Los sindicatos tratarán de "hacerle ver que es un error", pero si el alcalde no "rectifica" recurrirán a "movilizaciones"
VALENCIA. El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, difícilmente podrá esquivar una movilización de los sindicatos UGT y CCOO contra la liberalización de los horarios comerciales que pretende imponer en toda la ciudad. El dirigente se ha decantado por esta medida tras haber aplicado justo la contraria hace sólo cuatro meses en el municipio, cuando fue él mismo quien eliminó la apertura en domingo.
"Ni estamos de acuerdo en el fondo ni en el contenido, porque la ha impuesto sin acordarlo con nadie", denuncia al respecto el secretario del sector del Comercio de UGT-PV, Esteban Ramos. El dirigente, que explica que la sección de CCOO camina en esta misma línea, cuenta que guardarán una primera cita con Echávarri "para hacerle ver que es un error", y que, si no rectifica, los sindicatos pasarán a la acción "mediante la convocatoria de movilizaciones", como se hizo en Valencia.
En efecto, así le ocurrió a Joan Ribó por el mismo tema en la ciudad de Valencia, todo pese a que su pacto con las grandes empresas de distribución resultó mucho más próximo a lo que prometió en campaña electoral. El consistorio valenciano no logró eliminar totalmente la liberalización, pero sí redujo de 5 a 2 las zonas de libre apertura. Echávarri, por contra, se dispone a extender la liberalización por encima de lo que lo hizo el PP en la ciudad.
Los motivos del giro del alcalde, según explica, son de empleo. Según fuentes municipales, la liberalización horaria en Alicante se establece a cambio de "la contratación de 600 empleados y el compromiso de las grandes superficies a que los empleados trabajarán un máximo de 13 festivos al año".