VALÈNCIA. Evo Banco tiene los días contados en la plaza financiera valenciana: el próximo día 18 de octubre echará el cierre, tal y como han confirmado fuentes de la entidad a este diario. "Evo Banco está impulsando una ambiciosa estrategia de innovación digital con el objetivo de beneficiar a todos los clientes de España, con independencia de su ubicación geográfica. El cierre de esta oficina -así como la de Bilbao, Sevilla y Valencia- no supondrá cambio alguno para los clientes, ni afectará a sus cuentas ni productos ni condiciones", reconocían ayer viernes a Valencia Plaza.
"Todas las operaciones bancarias que a día de hoy se realizan en nuestras oficinas pueden realizarse a través de canales a distancia. Y para las operaciones de efectivo, tenemos la mayor red de su historia tanto para retiradas como ingresos de dinero", añadían desde la entidad adquirida esta primavera pasada por Bankinter. Fue el pasado 31 de mayo cuando el banco dirigido por María Dolores Dancausa obtenía las preceptivas autorizaciones del Banco Central Europeo, del Banco de España y del Banco de Irlanda, la compra del negocio bancario de Evo Banco y el de su filial de crédito al consumo en Irlanda, Avantcard.
La oficina de València, que está situada en el cruce de las calles Roger de Lauria y Pascual y Genís, era la última que tenía en la Comunitat Valenciana. Una ubicación a la que se trasladó desde la histórica sede de Caixa Galicia en la Plaza del Ayuntamiento en enero de 2018, tal y como avanzó entonces este diario. Hasta ese momento la entidad contaba con cinco sucursales en la Comunitat: una en Alicante, en la avenida Federico Soto; una en Castellón, en la plaza Cardona Vives; y tres en València, en la avenida Pío XII, la avenida Francia y la Plaza del Ayuntamiento.
Actualmente Evo Banco tiene cinco oficinas abiertas en España (València, Bilbao, Sevilla, Barcelona y Madrid), que se quedarán en una sola -situada en la madrileña calle Serranos- el próximo 18 de octubre. Todo ello mientras reforzará su oficina virtual a través de la inteligencia artificial de Evo Assistant, que evita el traslado a cualquier oficina; mientras la entidad ofrece una amplia red de 16.000 cajeros para sacar dinero a débito sin coste alguno. Asimismo sus clientes también disponen de más de 3.000 espacios en España donde pueden ingresar/enviar dinero bien a través de Correos Cash o de los cajeros de Caja Rural.
Dancausa destacó la compra de Evo Banco porque "se trata de una marca muy reconocida en este mercado que nos va a permitir explorar nuevas vertientes del negocio financiero, complementarias a las de Bankinter, desde un enfoque innovador, enteramente digital y diseñado para gestionar grandes volúmenes a unos costes más reducidos. Nos servirá, asimismo, como laboratorio de pruebas en el lanzamiento de nuevos productos y servicios con un concepto más disruptivo y que anticipen lo que será la banca del futuro”.
Conviene recordar que Evo Banco estaba en manos de los estadounidenses de Apollo Management International tras la venta del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) , dado que fue una de las entidades reflotadas con dinero público bajo la denominación entonces de NGC Banco, el banco fruto de la fusión de las extintas cajas gallegas. En 2012 veía la luz Evo Banco con el objetivo de convertirse en una alternativa de calidad a la banca tradicional bajo el modelo de banca inteligente, que dos años más tarde era vendido a Apollo.
Al cierre de 2018, Evo Banco contaba con 452.000 clientes, 223 empleados, cinco oficinas, unos activos valorados en 4.330 millones de euros y unos depósitos de 3.050 millones, según los datos recabados por este diario de su propia web. La entidad sonó para protagonizar una fusión con Coinc y Popcoinc -ambas de Bankinter- pero la dificultad tecnológica abortó dicha operación.