VALÈNCIA. Los analistas de S&P Global Ratings (S&P) anunciaron ayer la puesta en vigilancia -lo que se conoce en la jerga como 'creditwatch' o 'revisión especial'- negativa el rating de El Corte Inglés (ECI) por la crisis pandémica actual, cuyos efectos impactan ya de lleno en el sector 'retail'. O lo que es lo mismo: bajarle más la nota dentro del temido 'bono basura' en el que está. Y tener esta calificación conlleva pagar más a la hora de financiarse en los mercados mayoristas. En concreto, S&P señala en su informe que el coronavirus afectará "gravemente" a los resultados de las empresas minoristas especializadas este año y podría provocar un rápido deterioro de sus métricas crediticias y posiciones de liquidez.
La agencia internacional de calificación de deuda -una de las tres grandes junto a Moody's y Fitch- tiene calificada a ECI con 'BB+', es decir, a un paso de salir del grado de especulación. Por encima está la nota 'BBB-' o grado de inversión, que recibió por parte de S&P el pasado mes de julio la emisión de bonos que cotizan en la bolsa irlandesa, lanzada por el gigante español de la distribución en octubre de 2018.
S&P Global Ratings, que de momento no ha metido la 'tijera' sobre la compañía presidida por Marta Álvarez y sí sobre otras distribuidoras europeas- reconoce que existe un alto grado de incertidumbre sobre la tasa de propagación y el pico del brote de coronavirus. Los expertos de la agencia estadounidense advierten de la caída del flujo de efectivo, lo que impactará sobre la liquidez de las compañías.
La revisión a la baja del rating de ECI por parte de S&P llega menos de una semana después que sus colegas de Fitch hicieran lo propio. Además, también le tienen 'rateada' con la misma nota ('BB+'), el primer peldaño dentro del 'bono basura' -como también Moody's-, ajustada a la "sólida" posición de mercado del grupo en España como advirtieron en su informe. Los analistas de esta agencia consideran que el bloqueo permanecerá hasta finales de mayo, lo que llevaría a un "fuerte" descenso en ventas minoristas no alimentarias en el primer trimestre del año fiscal 2021 (correspondiente a los meses de febrero a abril de 2020), seguido de una recuperación en el segundo trimestre de dicho ejercicio.
Fitch señaló que la resolución de la vigilancia negativa dependerá de que ECI, que conviene recordar que cerró hace mes y medio la refinanciación de su deuda bancaria, genere suficiente margen de liquidez para abordar sus necesidades de fondo de maniobra en el año fiscal 2020. Todo ello adaptando su estructura de costes y de apalancamiento una vez se reanude la actividad normal.
Y en busca de dotarse de más liquidez, El Corte Inglés, que tiene sendas emisiones de deuda valoradas en 1.300 millones de euros en el parqué irlandés, anunció ayer miércoles la firma de un nuevo contrato de financiación por un importe de 1.311 millones de euros. El pool bancario en esta ocasión ascendió a un total de 14 entidades financieras -nacionales e internacionales-, que inyectaron dinero en ECI para hacer frente a situación generada por la crisis del coronavirus.
De este modo, el grupo se asegura la liquidez de la compañía durante los próximos meses para hacer frente al impacto económico ocasionado por las medidas extraordinarias adoptadas por el estado de alarma en España. En concreto, el gigante español de la distribución tiene un vencimiento de un año articulado mediante una línea de crédito 'revolving'; garantizándose así financiación estable a corto plazo y sin aportación de garantías.
Una firma que llegó unos días después de anunciar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para un total de 25.900 empleados. ECI se acogió a las medidas habilitadas por el Gobierno y recogidas en el Real Decreto 463/2020 de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma con motivo de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19.