VALÈNCIA. Ford Motor está recibiendo un durísimo correctivo en el parqué bursátil, que de momento ya le ha restado el 53,4% de su capitalización en lo que va de ejercicio tomando el cierre del pasado viernes. Ese día los títulos de la cotizada presidida por James Hackett cerraron en los 4,33 dólares -mínimos de 2009- frente a los 9,30 'billetes verdes' del último día del pasado ejercicio. Para calibrar mejor el desplome que está padeciendo la firma del óvalo baste decir que se le han esfumado 18.400 millones de euros -al cambio- en los menos de tres meses de ejercicio bursátil de 2020.
El gráfico de Investing no deja lugar a la duda del desplome bursátil de la multinacional estadounidense, que al cierre del pasado viernes valía en el parqué unos 16.000 millones de euros al cambio frente a los 34.400 millones de finales de 2019. De este, y aplicándolo sobre el Ibex 35, el gigante automovilístico americano cotizaría a día de hoy entre las españolas Cellnex Telecom (14.461 millones de euros) y Naturgy (16.902 millones), cuando lo normal sería hacerlo entre las cinco primeras del selectivo.
La crisis del coronavirus ha obligado a Ford a ir cerrando temporalmente sus fábricas repartidas por el mundo, que en el caso de la factoría valenciana de Almussafes viene acompañada de un ERTE urgente para toda la plantilla, unos 7.400 trabajadores, tal y como informó este diario la semana pasada. La multinacional americana trasladó a los sindicatos que la medida era inevitable a raíz de los últimos acontecimientos y ante la incertidumbre sobre cuándo se recuperará la normalidad en la fábrica valenciana, que está sin actividad productiva desde hace una semana.
Pero la cosa no queda ahí porque Ford anunció el pasado jueves la suspensión del dividendo a sus accionistas porque necesita efectivo para afrontar la crisis del Covid-19. Y no solo eso sino que ha notificado a las entidades financieras que utilizará dos líneas de crédito, que suman hasta 15.400 millones de dólares -unos 14.260 millones de euros-, para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia. "Como lo hicimos en la Gran Depresión, Ford está tratando de salvaguardar el negocio, los puestos de trabajo, los clientes y los distribuidores durante la crisis sanitaria", subrayó Hackett.
Una liquidez que utilizará para compensar el impacto que tendrá el cierre temporal de varias de sus factorías sobre sus empleados, así como para mantener la flexibilidad financiera de Ford, cuyo reto actual no es otro que priorizar la flexibilidad financiera a corto plazo, las inversiones en nuevos vehículos en 2020, así como las iniciativas de crecimiento a largo plazo.
Un sector, el automovilístico, que se está viendo tremendamente afectado por la paralización de la actividad económica a nivel mundial por la crisis pandémica. Hasta el punto que la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA) ha alertado de que la industria automovilística europea se enfrenta a una crisis "sin precedentes", que pone en juego 14 millones de empleos en el sector del vehículo solo en Europa.
“Está claro que esta es la peor crisis que ha tenido impacto en la industria automovilística", ha asegurado el director general de ACEA, Eric-Mark Huitema, quien ha añadido que por culpa de la paralización de las plantas y del cierre de los concesionarios "unos 14 millones de empleos en Europa están en juego". Por ello ha pedido a los diferentes países y a las autoridades de la Unión Europa (UE) medidas para apoyar y dar liquidez a las compañías del sector, así como a sus proveedores de componentes y a los concesionarios.