VALÈNCIA. Tras días de incertidumbre ante el posible cierre del Mercat de la Vila de Alzira, los vendedores y el ayuntamiento han alcanzado un acuerdo en las últimas horas para negociar las condiciones de una nueva licitación. Así, se abre un proceso de debate, que se prevé que se alargue unos tres meses, pero que evitará que la ciudad se quede sin estos puestos de venta tras la finalización de la actual licencia el próximo 26 de diciembre.
Sin embargo, el futuro del mercado municipal ha pendido de un hilo en la última semana, ya que hace a penas unos días, el consistorio se mostraba decidido a no otorgar una nueva licitación una vez terminara el contrato. "Dada la realidad del mercado, la ocupación y las ventas, así como las necesidades de la corporación municipal, pensamos que lo viable es el cierre de las paradas", expresaba el alcalde de Alzira, Diego Gómez, la semana pasada.
Así, según explicó el consistorio, las jubilaciones, la falta de relevo generación y la poca actividad económica del mercado estarían detrás de la posición, en un primer momento, de la administración local de destinar las instalaciones municipales donde actualmente se ubica el Mercat de la Vila a oficinas de atención ciudadana. Concretamente, la intención del equipo de gobierno era instalar el PROP, la oficina de vivienda y la oficina verde, de ámbito comarcal.
Un bar, una tienda de alimentos veganos u otra de repostería, son algunos de los cinco establecimientos que todavía permanecen activos, lejos de los 13 ofertados en total. "Es un mercado que llevamos muchos años intentando dinamizar, lo hemos intentado por activa y por pasiva, pero la realidad es la que es y nosotros debemos objetivar la realidad que tenemos", señalaba el pasado jueves Gómez, quien recordaba diversas actividades puestas en marcha en los últimos meses para atraer clientes al recinto. Sin embargo, los comerciantes no opinan igual y consideran que el Mercat "funciona bien" y que "ha habido más personas interesadas en solicitar un puesto".
Cuando parecía que el ejecutivo local estaba decido a dejar que expirara el contrato sin poner en marcha una nueva licitación para que los vendedores del Mercat de la Vila pudieran continuar con su actividad más allá de este año, el ayuntamiento ha dado su brazo a torcer: "El Mercat no se cierra", aseguraba el primer edil. Este cambio de posición se ha dado tras las reivindicaciones de los trabajadores del mercado municipal que, de hecho, habían convocado una protesta este mismo miércoles y habían recibido el apoyo de los partidos de la oposición.
Así pues, y teniendo en cuenta que la actual licencia otorgada en 1985 no es prorrogable, el equipo de gobierno ha decidido licitar una nueva. Tras una reunión 'in extremis' con los vendedores, han alcanzado un acuerdo para abrir una negociación sobre las condiciones de este nuevo contrato. Entre las cuestiones que se discutirán, se encuentra el número de paradas, las tasas que se pagarán o si se podrán incluir paradas que no sean únicamente de alimentación, como hasta el momento.
Por ahora, los miembros del ejecutivo local han llevado al pleno de este mismo miércoles por la tarde el expediente de finalización de la actual concesión, un trámite puramente administrativo, pero que ha contado con la abstención de los tres partidos de la oposición. "Después se abrirá un periodo de exposición pública y se atenderá a los implicados", ha explicado en el pleno el regidor de Servicios Urbanos, Fernando Pascual. Y, según ha señalado el alcalde de Alzira, entre los acuerdos alcanzados en el principio de acuerdo se encuentra contar con los afectados a través de las alegaciones que presenten.
"El compromiso de este equipo de gobierno en la reunión de ayer es comprometernos volver a licitar el pliego de condiciones y abrirlo a nuevas actividades. Así como a la creación de una mesa de trabajo de manera inmediata junto a los actuales vendedores", ha relatado Pascual. "Abriremos un procedimiento para ver qué mercado queremos y lo haremos con consenso, diálogo y comprensión", ha añadido el edil responsable.
Ahora, otro de los frentes abiertos que presenta esta decisión es la ubicación de las instalaciones de atención a la ciudadanía que el consistorio tenía previsto situar en este recinto municipal. En este sentido, y según ha señalado Gómez, la intención del consistorio en integrarlas en ese mismo espacio junto a los puestos de venta que, finalmente, se coloquen en el mercado. Además, el primer edil ha adelantado que los actuales comerciantes ya han manifestado su interés de continuar.