VALÈNCIA. Varias empresas valencianas han sido elegidas finalmente para participar en el segundo proyecto europeo sobre microelectrónica y tecnologías de la comunicación bajo el mecanismo de Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI). Conocido como IPCEI de microchips, permitirá a las empresas participantes recibir importantes ayudas públicas sin que sean consideradas ayudas de Estado.
Este jueves, la Comisión Europea daba a conocer las empresas que han pasado el corte. Un total de 56 compañías como participantes directos y 30 como asociadas. Previo a la resolución, existían dudas de si las empresas de la Comunitat Valenciana podrían pasar el filtro de la convocatoria, con un presupuesto de 8.100 millones de euros, debido a su tamaño. España presentó manifestaciones de interés de once proyectos, cuatro de los cuales estaban liderados por empresas valencianas, concretamente por las firmas de fotónica Das Photonics, Ipronics y VLC Photonics (filial de Hitachi) y la empresa de semiconductores MaxLinear Hispania (filial del grupo californiano MaxLinear).
Finalmente, han sido las tres primeras las que constan entre las seleccionadas, mientras que ha quedado fuera Maxlinear Hispania, empresa que dirige Mayte Bacete, líder del lobby Valencia Silicon Cluster. Aunque éstas no han sido incorporadas como "participantes directos", sí han sido incluidas como asociados, figura destinada a proyectos relevantes de menor tamaño y vinculados a los proyectos de los participantes directos.
Esto se debe a que la UE permite ayudas directas para cubrir el funding gap (déficit de financiación) de los proyectos, pero ha fijado un mínimo de 20 millones de euros para éste, al considerar que esos proyectos tienen el tamaño suficiente para ser aceptados como "participantes directos" en el IPCEI. Por este motivo, los proyectos valencianos no podrán acceder al 100% del funding gap y los costes del primer despliegue, pero sí accederán a las ayudas públicas a través de otras modalidades nacionales o comunitarias ya establecidas, pero solo hasta el 70%.
Desde la Comisión Europea esperan que los 8.100 millones de ayudas pública desbloqueen 13.700 millones de inversión privada y contribuyan a diversos sectores como las comunicaciones (5G y 6G), la conducción autónoma, la inteligencia artificial y la computación cuántica. También, apoyarán a las empresas activas en la generación, distribución y uso de energía en su transición verde.
En este sentido, esperan que los primeros productos novedosos puedan introducirse en el mercado en 2025 y la finalización del proyecto general está prevista para 2032, con plazos que varían en función del proyecto y las empresas involucradas. Se prevé la creación de unos 8.700 puestos de trabajo directos y "muchos más indirectos", según concretan en un comunicado.
El segundo IPCEI de microchips discurre de forma casi paralela al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de microelectrónica y semiconductores, conocido como Perte Chip. La principal diferencia entre IPCEI y Perte es su ámbito. Los IPCEI se iniciaron antes, con el objetivo de financiar proyectos de ámbito europeo, y los Perte surgieron como una réplica nacional en el que no se requiere que en la cadena de valor participen empresas de otros países.