló, estaría finalizado este mismo año. Sin embargo, el conflicto que la Conselleria de Sanidad mantiene con la empresa AIC Equip, encargada de redactar tanto el proyecto de ingeniería y arquitectura del futuro edificio –fase uno– como el de la reforma del antiguo edificio EUITA para ubicar las consultas externas –fase dos– ha desmontado todas las previsiones.
Como publicó Valencia Plaza, a la vista de que no se cumplían los plazos pactados en la entrega del proyecto del nuevo edificio, el departamento de Ana Barceló intentó sin éxito el pasado mes de abril rescindir anticipadamente el contrato con el proyectista para sacar una nueva licitación que permitiera cumplir con el mandato del Consell de acelerar al máximo esta actuación a raíz de su declaración como obra de interés general. Sin embargo, el Consell Jurídic Consultiu (CJC) advirtió a la Conselleria de Sanidad que esa resolución unilateral no estaba adecuadamente justificada, por lo que no pudo llevarla a término.
Este hecho desencadenó un conflicto entre Sanidad y el proyectista que continúa a día de hoy y que, irremediablemente, repercutirá negativamente en el cumplimiento de los plazos estipulados. Ante la imposibilidad de resolver el encargo, Sanidad dio un mes de plazo a la empresa para entregar el proyecto definitivo, a lo que Aic Equip SL respondió que necesitaría al menos dos meses. Esto es, junio.
Sin embargo, Sanidad sigue a día de hoy sin el proyecto de obra definitivo para el futuro edificio de nueve alturas en el área que deja libre la demolición de las antiguas naves de la EUITA de la calle Menéndez Pelayo. Y aún tardará por lo menos un mes. "En septiembre estará listo. Además, se ha aprovechado este tiempo para incluir mejoras en el edificio", precisan desde el departamento de Ana Barceló.
Ante la imposibilidad de licitar hasta entonces la construcción de ese nuevo bloque de hospitalización, Sanidad va a proceder a licitar ya y por separado las obras de reforma de la EUITA para las consultas externas.
La ampliación del Hospital Clínico de València fue declarada de interés general por acuerdo en el pleno del Consell del pasado 5 de febrero. Ello implicaba acelerar al máximo toda la tramitación para finalizar el grueso de la ampliación antes de que acabase el año. De hecho, se encomendó a la Comisionada de la Presidencia la adopción de "cuantas actuaciones de impulso, coordinación y supervisión" requiriese la ampliación del Clínico.
Apenas unos días después, el 11 de febrero, Mira amplió el contrato que AIC Equip ya había suscrito en 2019 para la ejecución de los trabajos previos de derribo y cimentación en na EUITA y se le encargaron también los proyectos para levantar el futuro edificio de nueve alturas.
La fase tercera de la ampliación del Clínico prevé derribar el actual edificio de consultas externas, ubicado en la parte posterior del actual Maternoinfantil en la calle Gómez Ferrer, para construir nuevas salas de hospitalización, conectadas al nuevo edificio de la fase primera. Esta nueva construcción, que cuenta con un presupuesto de 28 millones de euros, tendrá una nueva superficie de 12.203 metros cuadrados, donde se habilitarán 136 habitaciones dobles, lo que supone 272 camas adicionales.