ALICANTE. El escenario de enfrenamiento instalado en el seno del grupo socialista en el Ayuntamiento de Alicante siguió enconándose este lunes con la contraposición de dos movimientos en direcciones opuestas. El primero, el registro del escrito de solicitud de relevo de Paco Sanguino como portavoz municipal que presentaron siete de los nueve concejales que conforman el grupo político, en cumplimiento de la resolución aprobada por la ejecutiva local el pasado viernes. Y el segundo, la participación del mismo Sanguino en la reunión de la Junta de Portavoces previa a la celebración del pleno ordinario de julio, este próximo jueves día 28.
Lo cierto es que su asistencia a esa cita supuso la confirmación de cuál seguirá siendo su posicionamiento en lo sucesivo: el de la resistencia. El mismo Sanguino ya ha anticipado en foros municipales que su pretensión es desempeñar sus responsabilidades como portavoz sin presentar su dimisión voluntaria, pese al requerimiento que se le formuló desde la dirección regional del partido hace una semana, a la espera de que pueda producirse una respuesta a su denuncia sobre el funcionamiento de una suerte de grupo municipal paralelo supuestamente creado y dirigido en la sombra por el exsenador Ángel Franco. De la existencia de ese hipotético grupo paralelo que la ejecutiva niega sí habría constancia al menos a partir de un grupo de whatsapp, en el que figurarían mensajes en los que Franco parece dar indicaciones.
De este modo, como anticipó este diario el viernes, el mismo Sanguino confirmó este lunes tras participar en la reunión de la Junta de Portavoces que había elevado esa situación también ante la comisión de derechos y garantías del partido en Madrid en busca de amparo ante lo que considera un funcionamiento anómalo en la determinación de la acción política del grupo socialista similar al que se registró en el Ayuntamiento de San Vicente, donde se acordó la apertura de un expediente disciplinario frente a los ediles que celebraban reuniones para fijar posiciones a espaldas de su alcalde, Jesús Villar.
La cuestión es que no existen plazos concretos para que pueda producirse tal respuesta. Puede tardar días, meses o -en el peor de los casos- no llegar nunca. Fuentes consultadas indicaron que Sanguino es consciente de ello y que, pese a todo, pretende continuar en el ayuntamiento -incluso con la determinación de agotar el mandato llegado el caso- sin firmar de forma voluntaria cualquier escrito que suponga su renuncia al cargo de portavoz. En esos mismos foros políticos, viene defendiendo que considera que él ha hecho lo que debía al dejar constancia de lo que interpreta como una injerencia a la autonomía del grupo municipal y un menoscabo a su labor como portavoz y que, por tanto, no prevé ceder ante presiones para renunciar al cargo. En resumen, que no dimitirá y que, en todo caso, deberán forzar su destitución con el procedimiento administrativo que la Secretaría General del Pleno considere indicado.
Esa es, ahora, la incógnita que queda por desentrañar: ¿qué requisitos deben cumplirse para que el partido pueda propiciar su sustitución como portavoz? La ejecutiva local y los siete concejales que ya han presentado el escrito solicitando su relevo defienden que esas condiciones ya se dan: el registro de un escrito avalado con las firmas de la mayoría de los ediles que conforman el grupo socialista. Argumentan que así lo determina una reciente sentencia del Tribunal Supremo (TS) de 16 de junio de este año en la que se da la razón a ocho de los nueve ediles que conforman el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Jerez y se resuelve que debe acordarse el relevo de su portavoz sin la necesidad de contar con su propia firma.
En concreto, en esa sentencia, que confirma la resolución previa del TSJ andaluz, establece que "la modificación del portavoz se ha de producir por mayoría no cabiendo exigir la unanimidad del grupo". En este sentido, señala que "la decisión por mayoría en las asambleas legislativas es la regla. Así se desprende de la regulación que la Constitución dedica a las Cortes Generales", prosigue. Y añade: "La exigencia de unanimidad es una excepción de tal entidad que solamente mediante Ley podría establecerse. A la misma consideración se ha de llegar razonando a partir de la exigencia del artículo 6 de la Constitución de que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos sean democráticos y en democracia se decide por mayoría, no por unanimidad".
Ahora bien, no es menos cierto que, como señala la propia sentencia, que en el Reglamento Orgánico Municipal del Ayuntamiento de Jerez ya se determina que la designación de portavoces debe acordarse por la mayoría de concejales que conforman cada grupo, con lo que el TS vendría a confirmar que se aplicase lo estipulado en la misma regulación local en contra de la posición defendida por el ayuntamiento gaditano. En el caso del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) de Alicante, la designación de los portavoces viene regulada en los artículos 50.1 y 50.3. En ellos, no se habla de la necesidad de mayorías, ni tampoco expresamente de unanimidad. Pero sí se señala que "el cambio de Portavoz de Grupo o de Portavoz adjunto en su caso, deberá realizarse con los mismos requisitos establecidos para su nombramiento (artículo 50.3) y que "los grupos se constituirán mediante escrito dirigido al presidente de la corporación, firmado por los miembros de la misma que deseen integrarlo, en el que expresen su voluntad de formar parte del mismo, su denominación, el nombre de su portavoz y de quien, en su caso, pueda sustituirlo (artículo 50.1)".
Así, que, en primer término, será la Secretaría General del Pleno la que deba dirimir en las próximas horas si el escrito firmado por siete de los nueve concejales que conforman el grupo municipal socialista son suficientes para promover el relevo de Sanguino como portavoz y para que se produzca el nombramiento del secretario general local, Miguel Millana, como sustituto. En esta línea, el mismo Millana ya advirtió también este lunes que el PSOE está dispuesto a presentar una denuncia por prevaricación contra el alcalde, el popular Luis Barcala, si bloquea la tramitación de ese escrito de relevo y no se produce su resolución de manera inminente.
Por lo pronto, como también ha informado este diario, ya se ha producido un primer pronunciamiento al respecto de la misma dicotomía ante la pretensión de Sanguino de relegar a la edil Trini Amorós como portavoz adjunta. En respuesta a esa petición, la Secretaría General del Pleno concluyó que se requería de la firma de los ediles que conforman el grupo municipal, así que el cambio no se hizo efectivo, a diferencia de lo que sí sucedió con el cese de tres de los cuatro cargos de confianza del grupo -ahora despedidos- y con el relevo de varios concejales como representantes del PSOE en consejos y patronatos municipales: una potestad que sí estaba al alcance de Sanguino como portavoz.
¿Qué salida tendrían los siete concejales y la ejecutiva local para promover la destitución de Sanguino si la Secretaría General del Pleno mantiene el criterio de la exigencia de unanimidad de los concejales del grupo? En principio, existirían dos vías posibles: la de plantear un recurso contencioso contra esa decisión, lo que conllevaría meses hasta que existiese un pronunciamiento judicial, o la de acordar la expulsión de Sanguino del grupo municipal socialista, lo que le convertiría en concejal no adscrito de forma inmediata, sin posibilidad de percibir sueldo. En esa hipótesis, debería promoverse también la expulsión de la edil Lara López, que tampoco firmó este lunes el escrito de solicitud de relevo del todavía portavoz. A partir de ahí, se podría presentar un nuevo escrito detallando la nueva composición del grupo socialista y planteando el nombramiento de su nuevo portavoz con la firma de los siete concejales que integrarían el grupo político en ese momento.
Además, solo entonces se podría revertir los cambios organizativos impulsados por Sanguino, ya que solo el portavoz dispone de competencias para designar a los asesores del grupo político y para decidir la asignación de funciones de los concejales que lo conforman. Es decir, que la rectificación de los acuerdos decididos por Sanguino requiere de la clarificación previa de quién asume el papel de portavoz.
Al margen de ello, según fuentes municipales consultadas, en los escritos registrados este lunes tampoco se habría detallado la reorganización de las retribuciones que podría conllevar el nombramiento de Millana como nuevo portavoz. En principio, de hacerse efectiva esa designación, Millana pasaría a percibir los más de 59.000 euros brutos anuales previstos por ejercer el cargo. No obstante, no se habría determinado en qué situación quedaría Sanguino, ya que resultaría necesario que se concretase si pasaría a disponer de dedicación exclusiva como concejal raso (39.000 euros) o si tendría dedicación parcial, así como si ese cambio afectaría a otros concejales socialistas que ahora disponen de ese régimen retributivo.
Entre tanto, la sucesión de acontecimientos ha propiciado que el PSOE se haya ausentado ya de dos comisiones municipales en las que se debía dictaminar propuestas de acuerdo que se trasladarán a votación en el pleno de este jueves. La primera vacante de representantes socialistas se produjo el viernes, en la comisión de Hacienda, a la que no acudió Millana al coincidir su desarrollo con una cita médica, según explicó. Tampoco acudió su suplente. Y la segunda se registró este lunes, en la comisión de Urbanismo, a la que no acudió Sanguino y tampoco Amorós, ya que en ese momento estaba participando en la reunión de concejales convocada para dar la oportunidad a Sanguino y a López para que también firmasen el escrito de sustitución de portavoz.