Hemos vivido unos días o acontecimientos de sainete, sobre los que le hubieran encantado haber ironizado a nuestro universal cineasta, y que estaría entre el Bienvenido Mister Marshall (ahora Biden) y el ¡Viva Rusia!, guion inédito recientemente aparecido
Qué triste es que una noticia de gran importancia y profundo calado internacional, como ha sido la cumbre de la OTAN 2021 celebrada en Bruselas, haya sido tratada en clave doméstica como pasto de informaciones, memes en las redes y toda una serie de producciones sobre la política de los pasillos del poder, con una clara inspiración berlanguiana, ahora que justo se celebran los 100 años del nacimiento de Luis Garcia Berlanga, dándose la casualidad que siendo Rusia uno de los principales temas de la cumbre Atlántica, ha aparecido en su recién abierta Caja de las Letras del Instituto Cervantes un guion inédito, irónicamente llamado ¡Viva Rusia!, justamente de él que se movilizó bajo el lema de ¡Rusia es culpable! y se fue a combatir al frente de Leningrado, al norte de donde ahora la OTAN tiene desplegadas sus tropas (en los países bálticos en concreto), y donde España participa también, paradojas de la vida.
La importancia de esta cumbre se debe a múltiples factores; por una parte se ha reafirmado el espíritu de unidad y cohesión, que por diferentes cuestiones parecían puestas en entre dicho, tanto por las aparentes tensiones entre ambos lados del Atlántico, como por las relaciones con la Turquía de Recep Tayyip Erdoğan y sus ínfulas neotomanas plasmadas en la doctrina de “Patria Azul” o “Mavi Vatan”, con el distanciamiento de la política, industria e intereses norteamericanos, al renunciar a la adquisición del caza de tecnología furtiva o stealth F-35, por comprar el sistema de defensa aérea S-400 a Rusia (elemento muy importante para lo se ha denominado doctrina Antiacceso-Denegación de Área A2/AC), acercándose en demasiadas ocasiones a posiciones cercanas a Vladimir Putin, y por si no lo sabían la ley de USA de 2017, denominada CAATSA, exige imponer sanciones a aquellos países que realicen compras importantes a Rusia en el sector de la Defensa, por lo que...sobran las palabras.
Por otra parte las formas, fundamentales en nuestros regímenes democráticos, han mejorado en las relaciones transatlánticas iniciándose un nuevo capítulo, pues la administración, y sobre todo él, Donald Trump, era de formas mucho más toscas que la actual administración de Joe Biden de talante mucho más diplomático y tranquilo por no decir impertérrito (algún maledicente afirma que es por su edad y salud), donde se vuelve al multilateralismo tan propio de los globalistas, frente al bilateralismo que gustaba al anterior inquilino de la Casa Blanca.
Aunque en el fondo, se incide sobre las mismas cuestiones que en cumbres anteriores, la complejidad de los desafíos en esos novedosos e híbridos conflictos, con la amenaza rusa cada vez más presente, y que ha generado un encuentro en Ginebra entre Biden y Putin para rebajar tensiones y acordar la vuelta de sus embajadores. Otro de los temas tratados, y en los que parece que la Alianza Atlántica va a tomárselo en serio (ergo se refiere a Europa pues los USA ya lo estaban) es el desafío chino, pues recordemos que la República Popular China de Xi Jinping está en plena carrera tecnológica con claros propósitos expansionistas y hegemónicos, avanzando en la computación cuántica, la exploración espacial de la Luna y Marte, e iniciando la construcción de su estación espacial orbital, bajo el impulso del espíritu "Dos Bombas y Un Satélite" (lema algo belicoso diría yo) según manifestó el presidente chino el 29 de abril pasado, en el lanzamiento exitoso de Tianhe, módulo central de la antes citada estación espacial.
Otro de los temas tratados, reiterativos desde la cumbre de Wales en 2014, son los gastos en Defensa, hace 7 años se decidió que se gastaría en seguridad exterior un 2 % del PIB de cada país, y dentro de esos presupuestos un 20 % iría destinado en nuevos equipamientos, y como muchos de ustedes sabrán, porque Trump no paraba de repetirlo, parte de Europa gastamos de menos en Defensa (a costa de los norteamericanos), entre los que nos incluimos España, que según los datos publicados por OTAN estamos solo en el 1,02 % de gastos en Defensa, prácticamente la mitad de lo comprometido.
Pero una de las grandes noticias de la cumbre (por lo menos para España) es que se ha designado a nuestro país como sede de la próxima cumbre de la OTAN el año que viene, hecho que debe de ser aprovechado por nuestra diplomacia y por el gobierno, para afianzar alianzas con nuestros socios e incrementar disuasiones frente a posibles vecinos hostiles. Pero recuerden que no siempre fue así, hubo una época que las relaciones con los norteamericanos y la OTAN en España estaban en entredicho, durante la transición y los años 80, uno de los mantras de la izquierda era “bases fuera, OTAN no”; refiriéndose a las bases USA instaladas en nuestro país desde los acuerdos de 1953, entre dos generales Dwight Eisenhower y Francisco Franco, para hacer frente a la amenaza comunista de la URSS en plena Guerra Fría; y OTAN no, porque el gobierno de la UCD de Leopoldo Calvo Sotelo había firmado la entrada de España en la Alianza Atlántica (como requisito tácito para la entrada en las Comunidades Europeas) y el PSOE había basado parte de su campaña electoral de 1982 en el lema “OTAN de entrada no” comprometiéndose a celebrar un referéndum.
Pero entonces Felipe González llegó al gobierno y todo cambio, se convocó un referéndum sobre la OTAN, en donde el PSOE apoyo el sí a continuar en la alianza, y donde finalmente ganó la permanencia, pero eso sí con un claro desgaste político, e incluso un ministro socialista, Javier Solana, llegó a ser Secretario General de la OTAN en una compleja época en la esta organización llego a bombardear Serbia y su capital Belgrado en 1999, con el resultado de la muerte de numerosos civiles, que Human Rights Watch los elevó a 500, y donde se produjo el serio incidente del bombardeo de la embajada China, y no olvidemos que los orientales tienen mejor memoria que los occidentales.
Dejando la historia aparte, aunque nunca olvidemos que para que exista un proyecto solido de futuro, deben existir unos cimientos firmes en el pasado, y una construcción recia en el presente, nuestra comunitat dejando al margen las tan comentadas bases, propiamente norteamericanas, de Rota y Morón, participa muy activamente en el despliegue de seguridad de la Alianza Atlántica pues tenemos en nuestro vecindario el Cuartel General de la OTAN Valencia-Bétera, uno de los grandes protagonistas en la evolución de la estructura militar de esa organización internacional en las últimas años.
Pero no sólo esta gran unidad el HQ NRDC-ESP, que puede dirigir a decenas de miles de efectivos en un hipotético despliegue Atlántico está en nuestra comunidad, también existen otras unidades fundamentales para hacer frente a esas amenazas que ahora se llaman híbridas, y que se mueven en las llamadas zonas grises de los conflictos, se encuentran entre nosotros (así como sus miembros) el Mando de Operaciones Especiales en Alicante (el MOE del cuartel de Rabasa), donde nuestros queridos guerrilleros o boinas verdes se entrenan en formas de combate inimaginables para el común de los mortales, o también el regimiento de Inteligencia nº 1 con su Psyops y sus drones, o el regimiento de Operaciones de Información nº 1 y su cooperación cívico militar, ambos están en Valencia, o el regimiento NBQ "Valencia" nº 1, para hacer frente a las amenazas Nucleares, Biológicas y Químicas está ubicado en Paterna (Valencia).
Como han podido observar, los más perspicaces se habrán dado cuenta, todas las anteriores unidades tienen o son número Uno (1) (en el HQ NRDC-ESP y el MOE es como si lo llevasen también incluido en la denominación el 1, pues no existe un segundo HQ o Mando), y se debe a que son las primeras y pioneras unidades en su género, y primeras y mejores en su especie, es todo un lujo para la Comunitat Valenciana que todos estos instrumentos fundamentales para el nuevo tablero de seguridad mundial en el que vivimos, se encuentren entre nosotros.