VALÈNCIA. Las 42 cajas rurales asociadas a la a la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) no se amilanaron el pasado año ante la crisis pandémica. Si el pasado 29 de marzo este diario publicaba que dichas entidades crecieron a doble dígito en activos, créditos y depósitos, también incrementaron el número de socios y empleados, según lo colgó este miércoles en su web la patronal del sector presidida por Manuel Ruiz Escudero, que ocupa el mismo cargo en Caja Rural Central de Orihuela.
El número de cajas rurales no sufrió variación alguna respecto a las 42 al cierre de 2019; mientras que el número de socios se elevó un 3,10% (48.763 en términos absolutos) hasta 1.623.297. De los cuáles el 91,61% (1.487.160) correspondía a personas físicas, mientras el resto se repartía entre cooperativas (6.893) y personas jurídicas (129.244).
En cuanto al número de empleados fueron 72 más los que se incorporaron (un 0,60%) en un año donde los despidos estuvieron -y siguen estando- a la orden en el sistema financiero español. A 31 de diciembre pasado las cooperativas de crédito contaban con una plantilla conjunta de 12.166 de los cuales 6.401 eran hombres y 5.765 mujeres. Cierto es que los consejeros (357 vs. 105) y los directores generales (37 vs. 5) siguen teniendo un mayoritario peso los varones.
Mientras tanto, apenas dos oficinas se cerraron el pasado año entre todas las cooperativas de crédito, totalizando 3.230 sucursales y con más del 41% en poblaciones de menos de 5.000 habitantes. Todo un dato a tener en cuenta.
Números ascendentes también en lo que a tarjetas de crédito con 4,5 millones, es decir, 307.000 más que en 2019; como también en lo que a los cajeros automáticos se refiere con 4.024 tras aumentar su número en 89 a lo largo del pasado ejercicio.