VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València, como el resto de entidades locales de España, se prepara para aprobar la nueva tasa de basuras que debe poner en marcha el año que viene como consecuencia de la ley estatal de residuos. Un nuevo gravamen procedente de la Unión Europea que busca que los ciudadanos paguen efectivamente por el coste real del servicio de recogida, tratamiento y eliminación de residuos, y sean conscientes de dicho coste.
En el caso de València, la concejalía de Hacienda que dirige la edil popular María José Ferrer San Segundo, ya ultima la ordenanza fiscal para empezar a cobrar el mencionado tributo, que sí o sí debe cubrir todo el servicio. En este sentido, según ha podido saber este diario, las previsiones con las que trabaja el gobierno municipal, y concretamente el área fiscal, es ingresar para el año que viene en torno a 47 millones de euros por este concepto.
La puesta en marcha del nuevo gravamen es una obligación para todos los consistorios, tal como refleja la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que desarrolla una directiva europea y que entró en vigor en abril de 2022. En una de sus disposiciones, señala que las entidades locales tienen que establecer "una tasa o, en su caso, una prestación patrimonial de carácter público no tributaria" que permita implantar "sistemas de pago por generación y que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos".
La filosofía detrás del nuevo gravamen es la idea de hacer responsable de los residuos a su productor directo, siguiendo el principio de "quien contamina, paga". En ese sentido, la ley subraya que "los costes relativos a la gestión de los residuos, incluidos los costes correspondientes a la infraestructura necesaria y a su funcionamiento, así como los costes relativos a los impactos medioambientales y en particular los de las emisiones de gases de efecto invernadero, tendrán que ser sufragados por el productor inicial de residuos, por el poseedor actual o por el anterior poseedor de residuos".
Por el momento, se desconoce cómo se aplicará y cobrará este gravamen y si el gobierno municipal tiene previsto hacer algún cambio en otros impuestos como compensación: este viernes, la propia edil de Hacienda tiene prevista una rueda de prensa para explicarlo. Con todo, pueden servir de guía las fórmulas empleadas por otros municipios, donde por ejemplo se prevé utilizar un índice vinculado al consumo de agua para determinar la cuota a abonar por cada contribuyente. Hay municipios, como es el caso de Sagunto, que ha aplicado una rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para compensar la tasa de basuras.
La alcaldesa de València, María José Catalá, recordó este jueves que tanto el del Cap i Casal como el resto de ayuntamientos están obligados a aplicar el gravamen: "Es una tasa que no queremos", dijo, para añadir que si fuera por ella. "no pondría esta tasa y, de hecho, en todo lo es competencia municipal, se han bajado un 20% los impuestos, que han supuesto 60 millones menos de contribución". Así, insistió en el "esfuerzo" municipal en "mantener la bajada de impuestos en las materias que son nuestra competencia, pero es que en este caso nos obligan a hacerlo".
La mencionada tasa de basuras municipal debe financiar al completo el servicio de recogida de residuos. Ahora bien, hay otra parte del ciclo, el del transporte, tratamiento, reciclaje y eliminación, que ahora mismo está cubierto parcialmente por la conocida como tasa Tamer, y que se aplica a toda el área metropolitana, dado que es un servicio prestado por la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (Emtre).
Este impuesto, por tanto, también se ve afectado por la mencionada normativa, puesto que hasta la fecha no cubría la totalidad del coste del servicio como exige la ley de residuos. En ese sentido, este jueves la asamblea de la Emtre aprobó un incremento medio del 23% para cubrir esa diferencia a partir del año que viene. Algo que hasta ahora abonaban los ayuntamientos de sus propios presupuestos. Con el cambio, por tanto, serán los ciudadanos los que paguen directamente el coste real del servicio, que el año que viene supondrá 101,5 millones de euros según las previsiones de la entidad metropolitana.
El incremento, según los diferentes tramos, categorías y actividades económicas, varía entre el 22% y el 26%, si bien la subida más común oscilará por el 23%. Por ejemplo, las viviendas con consumos de agua menores a 65 hm3 pasarán de pagar 33 euros a 40,80; para las viviendas entre 65 y 90 hm3, pasarán de 103 a 127,20 euros; entre 90 y 195 hm3, de 119 a 146,40 euros, tal como refleja la tabla inferior.
El presidente de la Emtre, el alcalde de Almàssera, Emilio José Belencoso, señaló que sin este "tasazo", los más de millón y medio de ciudadanos del área metropolitana "hubieran pagado menos tasa que el año anterior" al haber descendido los costes de la gestión gracias a la "eficacia" de la entidad. La entidad aprobó un presupuesto de 101 millones, de los cuales 13 irán dedicados a financiar una parte de la tasa Tamer.
El concejal de Compromís en el consistorio de la capital valenciana Sergi Campillo criticó en un comunicado que València tiene un 50% del voto en la asamblea general de la Emtre y lamentó "la hipocresía máxima de Catalá, que cuando estaba en la oposición, tanto en la entidad metropolitana de residuos como en el Ayuntamiento de València, pedía eliminar esta tasa que pagamos en el recibo del agua por la gestión de nuestros residuos, y ahora que ha llegado al gobierno, la sube más de un 20% para todo el mundo, de forma lineal".
Compromís precisamente había llevado a la asamblea del Emtre una propuesta alternativa de reforma de la Tamer que preveía un descenso del 9% en la tasa para los hogares con menor consumo de agua y subidas de entre el 20 y el 50% para los que consumen más de 65 m3.
En esta línea, el portavoz socialista en el consistorio de València, Borja Sanjuan, aseguró que Catalá "sigue poniendo en práctica su gran estafa fiscal que consiste en disparar los impuestos y tasas para la gran mayoría de los valencianos mientras, por otra parte, se los quita a las personas que acumulan pisos para especular". Así, lamentó que el aumento coincida con la subida del precio del billete sencillo de la EMT.
"La gran mayoría de personas de la ciudad de València en 2025 pagarán más impuestos de lo que pagaban antes de que llegara Catalá", ha dicho porque "mientras las personas que acumulan muchos pisos en la ciudad para especular o hacer apartamentos turísticos están ganando mucho dinero con la bajada del IBI, el común de los mortales tiene que pagar más por un billete del autobús o mucho más en el recibo del agua", indicó al respecto.