Femeval avisa del escenario "tremendamente complicado" para las empresas por la pandemia, subida de las materias primas y la guerra
VALÈNCIA. (EP) El metal de la Comunitat Valenciana ha iniciado el primer trimestre de 2022 "con vaivenes" con una vuelta a la senda del crecimiento, tras cuatro años convulsos, del automóvil y su industria auxiliar, que suben un 1,2 por ciento. Por el contrario, la maquinaria y bienes de equipo acusó un descenso del 10% de enero a marzo respecto al mismo periodo del año anterior.
Así lo destaca el Informe de Coyuntura del sector metal de la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval) que refleja que, frente a un caída del 2,3% de su actividad respecto al mismo periodo del año anterior, la ocupación aumentó en 4.449 empleos y llegó a los 194.788 puestos de trabajo, un nivel no obstante todavía inferior al previo a la pandemia.
Asimismo, destaca la fuerte recuperación de las exportaciones del metal valenciano de enero a febrero de 2022, cifrada en un 27% más respecto al mismo periodo del año anterior. El mayor incremento fue del automóvil y sus componentes con un 41%, que contrasta con el descenso del 13% de las manufacturas de fundición hierro y aceros, más afectadas por el incremento de costes energéticos.
El volumen de exportaciones alcanzado fue de 1.988 millones de euros y continúan representando el 32% del conjunto de las realizadas en la Comunitat Valenciana. La ocupación en el conjunto del metal en la autonomía aumentó en 981 personas, lo que supone una ligera subida del 2,3% más que el pasado trimestre.
En la venta y reparación de vehículos el aumento fue de 3.000 situándose en un total de 37.400 empleos y en las instalaciones de 1.500, alcanzando los 32.800 puestos. La industria, con 103.188 empleos, mantuvo el nivel con un ligero incremento de 81 personas. Por el contrario, en el comercio al por mayor se perdieron 3.600 empleos, quedando la ocupación 21.400 personas trabajadoras.
Según el presidente de Femeval, Vicente Lafuente, "el actual escenario es tremendamente complicado para nuestras empresas. Arrastramos los efectos de una pandemia, de una subida desorbitada y escasez de materias primas y energía, de unos incrementos salariales inasumibles y de una guerra en Ucrania que lo único que generan es incertidumbre".
Para Lafuente, "son muchas las actuaciones a acometer para revertir la situación, y muchas las medidas políticas que habría que afrontar para empezar a solucionarla".
A la espera de la duración del conflicto bélico, de la evolución de la inflación y del nivel de crecimiento de la economía china, las empresas valencianas del metal están en "stand by" al otorgar una nota media de 6,4 a su situación, el mismo índice que el pasado trimestre.
Por subsectores, las empresas de venta y reparación de vehículos dan el valor más bajo con un 6 mientras que la nota más elevada es la de las empresas industriales, con un 6,9.
Aunque la repercusión directa de la guerra en Ucrania en las empresas valencianas del metal ha sido muy escasa (5%), un 36% sí han acusado una amplia incidencia indirecta y algo menor en el 47%. El subsector más afectado ha sido la industria del metal, y el de menor incidencia el comercio al mayor del metal.
Los tres aspectos negativos del conflicto bélico más relevantes son el incremento del coste de la energía y de las materias primas y de los componentes, así como los problemas de abastecimiento en los suministros. Esta problemática ya se había iniciado con el fin de la pandemia y que la guerra ha profundizado.
Para el segundo trimestre, las expectativas de las empresas del metal, con una cifra de 47,86 sobre 100, se mantienen neutrales con un ligero matiz "pesimista". En materia de empleo, se mantienen neutrales con 50,5 puntos y en inversiones con 48,78 puntos siguen negativas.