VALÈNCIA. Pasan los meses y -como era de esperar- las sociedades de inversión de capital variable siguen con sus números descendentes, tanto en cuanto a número como en lo que se refiere a accionistas incluyendo los 'mariachis' de turno. También la pérdida patrimonial, pero eso viene determinado por el llamado 'efecto mercado', es decir, el mal tono de los mercados financieros y muy especialmente de los de renta variable de donde se nutren las comúnmente llamadas sicavs.
Al cierre del primer semestre del año, el número de estos vehículos financieros a los que el Gobierno y sus socios podemitas 'condenaron a muerte', se situaba en 2.052, según los últimos datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Se trata de la cifra más baja desde octubre de 2001 y un 11,05% menos respecto a las 2.307 que circulaban el último día de 2021.
Para entender el ritmo de cierres -bien directos, bien integradas en fondos de inversión o bien transformadas en otro tipo de sociedades-, en los seis primeros meses del año en curso se han esfumado 255. O lo que es lo mismo: una y media al día.... y lo que queda porque se prevé que se liquiden tres de cada cuatro. Casi nada. Así lo manifestó Rodrigo Buenaventura, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), hace tres semanas en en su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso para presentar el informe anual de 2021 del organismo supervisor.
"Lógicamente las sicavs, que acumulaban más de 28.000 millones de patrimonio, han experimentado un declive neto tras la reforma de su régimen fiscal, habiendo declarado el 75% de las mismas que se liquidará", señalaba entonces. Preguntado por el diputado del Grupo Parlamentario Plural, Ferrán Bel, sobre la reubicación de los fondos de las sicavs, Buenaventura manifestó su esperanza de que se queden en España, convirtiéndose en instituciones de inversión colectiva y gestionadas por firmas españolas, una situación que sería "buena" para el sector.
Pero volviendo a la primera parte del ejercicio actual, el número de accionistas de sicavs se pegó un 'batacazo' de casi un 35%, al pasar de los 362.909 hasta los 236.663. Concretamente fueron 126.246 los accionistas que se dieron de baja, algo lógico ante el ritmo de liquidaciones de estos vehículos financieros que tributan igual que cualquier fondo de inversión y, además, se pueden comprar -cotizan, las que quedan, en su segmento específico en BME Growth- como si de una acción de BBVA, Inditex y/o Telefónica, por poner tres ejemplos, se tratara. Pero la demagogia ha podido más y ha terminado apuntillando a estas sociedades nacidas allá por 1983 con Miguel Boyer como ministro de Economía.
Por su parte, el patrimonio de las sicavs entre enero y junio también cayó por el mal tono de los mercados financieros, sin duda provocado en gran medida por las tensiones inflacionistas derivadas de la invasión rusa sobre Ucrania. Así, los 29.247 millones de euros a 31 de diciembre pasado se habían convertido en 23.930 millones seis meses más tarde, es decir, un 18,18% o 5.317 millones de euros menos.
Pinchar aquí para ver la tabla completa (Fuente: Inverco)
Mientras tanto Banco Santander, a través de su división de altos patrimonios Santander Private Banking, sigue llevando la voz cantante en este segmento bancario en los tres epígrafes. Así, copaba el 18,62% del patrimonio al cierre semestral con 4.455 millones de euros, por delante de Bankinter (2.225 millones) y BBVA (2.220 millones).
En lo que a número de sicavs, la entidad presidida por Ana Botín contaba con 379, es decir, el 18,47% del total superando a Bankinter (286) y BBVA (239); mientras que en lo que a accionistas se refiere el dominio del 'banco rojo' era todavía muy superior con 80.050, prácticamente el 34% del total. Para hacerse una idea de su poderío casi superaba la suma conjunta de sus seis inmediatos perseguidores en este apartado: Bankinter (28.146), Banca March (14.072), CaixaBank (11.767), Andbank España (10.132), Credit Suisse (9.450) y Renta 4 Banco (8.050).
Conviene recordar que el declive es consecuencia de la entrada en vigor el 1 de enero de este año de la Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal. El mismo que establece las nuevas condiciones para que sigan tributando al 1% en el Impuesto sobre Sociedades, como que cada uno de sus al menos 100 socios alcancen una inversión mínima de 2.500 euros. De no cumplir este requisito, tendrán que tributar por un 25% de su beneficio. En este sentido, este diario testó la opinión de una decena de reputados financieros en un panel publicado el pasado tres de enero para conocer su opinión al respecto.
El cambio normativo establece un régimen transitorio durante 2022 por el que se puede acordar la disolución y liquidación de estas sociedades sin costes fiscales y diferir la tributación de las ganancias derivadas de la liquidación. Pero eso sí, siempre que los accionistas reinviertan la totalidad de su cuota de liquidación en otras instituciones de inversión colectiva (IICs) españolas. En concreto, las sociedades tienen hasta el 31 de diciembre de 2022 para acordar su disolución y hasta el 30 de junio de 2023 para realizar los actos y negocios jurídicos necesarios para liquidar la sociedad hasta su cancelación registral. Todo ello pudiendo prorrogar hasta el 31 de julio de 2023 la reinversión de las cuotas si se acogen al régimen transitorio.
