ALBACETE. ¿Quién no se acuerda de estos años atrás o incluso meses -cuando se oía a diario que los bancos lo iban a tener muy complicado en la vida actual-, que las empresas tecnológicas les iban a comer todo el campo y que no estaban sabiendo adaptarse a la movida que venía... y precisamente no era una movida madrileña?
Y no solo eso. ¿Quién no se acuerda de esos bancos que estaban en la mirada de todos, que les daban no más de 1 o 2 años de vida en algunos casos -incluso semanas para otros-? Sin embargo nada de eso ha pasado; ya saben que de vez en cuando pasa un caso, se dicen muchos -por decir que no quede-, uno es el pardillo y los demás siguen. Pues bien estamos en todas esas situaciones donde el banco del cual vamos hablar hoy el Deutsche Bank: uno que aparecía en todas las quinielas de la no supervivencia.
El año 2016 fue un mal año para la entidad alemana y ya entonces se escuchaba de todo; pero en 2019 y principios de 2020 recibió un mazazo... y más que eso estaban ahí con el mazo en la mano cada vez que intentaba levantar la cabeza. Además qué decir de todo lo que se escuchaba: todo lo que puedan pensar en el lado malo era poco. Sin embargo parece que todo ha ido cambiando de un plumazo. Solo hizo falta que a finales de 2020 y principios del 2021 comenzase a sacar la cabeza, y a partir de ahí se comenzó a mirar con otros ojos. Claro está que los de siempre -como siempre- han estado diciendo lo mismo durante estos últimos meses, hablando del futuro nulo de los bancos.
Y todo cambió ya cuando durante el 2021 consiguió recuperar la cotización de los 10 euros. Además, consiguió acercarse a lo que ha sido una directriz bajista formada entre sus máximos históricos rondando los 100 euros en el año 2007 y sus intentos de salir del pozo y recuperación fallida en 2015. La fortaleza durante el pasado año fue evidente; mientras que ha comenzado este 2022 como una moto. Solo le hizo falta una vez que llegó a dicha directriz tomarse un respiro -entre los 12 y los 10 euros- para finalmente superarla y salir escopetado al alza; algo que se veía venir ya hace muchos meses.
Ahora ya saben, no he oído lo que dicen pero seguro que en un tiempo escucharemos todos lo que la gran mayoría dice: es un buen banco, de primera fila, solvente y encima ha sabido reestructurarse en todos los sentidos para afrontar el futuro. No sé dónde llegará, pero espero y deseo que como poco en el peor de los casos vaya como poco hacia los 17-18 euros, teniendo un potencial alto para ir incluso mucho más arriba con tiempo y paciencia.
Ahora bien no es lo mismo comprar en 8-9 euros con las primeras señales o en 10 euros tras sacar el cuello aunque tampoco hubiese estado mal haber comprado en 11,50 euros con la ruptura de la bajista. Evidentemente ahora ya en 14-15 euros, el riesgo está servido y todo ello a pesar de tener una salud y un aspecto técnico envidiable.
Si estos días atrás cuando se movía en la zona de 12,50-13 euros las referencias a vigilar estaban en los 11,50 euros, ahora se sitúa ya encima de 14 euros, pero la referencia más importante sigue estando en esos 11,50 euros. Siendo algo más agresivo se podría ubicar una referencia intermedia en la zona de los 12,70 euros.
Por último, simplemente acordarnos de una de las entidades financieras españolas en una situación similar durante estos últimos meses: Banco Sabadell. Recuerden cuando cotizaba en los mínimos históricos -por debajo de los 0,30 euros- y con más posiciones bajistas, actualmente va camino del euro triplicando su capitalización. Ahora no verán las noticias de cuando estaba en mínimos diciendo que esos 'hedge funds' sabían más que nadie porque estaban 'cortos' en Banco Sabadell. No.
Juan Carlos Costa es director de Kostarof.com