Miembros de Vlc en Comú durante el plenario de este jueves.VALENCIA. Este jueves se celebraba el plenario de Valencia en Comú en el que debía votarse la Ejecutiva del partido, cuyo principal fin es gestionar las decisiones de los plenarios. Sin embargo, esta no salió adelante por detectarse un presunto fraude en el sistema telemático de recuento de votos.
Al acto, al que acudió el concejal de Innovación y Participación en el Ayuntamiento, Jordi Peris, y que tenía lugar a las 18:30 en la sede de Comisiones Obreras (CC.OO.) de la calle Nápoles y Sicilia, quedaba suspendido tras comprobar que se había manipulado la identidad de casi 90 personas inscritas con la misma IP para votar a dos candidatas.
Componentes de la formación afirmaban en declaraciones a Valencia Plaza desconocer tanto la autoría como la intención con la que alguien habría tratado de manipular el censo. Aunque sí avanzaban que podría tratarse de un intento dirigido a "meter a alguien" o para "paralizar el proceso de elección".
De momento, miembros de la València en Comú y el responsable de informática acudirán a las 11:30 de la mañana de este viernes a los juzgados para denunciar los hechos.
En la convulsa sesión, el plenario de Valencia en Comú también debía aprobar la creación de una comisión de garantías, cuyo fin principal es el de fiscalizar el trabajo de sus representantes políticos, entre los que se encuentran los concejales en el Ayuntamiento María Oliver, Jordi Peris y Berto Jaramillo. Así, se debía elegir a las cinco personas que formarían esa comisión de entre los diez candidatos que se presentaron.
Tras el presunto fraude detectado en la recogida de votos se estuvo barajando la posibilidad de posponer la renovación de esta comisión, aunque finalmente no se consideró oportuno al contar con el apoyo de 128 votantes.
Entre algunas de las funciones que tendrá esta comisión es la de vigilar que se cumpla el programa electoral, los compromisos que se toman en las asambleas o el código ético.
Cabe señalar que el plenario también debía decidir qué sucedería con el conflicto abierto antes de verano entre el edil de Transparencia y Cooperación al Desarrollo, Berto Jaramillo, y dos asesoras a las que quiso destituir. Un proceso que quedó paralizado y que el plenario impidió, ya que no era "una decisión que tuviera que decidir nadie de forma unilateral, sino que lo decide València en Comú", aseguraron fuentes de la plataforma a este diario.
