MADRID (EP). El Tesoro Público ha colocado este jueves 5.520 millones de euros en bonos y obligaciones del Estado, dentro del rango medio previsto, y lo ha hecho cobrando más a los inversores a tres años y ofreciendo una menor rentabilidad a 7 años, según los datos publicados por el Banco de España. A pesar de ello, los inversores siguen confiando en los títulos de deuda pública españoles y en la emisión de este jueves, la última del primer semestre del año, la demanda conjunta de las tres referencias ha superado ampliamente los 8.600 millones de euros, muy por encima de lo adjudicado en los mercados.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado 1.967,01 millones de euros en bonos a tres años, frente a una demanda que se ha acercado a los 4.000 millones, y el interés marginal se ha colocado en el -0,435%, más negativo que el -0,356% de la subasta celebrada el pasado 20 de mayo. En las obligaciones a 7 años el Tesoro ha colocado 2.164,01 millones de euros, acercándose a las peticiones de 2.500 millones realizadas por los inversores, y la rentabilidad marginal se ha reducido al 0,022% desde el 0,180% de la emisión previa del pasado mes. Por último, en la subasta de la obligación a 15 años se han adjudicado 1.389,69 millones de euros, frente a una demanda de 2.150 millones, y el interés marginal ofrecido se ha situado próximo al 1% (0,979%).
Esta misma semana, el Tesoro colocó también 1.940 millones de euros en letras a tres y nueve meses cobrando más a los inversores en ambas referencias. Tras las emisiones de esta semana, el organismo no volverá a los mercados hasta el mes de julio para arrancar el segundo semestre del año con una subasta de bonos y obligaciones el jueves día 1.
La Estrategia de Financiación del Tesoro para 2021 contempla una emisión neta de 100.000 millones, un 9% menos respecto a los 109.922 millones con los que cerró 2020, mientras que la emisión bruta se situará en el récord de 289.138 millones, un 4,4% más respecto los 277.059 millones del año pasado, debido a que, aunque el déficit bajará este año, el nivel de deuda acumulada obliga a refinanciar más vencimientos cada año.