VALÈNCIA. Las agresiones a profesionales sanitarios se han convertido en un problema de primer nivel para la administración pública y tanto la Conselleria de Sanidad como el personal sanitario ve necesario implementar soluciones para evitarlo. Por este motivo Valencia Plaza organizó este miércoles junto con la Asociación de Derecho de la Comunitat Valenciana (ADSCV) un desayuno en el Hotel Valencia Palace para abordar esta cuestión, que será uno de los temas centrales del II Congreso de Derecho Sanitario de la Comunidad Valenciana y que se celebrará el 27 y 28 de septiembre en el Palacio de Colomina.
Al encuentro asistieron Carlos Fornes, presidente de la ADSCV, Pedro Rosado, vicepresidente de la ADSCV, Juan José Tirado, presidente del Ilustre Colegio de Enfermería de Valencia, Agustín Navarro, médico especialista en MFyC y médico de Urgencias CME-SEMES, Guillermo Aranda, subdirector General de Administración de Personal y Salud Laboral de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, Narcís Vázquez, secretario autonómico de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público y Jose Mª Breva, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Castellón.
Carlos Fornes, presidente de la ADSCV, apuntaba al "alarmante" crecimiento de las agresiones a profesionales sanitarios, que de 2016 y 2017 aumentaron un 4% pero que desde 2013 se incrementaron un 32% hasta llegar a las 515 en 2017. Sin embargo, insistió en que esta cifra solo son las denunciadas, siendo muchas más las que no se comunican. "Hace falta formación, información y comunicación", señalaba Fornes. "Los nervios, la falta de información y la falta de diálogo en los servicios de Urgencias es un caldo de cultivo para que aumenten las agresiones".
"Es un problema grave y prioritario", insistía y apuntaba a la necesidad de que los profesionales den más información a los familiares y pacientes en los momentos de espera, pero también a que los pacientes entiendan que no todo es una urgencia. "Debería establecerse una persona de formación sanitaria que tuviera esa función de acercarse al acompañante y dedicarle unas palabras, algo que mitigaría las agresiones en esos servicios".
Pedro Rosado, vicepresidente de la ADSCV, apuntaba a los servicios de Urgencias masificados. "La gente piensa que los centros de primaria no están suficientemente dotados y se van directamente a los hospitales. Todos vamos a los servicios de urgencia y si puede ser del hospital más grande", lamentaba. A esto sumaba el problema de la escasez de personal. ¿Por qué en el triaje no se dota al enfermero de más competencias para adelantar el proceso?", se preguntaba.
"El aumento de las agresiones es un reflejo de la cultura y de la falta de educación. Tenemos una cultura medicalizada. La gente sabe sus derechos pero no sus obligaciones y la gente acude al hospital por tonterías en muchas ocasiones", apuntaba Juan José Tirado, presidente del Ilustre Colegio de Enfermería de Valencia. Además, destacaba a la pérdida de competencias del profesional de la enfermería. "La unidad básica de salud eran médico y enfermero, luego han ido haciendo inventos", aseguraba.
También insistía en la necesidad de un mayor control sobre los profesionales además de que la carrera profesional debería ser un estímulo a los profesionales y no un quinquenio. "Si estamos diciendo que España es un país de viejos y que van personas mayores a los hospitales por la cultura medicalizada, en vez de hacer hospitales tan grandes se debería potenciar la atención domiciliaria y primaria", aseguraba Tirado.
Agustín Navarro, médico especialista en MFyC y médico de Urgencias CME-SEMES, insistió en el problema que supone la información sanitaria en internet. "La gente lee en internet unos síntomas y esperan que los médicos les ratifiquen que es eso. Se piensa que la mayor causa de agresiones son las demoras pero en realidad son las discrepancias. Alguien pide un TAC y el médico no se lo da, entonces se enfada", lamentaba. Además, aseguraba que antes había más tiempo para el acompañamiento, lo que permitía conocer al paciente y su familia y aumentar la confianza entre paciente y profesional. Entre las soluciones para Urgencias, recuerda que llegó a haber facilitadores que informaban a los familiares de pacientes qué pruebas se les estaban practicando.
"Los médicos tenemos que lidiar con la informática y tutorizar a los residentes que tienen que estar plenamente controlados, pero siendo los mismos profesionales. ¿Cuánto tiempo se le dedica a la asistencia del paciente? Tengo que estar pendiente de la maquinita para meter todos datos y atender al paciente en pocos monitos. En Suecia tienen médicos que disponen de media hora para cada visita y convencen a los pacientes de si es necesario hacerse unas pruebas o no", aseguraba Navarro. "Incluso l personal cede en determinadas cuestiones sanitarias para no tener conflictos".
Guillermo Aranda, subdirector General de Administración de Personal y Salud Laboral de la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública, recordaba que hace unos meses el departamento de Sanidad aprobó el plan de prevención y agresiones para profesionales sanitarios, que no existía en la Comunitat Valenciana. "Nos permiten conjugar los derechos de los usuarios con los derechos de nuestros profesionales sanitarios", recordaba.
"Con la aplicación de este plan en nuestros centros intentamos potenciar los servicios de prevención. De esta forma, en la medida de lo posible, intentaremos evitar la virulencia sufrida con nuestros profesionales", apuntaba, además de recordar que se estableció el código alerta porque no es posible tener medidas de seguridad inmediatas en cada centro. "La jurisprudencia también nos ha ayudado porque el médico pasó considerarse autoridad pública y se aumentaron las penas", recordaba Aranda. También están haciendo cartelería para los centros de Primaria, Especializada y Urgencias, donde se señala cómo se debe abordar esta problemática. "Vamos a intentar formar a nuestros profesionales para que en estas situaciones de riesgo actuando con serenidad".
Además, la Conselleria dispone de un plan de asistencia más ágil con el nuevo seguro que incluye la protección legal inmediata. "Tenemos un plan y protocolo para atender a la víctima desde el punto de vista psicológico y legal. Hay que denunciarlo a pesar de que a los profesionales nos cuesta. Hay que convencer a los equipos y la prevención es esencial", recordaba a la vez que opinaba sobre la dificultad de concretar la figura del interlocutor policial. "Estamos en conversaciones con el Ministerio de Interior y otras administraciones".
"Estamos en una sociedad en la que todo el mundo quiere todo y ya", opinaba Narcís Vázquez, secretario autonómico de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público. "Si tuviéramos un sitio donde poder comprar empatía tendríamos que gastar mucho dinero en esto", insistía. "Los profesionales sanitarios también tendríamos que comprar un kilo de empatía para entender al familiar del paciente aunque no tenga razón, y lo mismo para el ciudadano".
"Hay que olvidarse del proceso paternalista del médico. Ha llegado un punto en el que tenemos que negociar con los pacientes", lamentaba Jose Mª Breva, presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Castellón. "Internet nos está generando una problemática importante porque la gente cuestiona si el diagnóstico médico es correcto o no". Breva recordó la necesidad de tener más tiempo para poder dar explicaciones a los pacientes además de cuestionar las guardias. "Al final de la jornada estás quemado después de 24 horas".
El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Castellón también opinaba que el programa Abucasis les quita mucho contacto visual con el paciente además de reiterar que es necesario intentar canalizar la relación médico-paciente para que sea un intercambio de salud. "Debería realizarse un registro en el que tanto conselleria como los colegios profesionales pudieran hacer las denuncia más rápidamente".