VALÈNCIA. Segunda absorción en los fondos de la 'familia Trea Cajamar' en el último año y medio. Si en noviembre de 2021, tal y como avanzó este diario entonces, fue el Trea Cajamar Flexible el que se 'comió' al Trea Cajamar Valor, ahora ha sido el Trea Cajamar Renta RV Europa Sostenible el que ha hecho lo propio con su 'hermano' Renta Variable España.
¿El motivo? "En primer lugar se debe -como siempre hacemos- a atender a las demandas de nuestros clientes, que exigen en el complicado contexto actual de mercado productos más globales, y no tanto enfoque país", apuntan fuentes oficiales de la primera cooperativa de crédito española. "En segundo lugar la fusión se hace dentro de los parámetros de sostenibilidad que ostenta el fondo Trea Cajamar Sostenible Europa. Por tanto, damos atención y respuesta a las necesidades de nuestros clientes y elevamos nuestro compromiso con la sostenibilidad en nuestra cartera de productos y servicios", añaden.
Y no les falta razón porque Cajamar mantiene su clara apuesta por los criterios ASG/ESG, es decir, sostenibilidad, medio ambiente y gobierno corporativo. En este sentido recordad que hace un mes lanzó otro fondo de inversión -Trea Cajamar Ahorro-, que como también adelantó Valencia Plaza toma en consideración criterios valorativos de inversión que incorporan dichos factores ASG/ESG.
Al cierre del pasado año, Trea movía 2.944 millones de euros en los diez fondos gestionados de la entidad presidida por Eduardo Baamonde que tenía entonces. A saber: Trea Cajamar Garantizado 2025, Trea Cajamar Horizonte 2027, Trea Cajamar Renta Variable Internacional, Trea Cajamar Renta Fija, Trea Cajamar Corto Plazo, Trea Cajamar Renta Variable España, Trea Cajamar Renta Variable Europa, Trea Cajamar Patrimonio, Trea Cajamar Crecimiento y Trea Cajamar Flexible.
Dicho patrimonio (2.944 millones) era un 4,14% inferior al del cierre de 2021 -todos esos fondos acusaron rentabilidades negativas-, pero en este sentido no hay que olvidar el 'efecto mercado' que hizo de las suyas en todo el sector de IICs ante el mal comportamiento tanto de la renta variable (acciones) como de la renta fija (bonos). Por el contrario, el número de partícipes de los fondos Trea Cajamar se incrementó un 4,11% el pasado año -3.693 en números absolutos- hasta alcanzar los 93.453.
Una Cajamar que cerró 2022 con un volumen total en fondos de inversión de 4.368 millones, un 0,9% menos que el ejercicio anterior. Pero eso sí muy por debajo del 3,6% de caída del patrimonio conjunto bajo el paraguas de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Ni que decir tiene que el 'efecto mercado' impactó -y mucho- sobre este tipo de activos que ofrecen como liquidez, seguridad, transparencia y fiscalidad, por aquello de poder cambiar de fondo sin tributar a Hacienda.
Conviene recordar que Cajamar ofrece a su cada vez mayor clientela un centenar de fondos de inversión entre los que están los once de Trea AM. De hecho comercializa vehículos financieros de gestoras de la talla mundial de Allianz, DWS, Fidelity, Invesco, JP Morgan, M&G, Oddo BHF, Pictet, Pimco, Robeco y Schroders por citar algunas. Unos activos financieros que son ofrecidos a los clientes de las 17 entidades de la Comunitat Valenciana integradas en el grupo y, lógicamente, también a los de la propia Cajamar, cuyo grupo cooperativo elevó un 27,7% su beneficio durante 2022 hasta los 80 millones de euros.
Pero no solo Cajamar se está ganando la confianza de nuevos partícipes minoristas sino que también de los inversores institucionales y no pocos extranjeros. En este sentido recordar que el pasado 9 de febrero volvió a salir a financiarse a los mercados de capitales con una nueva emisión de cédulas hipotecarias a cinco años. Finalmente colocó 750 millones de euros frente a una demanda superior a los 1.600 millones, que refleja el respaldo de los inversores institucionales nacionales y europeos a la actividad financiera de la banca cooperativa Cajamar.
En esta ocasión, y como venía haciendo hasta el año 2020 que se las metía en balance como el resto del sector para generar colaterales de cara a pedir dinero al Banco Central Europeo (BCE), las colocó en el mercado. Unas cédulas hipotecarias que son activos financieros o títulos de renta fija, tal y como lo define el Banco de España, que se emiten con la garantía de la cartera de préstamos hipotecarios de la entidad de crédito emisora.