VALÈNCIA. "El antes y el después de la llegada de Bañuelos a Inzile: de sextuplicar su valor a hundirse el 83%". Así titulaba este diario el pasado 28 de septiembre, cuando los títulos de la nórdica cerraban en las 7,77 coronas suecas o SEK -al cambio 0,71 euros-. Apenas ocho sesiones después sigue la caída, dado que ayer marcó su enésimo mínimo histórico en las 6,99 SEK o 0,64 euros. De este modo, el desplome en toda regla tras el anuncio del empresario saguntino de comprarla en junio de 2021 alcanza ya el 85%, lo que ha reducido su capitalización hasta los 34,27 millones de euros. Casi nada.
Pero el exfundador de la denostada Astroc sigue confiando en el parqué bursátil, y no se trata del Nasdaq First North Growth Market de la bolsa sueca donde cotiza actualmente. No. Hablamos del Nasdaq estadounidense, es decir, el mayor mercado electrónico del planeta donde ha comenzado los trámites para sacar a cotizar a EVI Mobility. Se trata de su filial americana donde va a contar con la ayuda del socio estadounidense Chris Calise para participar en el proceso de captación de capital.
Calise es un experimentado financiero en los mercados, con una amplia trayectoria en las salidas a bolsa de SPAC -empresas de adquisición de propósito especial- y en la gestión de compañías de seguros. Calise ha sido designado consejero delegado de dicha filial, que trabajará codo con codo con el también CEO -pero de todo el grupo- como es el español Juan Carlos del Río.
Tal y como contó hace dos semanas Valencia Plaza, Del Río ocupó el mismo cargo en la filial estadounidense de Astroc allá por 2006 antes de la quiebra de la cotizada valenciana. Ni que decir tiene que cuenta con toda la confianza de Enrique Bañuelos en el ambicioso proyecto que está preparando, que se ha plasmado en una hoja de ruta que pasa por centrar todos los esfuerzos en el Electric Vehicle Inzile (EVI) o vehículos eléctricos.
Pinchar aquí para ver el gráfico histórico de Inzile más grande (Fuente: YahooFinance)
A través de EVI Mobility, antigua QEV Tech Holding participada en un 80% por Inzile, el empresario valenciano completará el proyecto de plataforma EVI con la colaboración de la catalana QEV Technologies para la futura homologación del vehículo para Europa; así como con DIADA, empresa de ingeniería que presta servicios de diseño, pruebas, ingeniería y homologación a la industria de la automoción.
Conviene recordar que la nórdica participa activamente en el hub de Descarbonización de Barcelona (D–Hub), a través de QEV Technologies de la que controla el 19,6%, situado en los terrenos que ocupaba anteriormente la multinacional Nissan. De ahí que pueda utilizar dichas instalaciones para el diseño y producción a escala de sus nuevos vehículos previstos; mientras estima poder comenzar a sacar partido dentro de un año.
EVI Mobility adquirirá la plataforma EVI a costa de la I+D realizada en el proyecto con un margen industrial, asumiendo la primera los nuevos costes. Además, la tarifa de licencia del país se comparte para cada licencia del país comercializada.
Otra de las líneas maestras del plan estratégico de movilidad, además de sacar al Nasdaq a EVI Mobility, son las fábricas inteligentes. Dicha firma llevará a cabo el nuevo montaje de los vehículos eléctricos en España, tanto por eficiencia de costes (proveedores, logística, mercados... ) como para tener acceso a las líneas de subvenciones y ayudas existentes, como las propuestas al D-Hub comentado anteriormente. Por su parte, la factoría de Inzile en Västervik (Suecia) continuará produciendo los camiones ligeros Pro4.
Asimismo, EVI Mobility planea crear filiales en diferentes países para la instalación de Smart Factories, con una capacidad de producción entre 1.000 y 5.000 EVIs por año/país, junto con socios locales. En este sentido, y a través de una licencia, adquirirán una participación en la empresa local y proporcionarán los recursos financieros y comerciales necesarios. Inzile actuará como holding, controlando todos los procesos y mercados, concentrando su actividad, equipos y centros de trabajo en la capital sueca.
Inzile cuenta con el apoyo de su principal accionista, QEV Electromobility, propietaria del otro 20% de EVI Mobility. La primera ayudará con su experiencia internacional y su red para atraer socios locales. Para ejecutar todo el plan, la sueca ha decidido centrar todos sus recursos y equipos únicamente en el programa EVI y no llevar a cabo otras actividades. Por ejemplo, los coches eFashion, que requerirían dedicación, recursos y garantías financieras que la nórdica no tiene actualmente.
Mientras tanto los responsables de la cotizada están estudiando la posibilidad de distribuir un dividendo extraordinario de las futuras acciones de EVI Mobility entre los accionistas de una Inzile que seguirá en el Nasdaq First North Growth Market. O lo que es lo mismo: una especie de BME Growth.
Lo que es un hecho es que Inzile le ha abierto la puerta de par en par a Chris Calise para que suscriba una ampliación de capital a un precio de 7,62 SEK por acción -casi 0,70 euros- hasta un total de 11 millones de coronas suecas, es decir, poco más de un millón de euros. De este modo Calise tendrá una participación en la nórdica en torno al 2,7% del capital. Los ingresos serán destinados a poyar las necesidades financieras actuales y en desarrollo de la compañía incurridas por la inversión en I + D, la necesidad de acomodar los pedidos actuales y previsibles de los clientes y el crecimiento previsto de la demanda de la plataforma de vehículos eléctricos.
"Inzile se centra en una estrategia de crecimiento respaldada por su I+D y nos centramos en transformarla a medio plazo para demostrar nuestro verdadero potencial. Por lo tanto, es muy importante que ahora podamos asegurar el financiamiento continuo de propietarios comprometidos, conocedores y estratégicamente posicionados". Así se pronuncia Juan Carlos del Río, consejero delegado del grupo cotizado nórdico, cuya filial americana está cada vez más cerca de estrenarse en todo un Nasdaq estadounidense. Palabras mayores.